Adiós al 2021 al compás de los Zambo
Rafael del Zambo reúne a las voces de su familia para componer una fiesta por bulerías de Jerez en la que participan otros artistas de la tierra como Manuel Parrilla, Chicharito o Pepe de Joaquina.
Hay códigos en el flamenco que se asumen como naturales, sin pretenderlo. Eso ocurre con el compás en Jerez, materia molto complicada –que diría Fernando de la Morena– de transmitir si no se forma parte del contexto familiar y vivencial preciso. ¿Cómo se explica, pues, que un niño de dos años pueda tocar las palmas y bailar sin pasar por academias ni conservatorios? Muchas madres cantan bulerías a los más pequeños para que se duerman como si una nana se tratase. Puede tener algo que ver, aunque también haya romanticismo en esta apreciación.
Pues bien, soniquete es lo que desprende el nuevo videoclip publicado por Rafael Fernández Ruiz, Rafael del Zambo (Jerez, 1990), en el que participan las voces de su casa cantaora proveniente de Santiago. Los Fernández-Rincones-Zambo, esa gran saga de gitanos jerezanos entroncada directamente con Parrilla, Tía Juana la del Pipa, Fernando Terremoto, El Serna o Tío Borrico…, sigue manteniendo la identidad de una expresión propia de este barrio desde siglos atrás.
«La grabación estará incluida en el primer trabajo discográfico del menor de la saga, que saldrá en 2022 y que titulará Arteria»
Rafael es el menor. El patriarca, valga el término tan en desuso en Jerez, es Luis El Zambo, siguiéndole Juañares, Joaquín y Enrique, padre del culpable de este trabajo, que será el último de los temas de Arteria, el primer trabajo discográfico en solitario del jerezano que quiere publicar en la primavera de 2022. Concretamente, estas bulerías que duran quince minutos, se titulan La raíz del laurel, y es un claro ejemplo de la grandeza que mantiene la tradición oral, el peso de la sangre o la influencia congénita en la jondura de Jerez.
El lugar elegido para el encuentro fue la Peña Luis de la Pica, que llevan Juan Castro y su mujer Rocío, una cocinera de armas tomar, que con sus chicharrones, tortilla de patatas y una imprescindible berza puso al personal entonado y con ganas de explosionar. Fueron llegando sobre las dos de la tarde, vestidos de la manera que cada uno quisiera, dejando que el ambiente fluyera entre abrazos, reencuentros y conversaciones… No faltó el vino, obviamente.
Rafael quiso que a la terna compuesta por sus tíos y su padre se sumaran otros nombres que no podían faltar para que ese aroma fuera aún más intenso. Gregorio, Rafa, Chicharito… sólo faltaba El Bo. Pepe de Joaquina llegó, así como algunos jóvenes del barrio como El Bercita (nieto del Berza de Jerez), Marcos Carpio y El Pirulo (los dos palmeros de Israel Fernández)… y las guitarras de Manuel Parrilla y Fernando del Morao. También faltaba Moraíto, siempre en el recuerdo.
Lele Leiva controló el sonido, la empresa Warm Film Studio pulsó el botón REC y sucedió lo que todos esperaban: la fiesta. La primera salió de dulce, pero siempre es bueno repetir. Una vez más, porque ya Luis dijo que “yo hago este videoclip y ya no hago más, ¿eh?”. Dicho y hecho.
Salud y compás para el 2022.