A las puertas del horno se termina de dorar Mar verde, el primer trabajo discográfico de David de Arahal. El álbum se ha grabado en los estudios que Domi Serralbo tiene en Morón de la Frontera, Sevilla. En su realización han colaborado artistas de la talla de Rafael de Utrera, David El Galli, Sandra Carrasco y Antonio Canales, que aporta la sonoridad de su baile a una bellísima farruca.

David Rodríguez Romero nació el 15 de julio de 2000 en Arahal, una importante localidad de la campiña sevillana. Es la tierra que parió a la madre de Pastora Pavón, y también a su hermano Arturo. Allí se recogen flamencos y aceitunas desde tiempo inmemorial. Su paisaje de interminables hileras de olivos da título a la soleá y al álbum entero. «Es por la relación que yo encuentro entre un olivar y el flamenco. Te pones a andar por una vereda y puedes ver dónde empieza el olivar, pero no dónde acaba. La vista se pierde en el horizonte. Es un mar verde. Aunque tiene final, puedes tardar una vida en conocer bien todo ese terreno. Como en el flamenco. Que nos ponemos a profundizar y cada día sabemos un poco menos. A medida que aprendes algo te das cuenta de lo mucho que te queda por conocer», nos confía el joven guitarrista.

«El olivar es un mar verde. Aunque tiene final, puedes tardar una vida en conocer bien todo ese terreno. Como en el flamenco»

David comenzó a tocar a la edad de diez años. Por aquella época nos conocimos. La primera impresión que me produjo fue la de un niño llenito de sensibilidad, que no pudo contener sus lágrimas cuando le mostré una falseta del Niño Ricardo. Ese verano pasó unos días en casa de Manolo Sanlúcar. También absorbió los jugos de la guitarra de Paco Cepero. En estos pocos años transcurridos desde aquel episodio, David ha aprendido lo que necesitaba de Rafael Riqueni, Tomatito, David Cerreduela, Antonio Rey, Balao, etc. Sin el escudo de su guitarra, es un tímido de libro. Igual que su ídolo, Paco de Lucía, el niño se agiganta parapetado en la seguridad de su bajañí, y se vuelve impertinente y descarado para sacar del instrumento toda la rebeldía propia de su juventud.

En la noche del 26 de febrero, David y Domi se recogieron en la quietud de la Iglesia de la Victoria, en el centro de Arahal. Allí grabaron en directo la seguiriya del disco, titulada Las campanas de la Victoria. Domi fue el responsable de la grabación en directo del disco de Rancapino Chico, Por amor al arte. No pudo resistirse a la tentación. Vamos a realizar una toma completa del disco, así a pelo, por si nos pudiera servir. Seguro que servirá. El disco estará disponible en junio de 2020. Los demás detalles se mantienen en secreto, de momento.

Foto: cienXcienflamenco