Difícilmente encontremos en la actualidad a un ser tan querido y respetado en el mundo del flamenco como Manuel Soto Barea, conocido en todos los rincones del mundo como El Bo. Este insigne palmero de Jerez ha sido y es requerido por la gran mayoría de los artistas del panorama jondo desde que nació en el año 1957 en la calle Nueva del barrio de Santiago, en el seno de una familia de amplia tradición artística como Los Sordera. A lo largo de la historia son muchos los hombres de plata que han marcado estilo, aunque hay que reconocer que pocos como el protagonista de hoy.

El original sobrenombre por el que es reconocido se lo puso su tío Fernando Fernández Monje ‘Terremoto’. Hijo del matrimonio compuesto por Manuel Soto Monje ‘Sordera’ y Rafaela Barea Carrasco, vivió desde pequeño el flamenco desde la experiencia y las vivencias que se daban en su casa. De esa unión nacen también otros hijos como Vicente Soto, Enrique Soto y José Soto ‘Sorderita’, entre otros. Una dinastía de auténtico prestigio en la historia del cante gitano, integrada anteriormente por los míticos Tío José de Paula o Paco La Luz.

La familia se traslada a Madrid con motivo del desarrollo artístico del patriarca de la saga, y El Bo, siendo un niño, comienza a empaparse de esos momentos de fiestas surgidos en la casa (con Camarón, La Perla o Caracol), hogar además de muchos artistas jerezanos a los que Sordera acogía de manera especial. En esos años, la serie Rito y Geografía del Cante de TVE emite en 1971 el capítulo Navidad flamenca en el que aparece un joven Manuel junto a su gente.

«’Juye’, ‘cógeme que me caigo’, ‘piló, piló’, ‘¡viva Jerez que es una mina de paraos!’, ‘¡viva tú, en grandes cantidades!’ y hasta ‘terrorista’ rezan ya en su particular repertorio de jaleos»

Jerezanos en Madrid

Sus primeros pasos los da con la gran Paquera de Jerez, artista que residía también en Madrid y que contó con su presencia para que el compás de su tierra reinara en el escenario. Una de sus actuaciones conjuntas más recordadas es la celebrada en mayo del 89 en el Palacio de Deportes de Madrid ante diez mil personas. Años antes, finales de los setenta, muchos de los de su generación marcharon desde Jerez a la capital para emprender carrera artística, consiguiendo acaparar un gran protagonismo en tablaos como Los Canasteros de Manolo Caracol. Caso de Macanita, Vicente Soto, Chicharito, Luis de la Pica, Pepe de Joaquina o El Torta. Junto a ellos, siempre estaba El Bo.

Manuel participa en las películas Flamenco (1995) y Flamenco, Flamenco (2010) de Carlos Saura. En ambas ocasiones, tocando palmas en el capítulo dedicado a las bulerías de Jerez.

Ha estado presente en la mayoría de las últimas ediciones –de treinta años para acá– de la Fiesta de la Bulería de Jerez, así como en los Viernes Flamencos. Ha sido partícipe del éxito de emblemáticas actuaciones de Juan Moneo ‘El Torta’, Capullo de Jerez, Fernando de la Morena, Luis ‘El Zambo’, Juana la del Pipa, María Soleá, Montse Cortés, Remedios Amaya… La totalidad de los de su generación. Con quien tuvo una relación más que estrecha fue con Moraíto Chico, quien contaba con él para todas sus grabaciones discográficas o en sus espectáculos, como el presentado en la Bienal de Sevilla bajo el título Trilogía Flamenca (2004), o sus intervenciones en Jerez con motivo de las Fiestas de la Vendimia, por citar solo dos de ellos. Tal fue la relación entre ambos que Manuel intervino en el documental El cante bueno, duele, grabado en Jerez en 2010 por los holandeses Ernestina Van der Noort y Martijn Van Beemen, para expresar toda la grandeza que para él representaba Moraíto, por entonces vivo. “Es gitano a todas horas que se levante, es buena persona…”, declaró.

«Es importante destacar el cariño que siempre han mostrado los artistas por este famoso palmero, una de las personas más entrañables del panorama flamenco»

La Filarmónica de Santiago

Otro de los insignes cantaores que recurren al compás de Manuel Soto Barea es José Mercé, quien además aprovechó su disco Lío (2002) para homenajear a los palmeros de su tierra como el propio Bo, además de Manuel Pantoja ‘Chicharito’, Gregorio Fernández y Rafael Romero. Estos cuatros palmeros conforman la conocida Filarmónica de Santiago, el cuarteto más conocido del compás de Jerez, presente por supuesto en los grandes eventos flamencos de la ciudad. Antes, ya había participado en otros discos de Mercé como en Aire (2000).

No solo con el guitarrista Moraíto colabora, también lo hace con otros grandes como Vicente Amigo en el cedé Ciudad de las ideas (2001), Parrilla de Jerez, en sus habituales recitales de guitarra, sin olvidar la clara presencia que tiene en los jaleos del himno de Andalucía que dejó para la historia grabado Paco de Lucía, junto a Capullo de Jerez y Fernando de la Morena.

Su palmas y jaleos forman parte de la grabación Al aire de Jerez, tres discos protagonizados por las familias de Los Moneo, Los Zambo y Los de la Morena, que grabó en 2006 bajo la dirección de Moraíto, Diego Carrasco y Jesús Bola.

Miguel Poveda no ha querido perder la oportunidad de dejar recogido en algunas de sus grabaciones sus jaleos. Por ello interviene en el título Náufrago del hambre en el disco Tierra de Calma (2006). Así como la granadina Estrella Morente,en cuyo disco Mi cante y un poema (2001) contó con las palmas de El Bo. Otro de esos cantaores ilustres que cuentan con él es Juan Peña El Lebrijano.

En los últimos años ha tenido gran presencia en otros trabajos discográficos como el de Fernando Fernández Pantoja ‘Terremoto’, en disco a título póstumo titulado Terremoto (2010). Al igual que en Mujerez. Juana, Dolores, Tomasa (2009) con La Macanita, Juana la del Pipa y Dolores Agujetas, así como en V.O.R.S. Jerez al cante (2012) con artistas como Manuel Agujetas, Manuel Moneo, entre otros. También ha apoyado a artistas que se inician, como es el caso de Jesús Méndez en Jerez sin fronteras (2008), o Ezequiel Benítez en Quimeras del tiempo (2015) o Alfonso Carpio ‘Mijita’ en El Palacio de Cristal (2019).

«En él no solo recae el compás a la hora de tocar las palmas. Además, destaca su faceta como bailaor cuyo estilo impregnado de gracia y donaire ha sido siempre centro de todas las miradas»

Bo, eres único

Entre sus apariciones estelares se encuentra la protagonizada en el Festival de Jerez con la compañía de David Lagos en el espectáculo Made in Jerez (2014), cuyo cartel lo compartía con bailaores de la talla de Diego de la Margara o Mercedes Ruiz, y con el que han tenido un gran éxito en distintos escenarios. Otra bailaora jerezana, María del Mar Moreno, ha contado en distintas ocasiones con la presencia de El Bo, como en la Fiesta de la Bulería 2013 o en el Festival de Jerez 2016 (Teatro Villamarta).

Es importante destacar el cariño que siempre han mostrado los artistas por este famoso palmero, una de las personas más entrañables del panorama flamenco. En agosto de 2011 fue homenajeado por la Peña Luis de la Pica, de Santiago. En él no solo recae el compás a la hora de tocar las palmas, sino que además hay que centrarse en su faceta como bailaor cuyo estilo impregnado de gracia y donaire ha sido siempre centro de todas las miradas.

Es por ello que en otoño de 2016, y debido al delicado estado de salud del protagonista de estas líneas, se celebran dos festivales-homenajes, uno en Madrid y otro en Jerez, con un éxito de público y la presencia de artistas de talla internacional como José Mercé, Miguel Poveda o Estrella Morente. Fue por entonces cuando la familia pidió de forma calurosa que quien firma este artículo elaborara un recorrido escrito sobre la figura de Manuel.

“Juye”, “cógeme que me caigo”, “piló, piló”, “¡viva Jerez que es una mina de paraos!”, “¡viva tú, en grandes cantidades!” y hasta “terrorista” rezan ya en su particular repertorio de jaleos. A lo que uno responde: “¡eres único!”.