Fabiola Vanadia, artista ya reconocida por la frescura clásica, osadía, talento y vanguardia que está aportando al baile flamenco actual, comienza a bailar a los tres años de edad. Procede de familia de artistas, de bisabuelo gitano español, toda su vida dedicada a la danza y al conocimiento de la misma. Ha estudiado con grandes bailaores y artistas como María Magdalena, El Güito, Farruquito, Juana Amaya, Alfonso Losa, José Maya, Belén López, La Farruca, El Farru y más. Durante su carrera en Madrid, Fabiola ha bailado en los más importantes tablaos como en La Casa de Paco de Lucía ‘Entre dos Aguas’, El Corral de la Pacheca, Cardamomo, Candela, Ziryab, Corral de Don Diego, entre otros, y para diferentes ayuntamientos de toda España. Durante más de diez años ha regentado su propia escuela de danza. También ha producido varios espectáculos, entre ellos De niña a mujer, Entre dos Gitanos y Entre El Cielo y La Tierra.

Su nuevo espectáculo, Camino, se representa al público el sábado 15 de abril en el madrileño Café Berlín, calle Costanilla De Los Ángeles, 20. Las entradas cuestan 15 euros de pie y 20 euros sentado. Enlace venta entradas aquí.

Camino

«Como quien anda a través de ideas que colisionan y que convergen, ideas que te acercan a la nada o ideas que te alejan del todo. Como quien pone la meta en no llegar nunca a ningún sitio fijo, y su objetivo no es un lugar ni un destino. Como quien baila y ya no sabe si baila lo que es, si baila porque sí o sí baila para ser. Así me muestro hoy, sin más excusas ni pretextos que disfrutar mientras camino, a través de cada paso que doy, sin importar si estos me aproximan a una meta, pero observando bien que ninguna de esas pisadas me lleve más allá del aquí y ahora, más allá de saborear mi propio camino».

«Comienza el espectáculo por taranto, ya que es un baile que tiene mucho significado hoy para mí. Cargado de historia y de pureza. El taranto es un palo flamenco que surgió en Almería, concretamente en la zona minera, y deriva de la taranta. Se considera a Pepe el Morato, él fue el primero en interpretar un taranto. Es uno de los cantes más sencillos y primitivos, sus letras suelen ser de amor o ambiente minero, y eso hace que en el baile de la bailaora se reflejen esos sentimientos».

«Se considera a Carmen Amaya creadora del taranto, y sólo pensarla ya hace que sea uno de mis bailes preferidos el taranto, es sobrio y recogido. Su marcado carácter emocional hace que sea un palo de gran belleza para el espectador”. “La caña es el segundo palo flamenco que interpreto, dentro de mi camino. Este baile lo he querido interpretar con bata de cola, ya que la misma significa la continuidad de mi propio cuerpo y sentimientos. Estebánez Calderón llamó caña al tronco primitivo de los cantes andaluces. El cantaor Antonio Chacón la dulcificó y la dotó de rítmica ideal”. “La seguiriya, es uno de los más antiguos palos flamencos. Mi corazón- confiesa la bailaora- comienza a latir fuertemente escuchando el cante por seguiriya; de aires lastimeros que atraviesan el alma como dardos de fuego, su olor es el de las viejas señoras flamencas de Jerez, sus modulaciones como el rugido tremendo del mar. Se respira raíz”.