Gema Moneo, marcando la diferencia en el baile
Gema Moneo, que recibirá la Venencia Flamenca en La Mistela, es una bailaora de raza, de las que no tienen ningún complejo por defender la expresión más clásica del flamenco. La jerezana es el resultado de la fiesta, de la naturaleza sana de una juerga, del cante, el baile y el compás en reunión.
La joven bailaora Gema Moneo recibirá el premio Venencia Flamenca de esta edición del Festival de La Mistela, de Los Palacios y Villafranca. Un galardón que ya poseen otras del arte jondo como su paisana María Terremoto (el año pasado), el guitarrista Manuel Valencia, la granadina Patricia Guerrero, Rocío Márquez o Toñi Fernández. Este Festival, que se lleva celebrando desde 1973, está previsto en este 2019 para los días 29, 30, 31 de mayo, concluyendo el 1 de junio. El programa lo componen artistas como María José Carrasco (Lámpara Minera 2018), que inaugura la muestra anual de su tierra; Argentina y Diego Carrasco. Pero sobre todo esta edición será especial para Gema Moneo, que actuará en la noche del 30 de mayo en el Teatro Municipal Pedro Pérez Fernández a partir de las 21.30 horas.
Gema es una bailaora de raza, de las que no tienen ningún complejo por defender la expresión más clásica del flamenco. Su raíz familiar le hace poseedora de unas vivencias únicas que alimentan desde el recuerdo la creación de su discurso actual. Podríamos decir que la jerezana es el resultado de la fiesta, de la naturaleza sana de una juerga, del cante, el baile y el compás en reunión… cuyo mensaje se agudiza con tardes y tardes de estudio en las distintas academias de su tierra siendo muy niña. Desde sus comienzos con Ana María López y Manuela Carpio, sus hechuras marcaban la diferencia entre las de su edad, como le sigue ocurriendo con aún más acentuación. Ha recorrido los grandes tablaos de España, como El Cordobés de Barcelona, en el que tuvo una época cumbre compartiendo escenarios con Pastora Galván o Karime Amaya. El propio Farruquito ha estado muy pendiente de ella desde hace años, siendo por entonces un incipiente bailaora gitana de Jerez que mostraba matices artísticos de suma personalidad. El genial bailaor sevillano contó con ella en obras como Sonería o Improvisao, sirviéndole de verdadera Universidad para su posterior consagración.
En Jerez ha hecho de todo. Estuvo y recordamos su majestuosa participación en la presentación del disco Momentos de su tío El Torta en el Teatro Villamarta en diciembre de 2007. También acompañó a la familia en la Fiesta de la Bulería de 2014 junto a Manuel y Luis Moneo. Y es que no se pueden obviar las influencias cantaoras de su gente, pues hacen de ella una artista sensible, capaz de escuchar el cante y saberlo bailar con la elegancia de las grandes de la historia. Su dominio se refleja en la hora de mover las muñecas, y su oficio se traduce en dos vertiginosos pies que aceleran el tiempo del compás como pocas hoy día saben hacerlo. Ha recorrido el mundo pese a su juventud, junto a grandes nombres como Joaquín Cortés, Diego del Morao, El Choro o El Farru. Contar con ella en un espectáculo es una garantía de éxito.
Y su triunfo absoluto le llega en 2018, subiendo un gran escalón en su carrera con el Premio Revelación del Festival de Jerez que otorga la crítica especializada de esta importante muestra internacional. Con el estreno de El Sonido de mis días ya no deja lugar a dudas. Un espectáculo sencillo en el mensaje, limpio en escena y cargado de emoción. Contó con un elenco muy afín como las voces de Jesús Corbacho, Manuel Tañé, Miguel ‘El Lavi’ y la aparición estelar de su tío Luis Moneo. Tampoco faltó su padre, Jesús Agarrado ‘El Guardia’, quien acompañó con su guitarra el cante de su hija, pues Gema también sabe cantar y además con bastante gusto. Juan Campallo y Ané Carrasco mandaron en la guitarra y la percusión, respectivamente. Pero si algo hay que celebrar de esta bailaora es su acercamiento a la dirección escénica de Mercedes de Córdoba. La idea en esencia de contar con alguien que produzca el espectáculo y lo consiga mostrar con acierto en un escenario es algo imprescindible para que se llegue al cien por cien del éxito.
Gema se va pero no del todo. Se aleja de Jerez pero mantiene su sabor de siempre, con su gente y con sus vivencias que las lleva recogidas en un bendito saco de recuerdos entre los que están pellizquitos de duende con sus tíos Manuel, Juan, Luis, Tío Chico, Mijita… Gema crece y crece por el mundo entero sin abandonar la sensatez de sus raíces y, de vez en cuando, se deja ver por su barrio de La Plazuela, donde habitan peñas como La Bulería o Los Cernícalos… Primeritos pasos de la que ahora marca la diferencia.
Foto de Gema Moneo: Vicente Pachón