Qué razón tienen aquellos que dicen que el flamenco es universal. Bien se puede entender esta afirmación como que el flamenco es para todo el mundo, geográficamente hablando, pero también para todas las personas. Dentro de este noble arte, la disciplina del baile puede escaparse a priori de las capacidades de algunos. Son los llamados a no disfrutar del baile flamenco por tener algún tipo de capacidad. Sin embargo, el bailaor José Galán quiere romper cualquier tipo de barrera y puso en marcha su proyecto Flamenco inclusivo.

Tras estar tres años impartiendo su taller de flamenco inclusivo en Sevilla, José Galán lleva la propuesta a Cádiz, donde estará durante todo el curso, hasta junio de 2020. Un proyecto destinado a personas con algún tipo de discapacidad, ya sea intelectual, física, sensorial o algún tipo de enfermedad mental. Como máximo, el taller tendrá dos decenas de alumnos y se impartirá dos tardes de cada mes en sesiones de noventa minutos. No obstante, si la demanda es alta, los responsables del proyecto ya han explicado que estudiarán la posibilidad de acoger más solicitudes. El taller es gratuito, ya que cuenta con el apoyo de la Fundación Unicaja.

Hacer visible lo posible

«La realidad es que ha habido numerosos artistas en el pasado que han tenido diferentes discapacidades. Es el caso de la Niña de la Puebla, Enrique el Cojo… ¡tú imagínate al tener cojera, la dificultad de zapatear! Este era un artista que buscaba el equilibrio de otra manera y que desarrollaba más el tronco, los brazos, el caso es que el ‘tute’ en la adversidad te hace compensar por otro lado, es muy interesante y por eso yo digo que la diversidad enriquece al flamenco y aporta nuevos puntos de vista. Eso es una realidad», explicaba el propio José Galán en una entrevista concedida para infomedula.org.

La propuesta, que lleva por lema Hacer visible lo posible, está respaldada por David Palomar y su Espacio Creativo Flamenco, ubicado en la plaza de Viudas, Cádiz. «Me enamoré de lo que hacía José Galán, de lo que ha conseguido hacer con estas personas que necesitan otro trato, otro mimo para que se desarrollen en la sociedad. Me emocionó», aseguró David Palomar en la presentación del proyecto.

En el taller la danza será toda una herramienta terapéutica que facilite el desarrollo de las capacidades físicas y psíquicas. Aspectos como la coordinación, el equilibrio o el ritmo a través de la música serán trabajados por el profesor. La actividad tratará de enseñar y transmitir el flamenco mediante la colocación corporal y manejo del ritmo, dando lugar también a la improvisación como expresión propia de cada persona, sin haber limitación alguna. La finalidad del curso es «la mejora de la calidad de vida de las personas que poseen algún tipo de discapacidad, permitiendo activar procesos neurológicos, fisiológicos y emocionales que permiten despertar funciones disminuidas o deterioradas», explican los organizadores.

Foto: cedida por José Galán