Elu de Jerez y la rotundidad de su garganta
La cantaora jerezana forma parte del impresionante elenco que acompañará a María del Mar Moreno en la Bienal de Sevilla, el 14 de septiembre. La presencia de Elu en este cartel vuelve a traer a la memoria noches de gloria protagonizada por una de las voces más importantes de su generación.
En Jerez hay tanto donde elegir que en ocasiones dejan a un lado a primeras figuras del cante que merecen estar siempre en primera línea. No es que a Elu de Jerez (Eloísa Jiménez Domínguez) se la tenga olvidada, pero a veces su discreción humana la lleva a no aparecer en importantes carteles durante largas temporadas. Ha logrado mantener su nombre en un lugar prestigioso y por eso la respetan, la quieren y la admiran, aunque en la práctica no se traduzca en número de contratos.
A esta artista de la calle Martín Fernández del barrio de San Miguel hay que valorarla como merece por gozar de una personalidad cantaora única. Su voz resulta imponente y su dominio de los diversos estilos del árbol flamenco es tan amplio como incuestionable.
«Larga vida a una de las grandes del cante de Jerez, en cuya garganta rompen las olas de las playas de San Telmo, con toda la fuerza que transmite su ser»
Proviene de una familia de cantaores, flamencos rubios y pelirrojos criados en el Campillo, allí donde habita la fe del Cristo de la Expiración. Cada Viernes Santo no falta la saeta de Elu, ni la de su hermano Joaquín ‘El Salmonete’, en un balcón del barrio, donde la esperan cientos y cientos de aficionados entre los que se encuentran algunos de los que pudieron escuchar también a su madre, de la que heredó la impronta.
Entre sus galardones se encuentra el Premio Nacional «Niña de los Peines», con el que se hizo en 1995. Por ello, y durante esos años, pudo recorrer los grandes festivales de Andalucía, como La Puebla de Cazalla, Estepona, Arcos de la Frontera o el de Vejer de la Frontera compartiendo escenarios con Chocolate, Fosforito, La Paquera, Calixto Sánchez, Juan Villar o José Mercé. También ha participado en su tierra, en Fiesta de la Bulería o Viernes Flamenco, y ha recorrido la gran mayoría de peñas del territorio flamenco de la región como Los Cernícalos, Chacón o La Bulería, en muchas ocasiones, junto a la guitarra de Paco Cepero.
Su cante ha sido reclamado en plazas tan exigentes como Madrid, Valladolid, Toro o Zamora. Para los buenos aficionados quedan sus seguiriyas o fandangos, en su aire terremotero, la bulería por soleá o la taranta, sin faltar sus alegrías, tientos y tangos, y bulerías.
Este verano ha estado presente en la jornada final de los Viernes Flamencos de Jerez, espectáculo dirigido por la Federación Local de Peñas dedicado a la mujer. Fue una alegría volverla a ver en un escenario local, tras casi un año de ausencia.
En la noche de la Bienal, en el Teatro Central, compartirá cartel con otros como Antonio Malena, José de los Camarones, Dolores Agujetas, El Tolo o el joven José ‘El Berenjeno’. Larga vida a una de las grandes del cante de Jerez, en cuya garganta rompen las olas de las playas de San Telmo, con toda la fuerza que transmite su ser.