A sus 72 años no presume de nada, aun siendo una de las grandes referentes del baile por bulerías de Jerez en el área de la enseñanza. Ana María López lleva más de cincuenta años en estas lides, por su academia han pasado “miles” de alumnos y alumnas de todo el mundo: India, países africanos, muchos jerezanos, japoneses… Dice que los del país nipón “tienen una gran afición, un gran oído y aprenden fácil. Son muy respetuosos y saben escuchar el cante, porque lo más difícil de bailar por bulerías es saber escuchar el cante. La clave es no adelantarse, no correr, que el cantaor no note que estás nerviosa y que no lo incomodes, hay que disfrutar y saber cuándo y cómo”, comenta Ana Mari.

En ese sentido sigue destapando sus secretos afirmando que “no me ha gustado nunca enseñar contando como otros hacen. Lo respeto, pero creo que cuando se baila con números se te pone cara de tonta, estás pendiente de que no se te vaya ni uno y al final no estás dejándote llevar. He preferido usar siempre los jaleos, el toma que toma, el vamos allá o yo mismo he cantado en las clases para que luego les resulte más fácil poner en práctica lo aprendido”.

El viernes 17 de noviembre recibe un gran homenaje en la Peña La Bulería de Jerez, en su barrio de La Plazuela, donde todo empezó. “Yo aprendí gracias a la gente de mi barrio. Salía de mi casa sin el permiso de mi madre y me colaba para escuchar a los cantaores que estaban en los tabancos. Antes era muy difícil bailar, porque no había tantas academias como ahora, y en mi casa no había una gran tradición flamenca. Mi madre me buscaba y no me encontraba, me tenía que volver a mi casa por la otra puerta para que no se diera cuenta. Era muy seria para estas cosas”.

Ana María será la protagonista de la XXX Exaltación de la Bulería, que pronunciarán dos de sus alumnas: Margara Flores y Manuela Fernández. “Ellas dos pasaron por mi academia y ahora se dedican al arte. Sé que lo harán muy bien y me consta que están llamando a muchos compañeros para que esa noche nos acompañen. La verdad es que me gustaría ver a muchos de mis alumnos y poder abrazarlos en un día tan importante para mí”.

«A sus 72 años, no presume de nada, aun siendo una de las grandes referentes del baile por bulerías de Jerez en el área de la enseñanza. Ana María López lleva más de cincuenta años en estas lides, por su academia han pasado “miles” de alumnos de todo el mundo: India, países africanos, muchos jerezanos, japoneses…»

Por citar a algunos, de sus consejos se han valido figuras de la actualidad como Mercedes Ruiz, Patricia Ibáñez, Juan Antonio Tejero, Esther Aranda, Rocío Marín, Carmen Herrera, Gema Moneo, Saray García o Juan Tomás de la Molía. “Yo estoy muy contenta, no sé cómo explicarlo, no tengo palabras. Se lo digo a mis hijos, no consiguen entender lo que supone esto para mí. Yo he pasado parte de mi vida en la Peña La Bulería. Aunque mi academia la instalé durante tantos años en la Peña Los Cernícalos, La Bulería me acogió en unos momentos duros para la otra peña por un problema en el edificio”.

La bailaora es una gran aficionada al cante y ha sabido siempre rodearse de un buen elenco para sus clases, que luego irían al escenario. No olvida su época en la compañía de Manuel Morao, cuando llevaron a escena Flamenco, esa forma de vivir, encargada ella del grupo infantil, o en la Expo de Sevilla del 92, en el grupo Arco de Santiago, bailando y coordinando también a los infantiles. Fue de las maestras pioneras en viajar a Japón, con su grupo Semilla Flamenca, haciéndolo en más de veinte ocasiones hasta nuestros días: “Ya no estoy para tanto viaje, pero es una tierra que siempre me ha querido, de hecho muchas de las alumnas que yo enseñé ya son las que dan las clases allí”.

El Torta, Manuel Moneo, Agujetas, Los Mijita… son los que “a mí me han gustado, porque los he escuchado siempre en reunión y eso ha sido un lujo”. Para la noche del viernes, una vez que se pronuncie el pregón y se le haga entrega de la distinción a Ana María, la fiesta continuará con el cante de Paco Gasolina y Manuel de la Fragua, con la guitarra de Jacobo Peña y “un fin de fiesta en el que participen todos los que quieran esa noche acompañarme”. La entrada es libre hasta completar el aforo.