José Garzón: un ejemplo de entrega y pasión
Letrista flamenco y, sobre todo, una excelente persona. Ha estado más de veinte años de presidente de la Peña flamenca Paco Mazaco y estos días ha dejado el cargo por problemas familiares
Parte de mi infancia y adolescencia transcurrió en la localidad sevillana de Coria del Río, a solo cinco kilómetros de Palomares, donde me crié, y a unos doce o trece de la capital. Otras localidades cercanas son La Puebla del Río, Almensilla, Gelves, Isla Mayor, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe, pueblos poco flamencos, aunque en algunos de ellos ha habido y hay excelentes cantaores y, sobre todo, buenos aficionados a escuchar. Coria es de los más flamencos de esta zona, de donde era parte de la familia del gran cantaor Paco Mazaco, que se crió en esta localidad.
Gracias a Mazaco y a buenos aficionados del pueblo hubo una época, los años veinte y treinta del pasado siglo, se veían siempre muchos artistas famosos del flamenco como Manuel Torres y su hermano Pepe, Fernando el de Triana –que tuvo un chiringuito en El Carrascalejo, al lado del río–, la Niña de los Peines, Pepe Pinto, Antonio Mairena, Manuel Vallejo y Pepe Marchena. Esto hizo que se creara una buena afición en el pueblo y que salieran grandes aficionados que cantaban bien.
Algunos de estos aficionados fundaron la Peña Flamenca Paco Mazaco, que está en la calle Sacrificio desde hace décadas, y uno de los fundadores fue el gran aficionado José Garzón, letrista flamenco y, sobre todo, una excelente persona. Ha estado más de veinte años de presidente de esta peña flamenca y estos días ha dejado el cargo por problemas familiares, en una asamblea de la que salió el nuevo presidente, el buen aficionado José Esquivel, un trianero afincado en Coria. He seguido la trayectoria de José Garzón como presidente y puedo asegurar que ha sido un verdadero ejemplo de eficacia y amor por el flamenco. Va a costar acostumbrarse a no verlo mandar en la peña, aunque ha prometido que seguirá frecuentando el local y que estará ahí para lo que haga falta.
Garzón es un aficionado de los que ya escasean, que no solo trabaja sin desmayo por su peña, sino que va a otras peñas de la provincia de Sevilla y que te lo encuentras en muchos festivales de los pueblos cuando llega el verano. Si quisiéramos contar las horas, los días, las semanas y los meses que este hombre le ha quitado a su familia para dárselos al flamenco, sería imposible. Media vida o más trabajando por un arte que en Coria cuenta con el apoyo del Ayuntamiento gracias a que existe la peña flamenca, que por cierto es de una gran actividad, con recitales, concurso anual y tertulias para los socios. Casi todas las grandes figuras del cante de las últimas tres o cuatro décadas han pasado por su escenario, colocado en un local pequeño, para unas cincuenta o sesenta personas, que fue antes un conocido colegio.
José Garzón tendrá que ser galardonado de alguna manera por todos estos años de trabajo desinteresado, aunque no lo haya hecho con esa idea. Desde ExpoFlamenco, donde valoramos el trabajo de los peñistas, gracias por todo y, de paso, suerte al nuevo presidente, el amigo Esquivel, que era el vicepresidente de la anterior directiva. Conozco muy bien a José Esquivel y estoy totalmente seguro de que va a seguir haciendo una buena labor por la peña coriana.