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Águeda Saavedra, la aventura de crecer

La bailaora de Nerja debuta en el Teatro Central (Sevilla) con ‘Venero’, un espectáculo en el que despliega su arte arrebatador, aunque el resultado final acaba haciéndose un poco largo. Con todo, muestra credenciales suficientes para tenerla en cuenta como figura emergente.


Que en Sevilla hay público para el flamenco lo acreditaba ayer la coincidencia, con una escasa hora de diferencia, de dos citas notables como fueron el recital de Israel Fernández en el Maestranza y el debut de Águeda Saavedra en el Teatro Central. De esta joven bailaora de Nerja se viene hablando desde su temprana militancia en el Ballet Flamenco de Andalucía y su consagración en el Festival de Jerez, donde obtuvo el premio Revelación por el espectáculo Sí quiero de Mercedes de Córdoba. Más recientemente, el compañero Kiko Valle destacaba en Expoflamenco su participación en el Festival de Osuna, y cuando el río suena…

 

De ríos iba la cosa, precisamente. Venero, el espectáculo con que se presentaba Saavedra en Sevilla, hace referencia al manantial que brota de la tierra y crece hasta convertirse en una corriente caudalosa. La puesta en escena, sin embargo, remitía más bien a la metamorfosis de la larva en mariposa –ese ser informe y ciego que se arrastra antes de desplegar sus alas–, una metáfora que no es nueva en el flamenco, pero que desde el principio estaba muy bien planteada con sencillos pero efectivos recursos escénicos: el flight case del que sale la bailaora, el suelo reflectante, las luces sobrias pero bien estructuradas…

 

Lo cierto es que el montaje funciona desde el principio. Dos voces extraordinarias y muy diferentes entre sí, Jesús Corbacho y Pepe de Pura, la guitarra de Juan Campallo creando texturas altamente sugerentes y la percusión de Paco Vega, precisa e imaginativa, prestaban a Saavedra el ámbito sonoro idóneo en el que desplegar su baile arrebatador.

 

 

«Las alegorías del juego y el recreo, con el vaivén de las cintas y las carreras, que ponen un contrapunto desenfadado al rostro de Águeda Saavedra, tremendamente expresivo y dramático en otros momentos, como cuando se trata de bailarle a la pena negra de la seguiriya»

 

 

Águeda Saavedra – ‘Venero’. Ciclo Andalucía-Flamenco. Teatro Central, Sevilla. 5 octubre 2023. Foto: perezventana

 

 

Tras la interpretación íntima y sentida de Tu mano de Alameda a cargo de Pepe de Pura, las siguientes escenas fueron pura efervescencia: las alegrías flameantes, las enérgicas bulerías en las que Jesús Corbacho encajaba con age el Canta y no llores, y las alegorías del juego y el recreo, con el vaivén de las cintas y las carreras, que ponen un contrapunto desenfadado al rostro de Saavedra, tremendamente expresivo y dramático en otros momentos, como cuando se trata de bailarle a la pena negra de la seguiriya.

 

Todo iba a las mil maravillas, la historia estaba siendo bien contada, las transiciones eran perfectas, todos los artistas estaban inspiradísimos, y la protagonista de la noche en estado de gracia, tan bien de pies como de brazos, enérgica y sensual a la vez. Su modo de interpelar al público tanto con el baile como con la mirada, esa hipnótica doble llama azul, impedía un momento de distracción para el respetable.

 

Sin embargo, como dicen que sucede en los toros, una faena no está completa si no se remata bien. Y el espectáculo, que marchaba a las mil maravillas como se ha descrito, se vino inexplicablemente abajo tras la citada seguiriya. No es que Saavedra dejara de bailar bien, no es que sus compañeros cayeran en negligencia alguna. Simplemente cundió la sensación de que todo lo que había que decir, ya estaba dicho antes. Que a partir de ese momento, cuando ya se rebasaba la hora de actuación, iba a ser superfluo. Y así fue.

 

No nos cansaremos de repetirlo: menos es más. Hay que saber parar a tiempo, y cuando se tienen las cualidades de Águeda Saavedra, tal vez eso es lo más difícil. Fue una pena, porque el relato de Venero, la metáfora de esa aventura que es crecer, es algo que vale la pena contemplar y oír. Y que la idea final, esa estampa de sosiego y esperanza, era de veras hermosa, pero ya el público había desconectado, había despertado del encantamiento. Tiempo hay para pulir detalles, pero lo seguro es que, desde hoy, muchos vamos a seguir a la de Nerja allí donde baile.        

 

 

Ficha artística

Águeda Saavedra – Venero
Ciclo Andalucía Flamenco
Teatro Central, Sevilla
5 de octubre de 2023
Águeda Saavedra, baile
Juan Campallo, guitarra
Pepe de Pura, voz
Jesús Corbacho, voz
Paco Vega, percusión

 

 

Águeda Saavedra – ‘Venero’. Ciclo Andalucía-Flamenco. Teatro Central, Sevilla. 5 octubre 2023. Foto: perezventana

 

Águeda Saavedra – ‘Venero’. Ciclo Andalucía-Flamenco. Teatro Central, Sevilla. 5 octubre 2023. Foto: perezventana

 

Águeda Saavedra – ‘Venero’. Ciclo Andalucía-Flamenco. Teatro Central, Sevilla. 5 octubre 2023. Foto: perezventana

 


Un pie en Cádiz y otro en Sevilla. Un cuarto de siglo de periodismo cultural, y contando. Por amor al arte, al fin del mundo.

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