Vivencias de maestros en la II Convención de Guitarra Flamenca de Huelva
Los días 25 y 26 de noviembre se celebró la II Convención de Guitarra Flamenca Ciudad de Huelva en la Fundación Cajasol. El programa incluyó las conferencias del constructor de guitarras Abraham Ortega y los guitarristas Miguel Vargas, Paco del Gastor y Ricardo Miño, junto a un recital de Álvaro Mora.
El fin de semana del 25 y 26 de noviembre se ha celebrado la II Convención de Guitarra Flamenca Ciudad de Huelva en la Sala Platero de la Fundación Cajasol.
En la coordinación y dirección estuvo Antonio Dovao, de manera extraordinaria y con maestría. Antonio es guitarrista, compositor, docente y director de la Asociación Cultural La Cavaera y de la plataforma online CursodeGuitarraFlamenca.com. Además de su actividad en Internet y redes sociales, realiza un trabajo encomiable en beneficio de la sonanta. Tiene dos trabajos discográficos: El Legado y El Discípulo. Incluso está inmerso en un proyecto, Flamenco Rural, en el que acerca el flamenco a pueblos y localidades onubenses que por diferentes motivos no tienen programación de este arte. El programa incluyó las conferencias del constructor de guitarras Abraham Ortega y los guitarristas Miguel Vargas, Paco del Gastor y Ricardo Miño, junto a un recital de Álvaro Mora, Bordón Minero 2022. Todo estuvo repartido en dos jornadas. Esta convención guitarrera culminó con una convivencia en la sede de la Asociación Cultural La Cavaera.
El maestro Miguel Vargas es un reconocido guitarrista extremeño de origen portugués. En su conferencia nos detalló sus vivencias. Explicó cómo se manifiestan en su trabajo gráfico Pulgar y Bastón. En una magnífica disertación de sus vivencias, contó la influencia en su guitarrade los tangos y jaleos extremos. En su charla nos deleitó sobre la actitud de respeto del tocaor, los tiempos, los silencios, los detalles guitarrísticos. Miguel vino acompañado de su hijo Juan Vargas, que manejó una presentación digital a la par de la conferencia donde Miguel narró lo que ha vivido. Desde aquellas fiestas en Beia en el Alentejo portugués creció su pasión por la sonanta. Vivió las fiestas familiares, los pedimentos, los casamientos y el trato del ganado. Pasó temporadas entre Mérida y la Costa Brava hasta que se asentó con su familia en la localidad emeritense. Y sobre todo, estableció contacto con los Verdinos y varias familias que salvaguardan las raíces de estos tangos y jaleos extremeños. La herencia de Porrina de Badajoz o grabaciones de artistas por los palos antes citados. Y las actuaciones con La Kaita, Alejandro Vega o Juan Cantero. Cómo llevó a su guitarra de Ramírez su alma flamenca, en un momento en el que volcó todo lo heredado entre las seis cuerdas para dar esa identidad flamenca al toque extremeño por tangos y jaleos. Una identidad a la que se le añaden esos silencios, esa forma de “echarlo patrás”, y esa pausa para engrandecer al cante. Todo lo mostró a través de su guitarra para deleite de los asistentes entre seguiriyas, tangos, jaleos o soleares. Y como conclusión, apreciamos que Miguel Vargas dota al toque extremeño de la esencia verdadera y flamenca de la que carecía.
Terminada la conferencia de Miguel Vargas escuchamos y disfrutamos enormemente del concierto de guitarra flamenca de Álvaro Mora, indiscutible ganador del Bordón Minero 2022. Álvaro Mora Domínguez nació un 16 de febrero de 1998 en Moguer, Huelva. Es uno de los guitarristas con más proyección del panorama flamenco y con más futuro de la provincia de Huelva. Guitarrista asentado en el sevillano Tablao Los Gallos, toca junto a Jeromo Segura, Esther Merino, Jesús Corbacho, El Pecas, El Choro, Rafael de Utrera, María Canea o Manuel de la Luz, entre otros. Su guitarra desgrana un lenguaje muy personal y está dotado técnicamente de un claro lenguaje musical, sensible y lleno de flamencura. A través de sus cuerdas expone un toque lleno de verdad, sin artificios. Un lenguaje donde brota el flamenco por medio de picados, pulgares, rasgueos, trémolos o arpegios. Se expresa donde la melodiosa armonía da sentido a lo que el toque necesita en cada segundo. Entre su repertorio, toques como soleá o taranta, donde se pone la técnica al servicio de la transmisión. Aparece el pellizco y el alma flamenca por medio del soniquete salinero de las alegrías y los tanguillos. Y nos hizo volar a través de una majestuosa jonda y extraordinaria seguiriya a tiempos de Manolo de Huelva, Mario Escudero y Niño Ricardo.
«La II Convención de Guitarra Flamenca Ciudad de Huelva es una cita importante dentro del mundo guitarrero. Esperemos que se convierta en un referente entre constructores, guitarrista y aficionados de la guitarra flamenca. El disfrute y el aprendizaje van de la mano»
El sábado por la mañana comenzó el luthier Abraham Ortega. Nacido en Perú pero reside desde hace mas de treinta años en Sanlúcar la Mayor. Abraham se viene con un amigo desde Perú, dejando sus estudios en la Facultad de Derecho, debido a la inquietud y la pasión de conocer el mundo flamenco. Se inicia en el baile de la mano de maestros como Manolo Marín. Pero al ver que le costaba trabajo se inclina por la guitarra. Eso le lleva a interesarse por la guitarra flamenca y su construcción. Lo que concluye con una formación con su mentor Andrés Domínguez, guitarrista y constructor de guitarras sevillano afincado en Triana. Durante su conferencia muestra con ejemplos visuales el proceso construcción. Muestra una tapa armónica, una solera con el fondo y aros montados, una pala, un mástil o un diapasón. También enseña su técnica de barnizado con muestras de la famosa goma laca. Y como testigo de esta charla tres preciosas guitarras de su firma. No obstante, Abrajam responde a todas las dudas de los asistentes que le preguntaron sobre su trabajo. Hace referencia también a las diferentes herramientas, así como de la importancia durante el proceso de las condiciones de humedad, temperatura y secado. Entre los asistentes contamos la presencia de los compañeros de profesión Alberto Pantoja y Rafael González Serna. Charla didáctica, entretenida y gran valor para conocer un poco más este instrumento.
Tras un breve receso, Antonio Dovao nos presentó a Paco del Gastor. Paco, sobrino de Diego del Gastor y heredero de su toque, nos deleitó con una simpática y emocionante charla llena de vivencias. El se confiesa ricardista, sabiquista y gastoreño porque lo lleva en su alma. Entre la múltiples vivencias nos detalló como siendo niño su abuelo Diego y Niño Ricardo se admiraban mutuamente. Es más, Diego le enseñaba algunas falsetas y le daba unos duros diciéndole: “Ve y le tocas esto a Riardo, a ver qué le parece”. Y Paco lo hacía. Pero su sorpresa era que Ricardo le enseñaba otra cosa para que Paco se la mostrara a Diego. Hasta que un día Ricardo le puso una falseta por soleá y él le cambió el remate. Cuando Ricardo la escuchó le dijo: “Niño, ¿ese remate de quién es?”. Paco le dijo que lo había hecho él. Entonces Ricardo le dio la mano y le dijo: “Ya eres guitarrista”. También entre sus vivencias contó que estudiaba música y conoció muchas obras de guitarra clásica. Cómo para sacarse el carnet de artista acompañaba a la Niña de los Peines en un cuplé por bulerías en la menor, que fue maravilloso. O las reuniones en Madrid con Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Juan Habichuela o Niño Ricardo, donde también conoció a Manolo de Huelva. Nos detalló cómo Diego del Gastor aprendió de Paco de Lucena y Pepe el Sevillano en Morón. Y cómo en el caso de Miguel Vargas, el toque del del Gastor impregna de flamencura y seña el toque moronero o gastoreño. A Paco le acompañaron su esposa y su nieto, el también guitarrista Gastor de Paco. Paco nos regaló una enciclopedia de sabiduría y vivencias a la par de su saber estar y la simpatía que derrocha.
Para terminar la convención intervino Ricardo Miño. Ricardo Miño Alvárez es un guitarrista sevillano nacido en el barrio de Triana en 1949. A lo largo de su carrera, como mencionó en algunos momentos de su intervención, trabajó con Antonio Mairena, Manuel Mairena, Pepe Marchena, Niña de la Puebla, Pepe Pinto, Niña de los Peines, Fosoforito, Manuela Vargas, Antonio el Sevillano, Enrique el Cojo, Paco de Lucía o Pedro Sevilla, en diversas compañías o espectáculos de variedades. El guitarrista trianero explicó que para vivir de la guitarra o trabajabas en una venta o te enrolabas en alguna compañía. Cuando Ricardo empezó a trabajar en compañías, tuvo que viajar con un permiso paterno. Y fue Pepe Pinto quien lo llevó a sacarse el carnet de artista. Conoció a Niño Ricardo en el Bar Pinto, que en aquel entonces trabajaba con Antonio Molina. Allí mismo Niño Ricardo le dijo al joven Ricardo: “Vete y espérame en la casa”. Niño Ricardo llegaba horas después. Ambos mantuvieron muchas horas de convivencia y de toques, como nos apuntó Ricardo. Y resaltó que se quedaba abrumado cuando colaborando con la familia de Niño Ricardo para rescatar su obra aparecieron mil composiciones de Manuel Serrapí en la Sociedad General de Autores. Ricardo Miño mostró su obra encuadernada. Otra anécdota que nos contó fue que cuando obtuvo en Córdoba el Premio Nacional de Guitarra Manolo de Huelva, años después se enteró de que Manolo estaba en Sevilla. El de Huelva trabajaba en casa de una señora para llevar a cabo unas transcripciones de su música, y Ricardo iba a verlo. Un amigo le advirtió que Manolo era serio. Ricardo se presentó y le dijo que había ganado un premio en su honor. Entonces Manolo le respondió que se sentara y le dijo a la señora: “Ponle al niño un vaso de leche y enciéndele la tele”. Su primera guitarra era de Alberto Pantoja Padre. Después adquirió una guitarra de Manuel Reyes y luego otras como sus Andrés Domínguez o Faustino Conde. Además, Ricardo explicó cómo él intercedía para facilitar un local al constructor Andrés Domínguez, que este además de tocar construía las guitarras en su casa.
La II Convención de Guitarra Flamenca Ciudad de Huelva es una cita importante dentro del mundo guitarrero. Esperemos que se convierta en un referente entre constructores, guitarrista y aficionados de la guitarra flamenca. El disfrute y el aprendizaje van de la mano en estas jornadas, donde la convivencia y la armonía se palpa en el ambiente entre todas las personas que asisten. Un balance positivo sobre lo que acontece a lo largo de estos dos días con un cartel de auténtico lujo.
Imagen superior: Irra Torres, Antonio Dovao, Paco del Gastor y Gastor de Paco.
Fran 2 diciembre, 2022
Buenas, quería que aclararan que en el artículo dice que Paco del Gastor era nieto de Diego del Gastor, era sobrino puesto que Diego no tuvo hijos
Irra Torres 2 diciembre, 2022
Muchas gracias, Fran. Yo deduje al escribir el artículo que era nieto. Porque en la conferencia siempre hablaba del abuelo Diego.
Gracias y un saludo.
Irra Torres 2 diciembre, 2022
Ya se ha corregido el error, gracias, por comunicarlo, Fran, y gracias a Quico Pérez Ventana por su disposición.