Mari Peña: «Yo defiendo a Utrera aunque mi pueblo no me defienda a mí»
La cantaora utrerana Mari Peña charla con Juan Garrido en exclusiva para Expoflamenco desde las Bodegas Lustau de Jerez. «No entiendo que se tenga desplazada a tanta gente que hasta que no se mueren no la reconocen, como le pasó a Perrate», dice.
Lo que más llama la atención de esta cantaora es su sentido del humor, esa forma positiva con que se toma las cosas a pesar de reconocer que «cada paso que he dado en mi vida me ha costado mucho trabajo». María del Carmen Romero Peña es la Mari Peña (febrero del 74), la Mari del Moya para muchos, por su matrimonio con el guitarrista Antonio Moya, al que considera como «uno de los mejores para acompañar». Tiene todo el sabor de Utrera, de esa generación a la que pudo disfrutar como Fernanda y Bernarda, Bambino, Gaspar o a su propia familia, los de la Buena. Se ha criado en el cante más sincero y casero, en esas fiestas en las que todos participaban respetando siempre a los mayores. Desde joven ha sido artista de fiestas «privadas», en las que hay de todo pero en las que siempre se ha sentido a gusto, «porque yo hago que me escuchen, que se me respete y escuche cuando canto». Defiende a Utrera por su personalidad, «cada uno ha tenido su sello propio», y apuesta por su generación y por la anterior, no entendiendo que «se tenga desplazada a tanta gente que hasta que no se mueren no lo reconocen, como le pasó a Perrate«. Es una entrevista que realizamos en las Bodegas Lustau de Jerez.
«Yo hago que me escuchen, que se me respete y escuche cuando canto»