Araceli Campillos puso el broche al ciclo Cajasur con el Flamenco
Finaliza la XI edición de Cajasur con el flamenco. Araceli Campillos, artista de Lucena, Córdoba, fue la elegida por la Peña Plomo y Plata de Linares para este fin.
La noche tórrida de calor que hizo en la ciudad minera de Linares (Jaén) no fue suficiente para que algunos aficionados nos acercásemos a disfrutar de la cantaora lucentina Araceli Campillos. Lucentina de nacimiento, cantaora y cantante de copla. Sobradamente es conocida por su participación en los programas Se Llama Copla y Tierra de Talentos de la televisión pública andaluza.
La cantaora, a pesar de su juventud, es una buena intérprete del flamenco en general. Supo adaptarse a las condiciones adversas del tiempo, que no acompañaba a una noche flamenca, ni de otra índole. Índole que vino a verse en la temperatura que tuvieron que soportar tanto la cantaora como su guitarrista Román Carmona.
Hizo un recital de siete cantes, sin descanso, a petición de la presidenta de la peña por el calor, que es lo que no suele suceder en la mayoría de las peñas flamencas. Normalmente se suele empezar el recital, se hacen cuatro cantes y un descanso. Descanso que sirve para que el bar de la peña funcione. Posteriormente se sigue con otros cuatro cantes dando clausura al recital.
Empezó templando la lucentina los cantes por malagueñas con una verdial de remate, recordando al Mellizo y a Juan Breva, con una voz bien timbrada, con una muy buena técnica y colocación, hecho que demuestra que la voz sea del tipo que sea educa, ya sea flamenca o de otra índole. Su paso por televisión así se ha dejado demostrar.
Siguió recorriendo la baraja de cantes flamencos, tangos, de muy diversos estilos, alegrías con aires de la bahía gaditana y un estilo muy personal, aunque recordando a la gran maestra Perla de Cádiz, farruca, seguiriyas de Jerez con el cambio de Manuel Molina. Este cambio un tanto largo, yendo a Vallejo pero alargándolo más. Fandangos de Huelva y de Lucena, recordando la calle Rute y a Cayetano Muriel. Terminó por bulerías, aunque estas últimas más que bulerías fueron cuplés, ya que no se dejó ver en la bulería corta de Jerez, tan tradicional, ni Utrera, ni ninguna otra. A día de hoy es fácil pensar que cualquier cante que va a compás de bulerías lo es, pero no es así. El cuplé no son bulerías, sino que se canta a ese mismo compás.
Román Carmona supo estar a la altura del acompañamiento. Este guitarrista, con un amplio bagaje en el acompañamiento, puso de manifiesto que conoce bien su trabajo, con un toque limpio y al servicio de la cantaora, para que ella pueda lucirse y salir airosa.
Si hubiese algo que decir en contra de esta joven cantaora es que se le nota demasiado su vena coplera. En algunos momentos más que flamenca parecía tonadillera. Tonadillera, sí, porque la colocación de la voz iba más en la línea de cantar copla que de arrimarse a la jondura flamenca, pero supo salir airosa a pesar de las dificultades que tuvo, como ya se ha explicado.
Así termina la Xi edición del ciclo Cajasur con el flamenco en la provincia de Jaén. Jaén ha contado con artistas de alto nivel, como viene siendo habitual en este ciclo. También con conferenciantes que llevan toda una vida dedicada al flamenco, investigadores, críticos, etc. Ciclo que, según comentan entre bastidores, se repetirá el año que viene. Habrá que ver quiénes son los artistas incluidos en la próxima edición.
Texto y fotos:
José Ramón Checa Medina