Qué alegría da que un festival como el de Jerez, de los dos o tres más importantes del mundo, levante el telón del arte para que no se pare lo jondo y los artistas puedan vivir. Y los aficionados, claro, que algunos no concebimos la vida sin el torniscón de la cantelogía. Soy un enamorado de esta ciudad gaditana y sus inigualables artistas, y me encantaría estar hoy en el Villamarta asistiendo al estreno de Eva la Yerbabuena, pero me lo impiden otros compromisos flamencos. En concreto, la presentación en la capital andaluza del documental Mujer, gitana y reina del cante, sobre la Niña de los Peines. Pero tiempo habrá para ir a la cuna de Chacón y Manuel Torres, dos de mis ídolos del cante, bien sea para trabajar o simplemente para perderme en sus calles tan flamencas.

«Es admirable la valentía de los organizadores de este festival tan fundamental en todo el mundo»

En plena pandemia, era arriesgado celebrar el festival. De hecho, se pospuso para este mes, mayo, que no es cualquier mes en Jerez. Había que hacer un esfuerzo, porque si paramos el flamenco dos o tres años se muere. Está más que demostrado que no hay contagios en los teatros si se toman todas las medidas de seguridad, y los artistas necesitan el escenario por lo económico y también por lo espiritual. Hay una tristeza en este arte que no puede traer nada bueno. Por eso es admirable la valentía de los organizadores de este festival tan fundamental en todo el mundo. Será otro el ambiente, sin duda, pero al menos se va a celebrar y eso es lo que cuenta.

Serán dieciséis días a tope, de una calidad extraordinaria. Nunca llueve a gusto de todos, pero la programación es excelente y muy variada, con grandes figuras como La Yerbabuena, María Pagés o El Grilo, y con nuevos valores que aseguran el futuro de un arte que se renueva cada día a través de sus artistas. Es verdad que se va haciendo cada vez más duro ir a Jerez, por la cantidad de artistas y amigos que se han ido en poco tiempo (Fernando Terremoto, Fernando el de la Morena, Moraíto, El Bo…), pero hay que ir al festival porque es una manera de que todo lo que nos ofrecieron no caiga en saco roto.

Imagen superior: Carmen Herrera – Festival de Jerez 2020 – Foto de Javier Fergo