Israel es flamenco en estado puro, entendida la pureza como la más alta expresión del alma, la oración del sentimiento. Flamenco del siglo XXI. Israel lo tiene todo. Ritmo, compás y armonía. Y el ángel de cinco razas cantando en su corazón. Así describe su discográfica Universal Music, a este talento, considerado como uno de los cantaores más grandes de su generación. El 15 de mayo de 2020 ve la luz su tema titulado Vino amargo, producido y grabado por él mismo en su casa de Corral de Almaguer, Toledo.

«Vino Amargo, del mítico Rafael Farina y una de las coplas más celebradas de nuestra historia, alcanza su máximo de flamencura en la voz de Israel Fernández, acompañado por él mismo al piano», cita la nota oficial. Este tema no estará incluido en el disco Amor junto al guitarrista Diego del Morao, que verá la luz el mes de septiembre de 2020.

«Pastora Pavón tenía todos los registros de la voz y es, junto con Camarón, la figura que más me ha marcado, hasta hacerme daño»

Israel nace en el seno de una familia gitana en Corral de Almaguer, aunque de orígenes andaluces. Su madre y su abuela fueron los motores para que el artista amasara el arte flamenco. Un niño prodigio que con tan solo once años empezaba a dar sus primeros pasos en los escenarios, tanto en fiestas populares como en televisión, donde se proclama ganador del concurso Tu Gran Día.

Tras pasar por otros concursos televisivos, con dieciocho años graba su primer disco producido por el pianista Pedro Ojesto con la guitarra de David Cerreduela y la participación de Vaki Losada, José Losada y Juan Antonio Salazar, entre otros. Ha compartido escenario con grandes como Raimundo Amador, José Mercé, Arcángel, Tomasito, Diana Navarro, Rocío Molina, Joaquín Grilo y Pastora Galván. E incluso con artistas internacionales de la talla de Macy Gray o Erykah Badhu, estrellas del soul.

«Yo cantaba siempre en casa y recuerdo a mi padre despertándome a veces de madrugada: ‘Niño, baja, que han venido a escucharte’», cita el cantaor en una entrevista publicada por El Periódico.

Su gran ídolo es Camarón de la Isla, todo un referente. Israel lo ve como un espejo en el que mirarse, aunque también bebe de fuentes tan carismáticas como la de Manolo Caracol, Antonio Mairena, La Niña de los Peines, Rafael Farina, Porrinas de Badajoz o Marchena, entre otros. «Pastora tenía todos los registros de la voz y es, junto con Camarón, la figura que más me ha marcado, hasta hacerme daño», continúa Israel Fernández.

Israel consigue rejuvenecer el cante antiguo para dotarlo de elementos nuevos y hacerlo llegar a la afición actual. «Estoy grabando mi cuarto disco, que será de guitarra y cante, hecho para los flamencos y dejándome llevar muchísimo», concluye. De momento tenemos que conformarnos con lanzamiento de Vino amargo.