La internacionalización del flamenco sigue su rumbo y esta vez su viaje ha hecho una parada en Rusia, concretamente en el XVIII Festival Internacional de Flamenco Viva España, a celebrar del 19 al 24 de noviembre de 2019. Allí, la bailaora y coreógrafa malagueña Rocío Molina ha llevado su espectáculo Caída del cielo al teatro moscovita Russkaya Pesnia.

«Vengo a Moscú con muchas ganas, mucha ilusión. Espero no dejar indiferente al espectador ruso», citaba la artista poco antes de su presentación en declaraciones recogidas por EFE. Eso sí, también precisó que lo importante para ella es «emocionar», sea «para bien o para mal». Por otro lado, se congratuló a la vez por la «pasión» por el flamenco que existe en Rusia y subrayó que esta viene reforzada por «gente que baila muy bien».

La artista –Premio Nacional de Danza 2010– tiene una trayectoria intachable. Con más de una decena de creaciones propias, continúa mostrando al mundo su particular forma de hacer flamenco. «No creo que la belleza esté en la perfección, a mí me gusta más encontrar la imperfección», explicaba Molina a EFE. Primero hay que «dominar el arte» para poder luego «olvidarlo y dejarse llevar», perdiendo todo el control en ese camino «hacia la ingenuidad y la imperfección». Pero para tener esa libertad, primero hay que recorrer un camino «muy exigente».

La bailaora destacó la pasión por el flamenco que existe en Rusia, reforzada por «gente que baila muy bien»

«Caída del cielo es un viaje de la mujer hacia la profunda libertad. No se trata de la imagen invertida del ángel caído, sino de la mujer que se deja llevar por la danza, su intuición y el cuerpo. Es el recorrido de una mujer a través de luces y sombras, el silencio y la música en territorios desconocidos, hacia lo que se oculta normalmente y ahora se materializa en el cuerpo de Rocío. Su baile nace de una mezcla entre una potente energía del cuerpo y la tierra, convirtiéndose en la celebración de ser mujer». Así presentó el espectáculo la organización del evento.

Festival Flamenco Viva España

El Festival Internacional de Flamenco Viva España nació en Rusia en el año 2000 gracias al empuje que le dio la bailaora rusa Liubob Kuznetsova. Ya en el 2004 fue bautizado con su denominación actual. Está organizado por la Casa de Flamenco Flamenquería, con apoyo de la Embajada de España de Rusia y el Instituto Cervantes de Moscú. Junto a Rocío Molina, también participa en la presente edición el bailaor y coreógrafo sevillano Rubén Olmo con sus espectáculos Horas contigo y Alma. En la pasada edición del festival participaron nombres como Manuel Liñán y Rosario Toledo, entre otros.

En junio de 2019, la bailaora presentó en el Teatro Cajasol de Sevilla su espectáculo Impulso. «Vamos a ver bailar a Rocío Molina. Y vamos con el corazón encogido. Porque Rocío es una artista controvertida. O te gusta a rabiar o te saca de tus casillas. Es lo que tiene ir a la cabeza de la vanguardia en cualquier arte. Todavía recuerdas aquella madrugada de la Bienal de Sevilla de 2016, en la que la bailaora malagueña le sacó los colores a todas las caras del baile conocidas y por conocer, mientras cocinaba a fuego lento un puchero gitano con todos sus avíos sobre las tablas del Teatro Central», comentaba nuestro cronista Luis Pérez por aquel entonces.

Ahora, Rocío Molina ha adelantado que ya trabaja con tres grandes guitarristas en la creación de una nueva obra que será estrenada en la Bienal de Flamenco de Sevilla 2020.