Pasaporte a Arcángel
El cese del cantaor onubense Arcángel al frente de la Cátedra de Flamencología de Córdoba, con el debido respeto, ha sido una chapuza que no empaña el valor de la institución ni el prestigio de Córdoba como ciudad flamenca.
Cuando el pasado año se filtró que Arcángel sería el nuevo director de la Cátedra de Flamencología de Córdoba, enseguida escribí sobre el nombramiento y dije claramente que no era un acierto porque, en mi opinión, el cantaor onubense nunca había mostrado interés alguno por el complejo mundo de la flamencología. Que era artista, un buen cantaor, y que ese puesto no acababa de verlo claro. Lo sigo pensando, por supuesto. Y no porque lo hayan cesado sin muchas explicaciones, como saben que ha ocurrido, sino porque conozco bien a Arcángel, al que admiro, y sigo sin verlo en ese papel. Tampoco soy nadie para decirle lo que tiene que hacer, porque es ya mayorcito. Pero un cantaor, por bueno que sea, no tiene por qué estar preparado para dirigir una cátedra universitaria.
«¿Qué cualidades debe tener alguien para dirigir una cátedra como la de Córdoba? Amplia experiencia como estudioso, bagaje profesional en su campo, acreditados conocimientos, tiempo y ganas de trabajar»
Seguramente, el artista ha hecho una buena labor en el año que ha estado. No lo sé, porque no sigo mucho las cosas de la Cátedra de Flamencología de Córdoba, donde por cierto he dado ya dos conferencias sobre flamenco e investigación. Sé que ha llevado a críticos e investigadores de su gusto y a un buen número de artistas. Pero su trabajo no habrá convencido mucho cuando le han dado pasaporte al finalizar su contrato. Esto es algo que se suele hacer, así que poco podemos reprochar a la Cátedra. A lo mejor las formas no han sido las idóneas, y es lógico que Arcángel esté molesto, como hemos visto en una entrevista del compañero Alejandro Luque en eldiario.es.
Arcángel va a seguir en lo suyo, que es cantar, y seguramente habrá aprendido algo con esta amarga experiencia, por el triste final. Y la Cátedra cordobesa tiene ya a su sustituto o sustituta, luego continuará con su estupenda labor en pro del flamenco. Entrar en más polémicas no beneficiará en nada al cantaor ni a la institución universitaria. En Córdoba se han hecho siempre las cosas muy bien en lo referente al flamenco y es un ejemplo a seguir en campos como los de las peñas o el Concurso Nacional. Esto ha sido, lo de Arcángel, con el debido respeto, una chapuza que no empaña el valor de la institución ni el prestigio de Córdoba como ciudad flamenca.
¿Qué cualidades debe tener alguien para dirigir una cátedra como la de Córdoba? En mi opinión, amplia experiencia como estudioso, bagaje profesional en su campo, acreditados conocimientos, tiempo y ganas de trabajar. En Córdoba hay personas más que cualificadas para este trabajo y no entendí muy bien que se fueran a buscarlo en Huelva, con todos mis respetos para una tierra que adoro. Seguro que lo habrán estudiado bien para no volver a errar y que la persona elegida llevará a cabo una estupenda labor. Es lo que deseamos.