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Cante jondo en La Caleta para María Jiménez

La Peña Flamenca Juanito Villar dedica la clausura de su festival 'Encuentros Flamencos' a la cantante sevillana, que recibirá el alta médica el 8 de julio. Pedro el Granaíno, Samuel Serrano, Mateo Soleá, Caracolillo de Cádiz y el propio Juan Villar.

Juanito Villar y Periquín Niño Jero. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

Ya estamos en Cai, primo. Qué sorpresa me das. Esta noche canta don Juan Villar, en su Peña, la de la puerta de la Caleta, sí, la de Juanito. Un diminutivo para un artista tan grande, para el rey de la Tacita de Plata. Pues, sabes quién le acompaña, quién: Periquín Niño Jero, el veterano genio de la guitarra jerezana. Aquí en Cádiz hablamos así, voy a hacer un cantecito, una vueltecita por alegrías, qué carita más guapa… El diminutivo en Cádiz se aplica hasta a los verbos, pero nunca es peyorativo. Es de cariño. Esta noche vamos a escuchar a un gigante del cante jondo. De los mayores que ha dado este cachito de tierra en muchos años. Conque, andandito.

Cómo andamos de guitarras. Aparte del Niño Jero, vestido con un terno blanco, de Primera Comunión, picha, qué arte. Pues vienen tres jóvenes de primera que no necesitan presentación. Miguel Salado, de Jerez de la Frontera. Paco León, de El Puerto de Santa María. Y el cordobés Antonio Patrocinio Hijo. La mitad de los oles de la noche se los llevaron puestos ellos.

Dicen que Cádiz no tiene un festival de flamenco, como lo tienen Utrera, Lebrija, Morón o Rota, entre los cientos de enclaves a lo largo de la geografía andaluza. Esos festivales añejos con nombre de gastronomía ancestral. El Potaje, El Gazpacho, La Caracolá, El Arranque… Y hasta cierto punto es verdad. Pero son ya treinta y cinco las ediciones de los Encuentros Flamencos de la Peña Juanito Villar, y con carteles de altísimo nivel. Ponle tú el nombre al festival. Encuentros en HD. Se lo pongo yo, mejor un nombre gastronómico: Pa comérselo.

El cartel está bien equilibrado. Dos figuras del momento, de moda en los circuitos, como son Samuel Serrano y Pedro el Granaíno. Dos veteranísimos, de los pocos grandes maestros que nos quedan con facultades suficientes para afrontar un recital, como son Mateo Soleá o el propio Juan Villar. Y Esteban Guerrero Caracolillo de Cádiz, juventud y décadas de experiencia en la plenitud de su arte. El festival está dedicado a la cantante María Jiménez. La buena nueva llega en directo por boca de su hijo. La artista trianera le está ganando la batalla a su enfermedad, y recibirá el alta médica el lunes 8 de julio.

«Un lujo escuchar flamenco en Cádiz, lo mismo que en Jerez. Todos llevan el compás con las palmas, nadie se atraviesa»

 

La barca en el Guadalete

Cuándo fue la última vez que escuchaste en directo a Mateo Soleá. Mateo Jiménez Soto (Jerez de la Frontera, 1951) es una institución del cante jondo jerezano. Ahí lo tienes, olvidado del gran público, de la prensa y de los promotores. Muchos flamencos de nueva generación, los innovadores de la serie 3.0, ni siquiera saben quién es. Hace cinco años que se vio obligado a cerrar el mítico bar La Gitanería, parada obligada de los flamencos en el barrio de Santiago. Desde entonces se mueve entre Japón y los concursos. Hoy está aquí como flamante ganador del Nacional por Soleá de Cádiz. Vaya tela.

Precisamente abrió su actuación con tres soleares de inicio de Enrique el Mellizo y otra del segundo estilo, con la letra de Remedio tú no tengas, que ni fu ni fa. Tiene Mateo vocación docente y va explicando los cantes. Este tipo de soleá no tiene terminación por bulerías, por eso hay que dejar a la soleá muerta. Ahora voy a hacer un recorrido de soleares, un variao. Y ahí sacó Mateo la vara de medir, el instrumental de navegación y le metió un crujío a Alcalá, y otro a Triana, para acabar amarrando su barca en el Guadalete, cerca de Jerez, en el muelle de la bulería para escuchar.

Ya con el público comiendo de su mano, sacó petróleo de la espeluznante llamada de Miguel Salado, la del cante grande por seguiriyas. Fue emocionante ser testigo de su pelea desigual contra las melodías de Manuel Torre, Francisco la Perla y Paco la Luz. Salió vencedor. Cuando sonaron las palmas de Diego Montoya y David Gavira, Mateo Soleá alzó su imponente figura de patriarca gitano, y desplegó la partitura de las bulerías, las cortas de Jerez, las de Utrera y las de la Virgen del Águila de don Antonio Mairena.

 

Aquí no se pue cantá malamente

Samuel Serrano, el cachorro de Chipiona, vino a Cádiz con la intención de poner toda la carne en la parrilla. En las últimas semanas le han dado fuerte y flojo por esa rumbita sin comentarios que constituye su último single. Con el coraje de un matador herido, dejó cinco cantes como cinco espadas en todo lo alto del respetable. Y unos fandangos de regalo ante el insistente otra-otra de los gaditanos.

Qué bien suena la guitarra de Paco León. No es la guitarra, es él. Bueno, primo, es una forma de hablar, mira que eres mijitas. Me refiero a ese sonido personal que ha alcanzado en los últimos años, tan clásico y, a la vez, tan fresco. Fresco el que estamos pasando, qué frío hace en tu tierra, pisha. Ahora te calientas a base de alegrías de Cádiz bien mecidas, pastueñas, y peleadas por alto. «Aquí hay que cantar bien a la fuerza, aquí no se pue cantar malamente», dice Samuel agradeciendo la ovación del público.

Las sevillanas flamencas de Paco Cepero levantaron al público de sus sillas. Por seguiriyas dejó a la Caleta boquiabierta, pues es el palo que mejor se presta a su eco rancio y afillao, aunque dejó al señor Manuel Molina un tanto desorientado y dolido por el trato que le dio a su Clavito y canela, y a su cabal. Quedaban los tangos de Cepero y un monumento a la bulería de Jerez, acordándose de su familia, los Agujetas, y del Torta. Bulerías cortas, tan cortas que nos dejaron con ganas de más. Así, sí, Samuel.

No te quiero cansar, compañerita mía de mis entrañas. Que cómo cantó el maestro Villar. De dulce. Le costó un poco encontrarse al principio, por soleá, pero buscó y rebuscó. Y halló. Después de una tanda de fandangos desigual, se puso de pie fuera de micrófono, y se le cambió el semblante. Estuvo cómodo, seguro del que se sabe grande, en los tangos morunos. Ese de ahora es de Antonio el Chaqueta. Y si moro suena Juan, más moro suena el Niño Jero, que está disfrutando de lo lindo. Qué falsetas, qué soniquete saca de esa guitarra. Cerró Juan la actuación con sus bulerías, únicas en el mundo, con ese repertorio propio que lo situó a la cabeza de los grandes cantaores flamencos de la segunda mitad del siglo pasado.

«Qué frío hace en tu tierra, pisha. Ahora te calientas a base de alegrías de Cádiz bien mecidas, pastueñas, y peleadas por alto»

 

En la Caleta gaviotas al aire son marionetas

Esteban Guerrero Aragón (Cádiz, 1977) tenía el papelón de cantar después del maestro. Dicen que un día el mismísimo Camarón de la Isla tenía que cantar después de Juanito Villar, y, cuando este terminó, dijo: «Y ahora, ¿qué voy a hacer yo?». Caracolillo de Cádiz no se amilanó. Otro diminutivo para un gran cantaor. Con el gesto relajado, una amplia sonrisa en sus labios, y un rejón de muerte en cada mano, se agarró los machos cuando la sonanta de Miguel Salado lo llamó por alegrías. Hoy por hoy no le tose nadie cuando se acuerda de Aurelio Sellé. Tiene el aire, la velocidad, la afinación. Y recorta los tercios por el pespunte exacto. Y los silencios… Esos silencios que son los que pegan de verdad los pellizcos en este palo, a la par que recogen de vuelta los oles de la audiencia.

Y por tangos, cuenta, cuenta. Te acuerdas de aquello de Paco Cepero Y en la Caleta gaviotas al aire son marionetas. Fue el delirio. Esteban es muy querido en Cádiz, él lo sabe. Fandangos caracoleros y de Enrique el Almendro, entre otros. Sabroso por bulerías. Soniquete de Cai Cai. Sentado de cara al barrio de la Viña, convirtió al público en palmeros de excepción. Es un lujo escuchar flamenco en Cádiz, lo mismo que en Jerez. Miras a tu alrededor y cientos de personas llevan el compás con las palmas, sin que nadie se atraviese. La experiencia como oyente se enriquece, percibiendo el espectáculo desde su interior.

Cierra la noche Pedro el Granaíno, tras tres horas y pico de dolor y placer. No iba él a ser menos. Cuánta dicha sintió el cronista al contemplar a decenas de chavales y chavalas cantando las letras de sus tientos camaroneros y morentianos. Cómo eran incapaces de apartar sus ojos de la magnética imagen de Pedro, mientras decía las soleares de Tomás Pavón duplicando los compases, de un jipío. Hasta el frío poniente del Atlántico se apaciguó para que sonaran las palmas sordas de cientos de pares de manos, mientras el Granaíno y su formidable escudero Antonio Patrocinio Hijo traían hasta la Viña los tangos de la sevillana Remedios Amaya. Y así salimos, Campo del Sur abajo, con esa letra en los labios: tus labios pa mí turu turai

Fotos: Juan Luis Monge

 

FICHA ARTÍSTICA:

Espectáculo: Clausura XXXV Encuentros Flamencos Dedicado a María Jiménez

Lugar y fecha: Peña Flamenca Juanito Villar, Patio CEIP Santa Teresa, Cádiz. 5/7/2019

Al cante: Mateo Soleá, Samuel Serrano, Juan Villar, Caracolillo de Cádiz y Pedro el Granaíno

A la guitarra: Miguel SaladoPaco León, Periquín Niño Jero y Antonio Luque Patrocinio Hijo

Palmas: Diego Montoya y David Gavira

Presentador: Bernardo Calas

 

Pedro el Granaíno y Antonio Patrocinio hijo. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

Pedro el Granaíno y Antonio Patrocinio hijo. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

 

Samuel Serrano y Paco León. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

Samuel Serrano y Paco León. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

 

Juanito Villar y Periquín Niño Jero. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

Juanito Villar y Periquín Niño Jero. Clausura XXXV Encuentros Flamencos. Peña Flamenca Juanito Villar. Cádiz. 5 julio 2019. Foto: Juan Luis Monge

 


Filólogo madrileño. Media vida en Sevilla. Centinela de las palabras. Lo jondo le acelera peligrosamente el corazón.

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