A veces hay que salir del terruño para valorar las cosas en su justa medida: un botón de muestra es la inauguración, este jueves, del Festival Flamenco de Nîmes (Francia) a cargo del Ballet Flamenco de Andalucía. Lleno hasta el paraíso en el principal teatro de la ciudad y 200 espectadores en lista de espera. Es un dato que habla de la gran afición que ha creado la cita durante sus 35 años de existencia, pero también de la capacidad de convocatoria de un ballet que –no lo olvidemos– hace poco tiempo estaba en muerte clínica por el abandono de los responsables políticos. La reanimación in extremis, con la elección de Patricia Guerrero como directora, fue una buena noticia para todos. Y los resultados saltan a la vista.
Pineda es la propuesta elegida por Guerrero para arrancar su trayectoria al frente del BFA, originalmente concebida para el ciclo Lorca y Granada. Con seis meses de andadura ya, después de haber pasado por citas como Flamenco On Fire o la Bienal de Sevilla, al espectáculo que aterriza en Francia en versión necesariamente reducida (sin el trío clásico y sin el coro de mujeres del Albaicín) le viene bien el rodaje y la nueva configuración: menos casi siempre es más.
El protagonismo lo asume desde el principio el baile, con una coreografía muy dinámica que no esconde en ningún momento los tics más reconocibles de la directora. La historia de Mariana Pineda, la liberal granadina que en tiempos de Fernando VII fue condenada a muerte por bordar una bandera con las palabras libertad, igualdad y ley, es representada según el texto de García Lorca con una dramaturgia ágil y efectiva, mérito de Alberto Conejero, y una música que va a más firmada por Dani de Morón y Agustín Diassera.
«Si Lorca es quien es, se debe sobre todo a dos atributos: su universalidad y su vigencia. En el caso de ‘Pineda’, la tragedia de una mujer asesinada a manos del poder absoluto por defender la libertad es un código que se entiende en todo el mundo. Y concretamente en Francia –donde premiaron al BFA con una larga ovación– las palabras bordadas en la bandera son algo más que retórica»
La frescura y modernidad de estos elementos contrasta con el vestuario tirando a costumbrista (y no siempre favorecedor) de Pablo Árbol, o la escenografía más bien fría y austera de Laura Ordás y Bengoa Vázquez. No obstante, como se ha dicho, el baile carga con el peso del montaje, a través de una sucesión de escenas que alternan solos y pasos a dos con complejas coreografías de conjunto que no dejan un rincón del escenario por hollar.
A pesar de que los jóvenes intérpretes de ese buque escuela que es el BFA están espléndidos, poco a poco se va imponiendo la fuerza y experiencia de Patricia Guerrero, muy bien acompañada por Eduardo Leal en la piel del capitán liberal Pedro de Sotomayor, sobre todo en ese paso a dos lleno de sensualidad y belleza. El espectáculo parece enfocado hacia el lucimiento de ambos, pero ahí se cruza un artista invitado, Alfonso Losa, que defiende el personaje del “alcalde del crimen” Ramón Pedrosa Andrade, con su aire marcial y fascistoide avant la lettre.
La diferencia con sus compañeros estriba en que, mientras Guerrero y Leal usan sus papeles para vehicular su mejor baile, Losa crea un personaje con identidad propia. Y uno, además, muy difícil, que linda con la caricatura sin llegar a caer en ella, resultando por el contrario extremadamente dramático y perturbador. A la vez, despliega un baile de una fuerza y una precisión arrebatadoras, que llega a su máxima expresión en esa soleá para mayor gloria de su maestro, El Güito, que había fallecido ese mismo día.
Si Lorca es quien es, se debe sobre todo a dos atributos: su universalidad y su vigencia. En el caso de Pineda, la tragedia de una mujer asesinada a manos del poder absoluto por defender la libertad es un código que se entiende en todo el mundo; y concretamente en Francia (donde premiaron al BFA con una larga ovación) las palabras bordadas en la bandera son algo más que retórica. Por otro lado, a nadie se le escapa que el mensaje está de plena actualidad en una Europa en la que el saludo romano vuelve a verse en las plazas públicas, y ciertos discursos parecen una invitación para viajar en el tiempo muy hacia atrás y muy hacia la oscuridad. Federico y Mariana siguen vivos, pero el siniestro Pedrosa también.
Ficha artística
Pineda, del Ballet Flamenco de Andalucía
35º Festival Flamenco de Nîmes
Théâtre de Nîmes
9 de enero de 2025.
Dirección artística y coreografía: Patricia Guerrero
Dramaturgia y adaptación: Alberto Conejero
Dirección musical: Agustín Diassera y Dani de Morón
Extractos de la obra de Federico García Lorca
Mariana Pineda. Romance Popular en tres estampas (1925)
Alfonso Losa, artista invitado
Agustín Barajas, Álvaro Aguilera, Ángel Fariña, Araceli Muñoz, Blanca Lorente, Claudia La Debla, Cristina Soler, David Vargas, Hugo Aguilar, Jasiel Nahin, Lucía La Bronce, María Carrasco y Sofía Suárez danse
Amparo Lagares y Manuel de Gines, cante.
Jesús Rodríguez y José Luis Medina, guitarras.
David Chupete, percusiones