Lo más importante de los jóvenes cantaores de la actualidad es tener las ideas claras. Ese saber de dónde se viene como el mejor argumento para proponer trabajos con solidez y solvencia. En este sentido, Francisco Escudero ‘Perrete’ (Badajoz, 1992) es un buen paradigma.
Primero, acudiendo a la fuentes más cristalinas de su tierra extremeña, entre otras muchas las del maestro Porrinas y el bailaor Antonio Silva el Peregrino, para asimilar los acentos propios de los suyos. Luego, tras un gran proceso de formación y aprendizaje, lanzarse a buscar sus propias sonoridades gracias a unas excelentes cualidades.
Luz de Guía, su nuevo disco que aún no ha sido presentado, tiene estos sólidos basamentos al añadir conceptos vanguardistas, con coherencia y buen gusto. a lo heredado. Hablamos de todo ello y de la riqueza de un territorio, el extremeño, nunca bien ponderado pese a su presencia en los repertorios. También de cuanto significan para él algunas capitales como Sevilla o Córdoba. Ya estamos deseando escuchar esa nueva grabación.