Desde que he regresado del Festival Flamenco on Fire hace unos días, muchas personas me han preguntado por este relativamente nuevo evento que ha conseguido en poco tiempo su propio lugar en el calendario flamenco.
¿Flamenco en Pamplona? ¿Por qué no?”, dijo hace cinco años Miguel Morán, el director y promotor visionario de Flamenco on Fire, organizado anualmente en la capital de Navarra. El nombre del festival es del título de una grabación del legendario guitarrista Agustín Castellón Sabicas, nacido en Pamplona a comienzos del siglo XX, probablemente en 1912. Mientras que la avenida principal de Pamplona y el conservatorio de música de la ciudad llevan el nombre de otro pamplonés, el violinista y compositor Pablo Sarasate (1844-1908), el gran Sabicas había sido prácticamente olvidado en esta su tierra. Para ayudar a corregir esa injusticia, el festival Flamenco on Fire, estrenado en 2014, está dedicado de forma permanente al maestro que popularizó y dignificó la guitarra flamenca como instrumento de recital, cultivando el arte de flamenco a nivel internacional. Sabemos que fue uno de los ídolos de Paco de Lucía.
Un documental de Pablo Calatayud fue realizado en el 2012, El Fabuloso Sabicas, para honrar al maestro, y el FOF, como se llama cariñosamente al Flamenco on Fire, ha mantenido vigente el proceso de recuperación.
Durante muchos años en Nueva York tuvimos el privilegio de gozar la presencia de Sabicas. Su larga ausencia de España fue, al principio, debido a motivos políticos, pero las personas allegadas al guitarrista citan el miedo a volar como factor importante. En 1974, las siguientes palabras de Sabicas publicadas en el diario ABC confirman el fuerte vínculo a su ciudad natal:
“Me gustaría volver con todo honor a actuar en Pamplona. Llevo treinta y nueve años sin ver la ciudad en que nací. Tan sólo recordarla y pronunciar su nombre hace que se me apresuren los pulsos”.
La ciudad de Pamplona en sí es famosa por su celebración cada mes de julio de los Sanfermines con sus encierros popularizados por Ernest Hemingway, impulsando a cientos de personas a arriesgarse el pellejo para sentir el asociado torrente de adrenalina.
El Festival Flamenco on Fire luce conceptos frescos y sin complejos, haciendo uso de varios escenarios que este año han recibido a máximas figuras como Estrella Morente, Dorantes, Diego El Cigala, Mayte Martín con Belén Maya, Tomatito con la Orquesta Sinfónica de Navarra o Eva Yerbabuena en el amplio teatro moderno del Baluarte. En el Hotel Tres Reyes había un programa de trasnoches con Lole Montoya y Juan Carmona, Israel Fernández, Belén López, Guadiana, Gema Moneo y Rosario la Tremendita con un ambiente informal entre tablao y sala de fiestas. También ha habido exposiciones y conferencias, además de talleres de baile, un flash-mob, actuaciones de cante y guitarra a mediodía desde diversos balcones del casco antiguo y hasta una ruta de tapeo, El Pincho de Sabicas.
Con ocasión del centenario de Sabicas en 2012, fueron celebrados varios actos oficiales, incluyendo una misa flamenca en la catedral de Pamplona el 14 de abril, el día de su fallecimiento. Pero un pamplonés anónimo dejó las palabras más conmovedoras en un artículo al respecto:
“¡Cuánto cariño por Pamplona debía haber guardado el Maestro Sabicas en su corazón para desear que sus restos volviesen a descansar en su tierra! Debería tener un monumento aquí y un museo. ¿Cuántos artistas más de la talla de Sabicas son de Pamplona, cuántos más se han estrenado en el Gayarre? La lista no es muy larga”.
Flamenco on Fire ha contribuido a reanimar la fama de Sabicas, colocándolo en el lugar merecido, y el flamenco ha adquirido un nuevo y valioso punto de encuentro.