No hay que saber mucho de cante para estar de acuerdo en que Rancapino Chico es uno de los tres o cuatro mejores cantaores del momento, de los de su generación. Tiene eso que no se puede aprender en ninguna academia, el don del arte, una voz preciosa llena de pellizcos y de melismas gitanísimos, y, sobre todo, buen gusto y paladar. Para su primer disco ha elegido una finca de Mairena del Alcor (Sevilla), la Huerta de la Paz, del escultor y pintor sevillano Antonio Parrilla, que es un lugar mágico.
En este lugar, el joven maestro chiclanero comenzó ayer mismo a grabar lo que será su primera obra discográfica, en directo, y dedicado a los maestros que admira, unos ya ausentes y otros vivitos y coleando. Algunos de ellos, como son Juan Villar, José el de la Tomasa, Vicente Soto, Nano de Jerez o Antonia Contreras, estuvieron ayer en la grabación y se lo pasaron de maravilla con este joven cantaor que ha enamorado ya a tantos aficionados y artistas.
No solo hubo artistas en la finca de La Paz, sino críticos, aficionados y periodistas. Estuvo Carlos Herrera, que además de ser un gran profesional de la radio es un reconocido aficionado al flamenco. Ni que decir tiene que se lo pasó muy bien y que llegó a emocionarse mucho con Alonso Núñez. Estuvo también la cantaora y cantante Ana Reverte, que vino expresamente desde su pueblo natal, Los Carrales. Y tantas caras conocidas, que sería imposible enumerar. Los había convocado un cantaor joven de un trato personal exquisito, cariñoso como él solo y con esa gracia marca de la casa. El día, sinceramente, dio mucho de sí y pudimos disfrutar mucho de su arte, porque canta de maravilla. Y no solo es que cante bien, sino que todo lo que canta va envuelto en sentimiento.
Además, el hecho de que haya decidido grabar su primer disco en directo en Mairena del Alcor, tierra de cantaores y cantes, y de dedicarles esta primera obra a los maestros, es señal de buen aficionado y de hombre agradecido. Me parece un acto de responsabilidad y de compromiso con sus maestros y amigos aficionados. Quizá por eso cantó tan bien, lo que no era nada fácil porque había muchos artistas y profesionales de la crítica. Me sorprendió su aplomo y dominio de la voz en una situación tan especial. Esto también evidencia la clase de artista que es.
Sin duda alguna el disco será un éxito porque lo va a grabar con el alma, y esto, en el flamenco, es mucho. No voy a desvelar nada de la obra porque no estaría bien, pero estoy seguro de que si los dos días restantes, canta como ayer, será una joya. Fue un recital emocionante quizá por eso, porque todo se había preparado para que fuera un día emocionante. Copas y tapas de bienvenida, almuerzo, café y al lío. Un amplio y hermoso salón, dos buenas guitarras, tres palmeros de lujo y un gran pianista. Lo justo para que surgiera esa magia que solo son capaces de desplegar los elegidos.
Al finalizar el recital, Rancapino Chico estaba contento y emocionado. No era para menos, porque fuimos muchos a participar en su grabación aunque solo fuera con nuestra presencia. Un día inolvidable, sin duda.