Tuve un gran amigo, Sebastián Gómez El Manojero, cantaor aficionado nacido en el barrio de la Feria de Sevilla en 1902, que tuvo una gran amistad con los hermanos Pavón: Arturo, Pastora y Tomás. Este hombre, Sebastián, sabía de cante lo que no había en los escritos y acostumbraba a guardarlo todo: carteles, discos de pizarra, fotografías y documentos. Tenía un archivo impresionante y tuve acceso a ese archivo, que una vez que falleció, en 1991, parte de él me fue dado por su viuda y está en mi casa. Tenía este hombre la buena costumbre de anotar detalles de sus conversaciones con los artistas citados y otros que vivían en la Alameda de Hércules antes de la Guerra Civil española de 1936. Dejó escritas notas, por ejemplo, de sus conversaciones con La Moreno y el padre de Caracol, el gaditano Manuel Ortega Fernández.
La Moreno llegó a Sevilla siendo una niña y vivió toda su vida en esta ciudad, donde fue acogida y protegida por la Niña de los Peines, hasta el punto de que cuando enfermó siendo muy joven, Pastora le organizó un homenaje para financiarle una arriesgada operación, en el que tomó parte Manuel Escacena. La Moreno fue una cantaora de fiestas, de reunión, de la familia de El Negro de Rota, nacida dos años más tarde que Pastora, luego eran de una misma época. Sin embargo, según Sebastián, la cantaora sevillana aprendió muchas cosas de ella, cosas fundamentalmente de Jerez, donde vivió algún tiempo María Moreno Vargas La Moreno.
Siempre se ha dicho que la Niña de los Peines era una mezcla de Chacón y Manuel Torres, y esa influencia es innegable, pero no hay que olvidar su relación con La Sarneta, La Juanaca de Málaga, La Trini, El Niño Medina, La Serrana o Juan Mojama. Pero además, La Niña nació en una familia gitana en la que cantaron su abuelo Tomás Cruz El Calilo, al parecer, gran cantaor de tangos, o su propia madre, Pastora la de Calilo, cantaora y bailaora, aunque no profesional. Pastora no se crió en la Alameda de Hércules, sino en la Puerta Osario, entre San Román y San Roque, donde había tantos gitanos como en Triana, aunque nunca se haya dicho. Gitanos herreros, como su propio padre, Francisco Pavón Cruz El Paíti, quien trabajó durante años en la herrería que tuvieron los Lérida en la calle Sol. La Juanaca de Málaga fue vecina de Pastora en la calle Butrón, donde nació la cantaora sevillana. La gran artista malagueña vivió en esa calle con su hija, cuyo padre fue Francisco Rojas Teresa, hermano del padre de Pastora Imperio. También vivieron en esa zona de Sevilla las cantaoras La Bilbá y Juana Ruca, cuando Pastora era una niña, luego alguna influencia recibiría de ellas y de otras y otros intérpretes del cante de aquella época.
No olvidemos tampoco que nuestra cantaora, Pastora, residió algún tiempo en Triana, en la calle Castilla, donde tanto ella como sus hermanos llegaron a conocer a Manuel Cagancho y a otros miembros cantaores de esa familia flamenca del arrabal sevillano, cruzada con la de El Fillo. María La Andonda, compañera y madre de los hijos de El Fillo hijo, residió también en Triana cuando La Niña frecuentaba el barrio, donde, además, tuvo familia. Por tanto, Pastora tuvo a su alcance una escuela muy rica y amplia antes de descubrir a Chacón y a Manuel Torres, cuya influencia en ella es irrefutable. En una de las notas de Sebastián Gómez Manojero, se refiere precisamente a esto, a la variedad de estilos que la cantaora conocía desde niña, muchos de ellos no llevados a los discos de pizarra, aprendidos en su propia familia y de intérpretes de su entorno. Y esto mismo ocurrió con Chacón y Manuel Torres y con todos los demás, de ahí la importancia de saber dónde nacieron, con quienes convivieron y por dónde se movieron.