Me ha alegrado mucho que Paradas le vaya a dedicar su Semana Flamenca al cantaor cordobés Manuel Moreno Maya El Pele, aunque haya maestros o maestras con más años que serían felices con un reconocimiento así. No es que le vayan a dar la próxima Llave del Cante, pero es verdad que esta semana flamenca es de las mejores de España, al menos de las más serias, y supongo que El Pele estará feliz por ser reconocido en ese pueblo tan serio para los asuntos de la cantelogía.
Cuando nació este gran cantaor (Córdoba, 1954), en el barrio de San Pedro, vivían todavía muchas de las grandes figuras que marcarían su personalidad. Caracol, por ejemplo. El Pele es caracolero confeso y convencido. También vivían aún Marchena, Vallejo, Pastora Pavón, Aurelio de Cádiz, La Perla, Pepe Pinto, Canalejas o Juan Varea. A Antonio Mairena aún no le habían dado la III Llave del Cante en Córdoba y Juan Talega, otra de sus referencias, era casi un desconocido para el gran público. Y Fosforito aún no había ganado el Concurso Nacional de Córdoba (1956), que lo convirtió en primera figura de la noche a la mañana.
El Pele es un heterodoxo del cante, aunque hay raíz en todo lo que hace. Es capaz de lo mejor y de lo peor. Una noche puede estar genial en la primera parte de su actuación, y desastroso en la segunda. Digamos que se le cruzan los cables en un solo tercio, y que si eso pasa, es incontrolable. Algo parecido ocurría con Manuel Torres, sin pretender compararlos. El de Jerez la podía liar en un solo cante, para lo bueno y para lo malo.
No hay en la actualidad muchos cantaores como el cordobés. Incluso me atrevería a decir que es el único cantaor actual con esas características. Es decir, el único que te puede volver loco en un solo tercio de soleares, seguiriyas o bulerías, dado su sentido de la improvisación y el ramalazo genial que tiene. He sido testigo muchas veces de esa cualidad suya que lo ha convertido en un cantaor único.
Recuerdo que una noche estuve con él en la Peña Flamenca Torres Macarena, de Sevilla, en compañía de Enrique Morente. Enrique quería escucharlo en privado y acabamos en la Peña Manolo Caracol, en el Barrio de la Feria, donde tantos artistas importantes han nacido. Aquella noche escuché al Pele en estado de inspiración y no la olvidaré jamás. Enrique me dijo, muy bajito: “Está a años luz de todos, aunque loco”.
Felicidades a la Peña Flamenca de Paradas por la elección. Y al cantaor de Córdoba por recibir este importante reconocimiento. Allí estaremos, si Dios y los toros de Machacaera lo permiten.