En años atrás se podría decir, y se decía, que era la revelación del flamenco. Nadie esperaba que una cantaora tan joven irrumpiera con sobrada fuerza en la actualidad convirtiéndose en el reclamo de todas las citas dedicadas a lo jondo: peñas, festivales de veranos, teatros o muestras internacionales. María Terremoto, la hija del añorado Fernando, tiene una agenda frenética hasta el fin del verano, culminando la temporada estival con su presencia en la Bienal de Sevilla, el 16 de septiembre. Fue la propia Bienal quien otorgó a la cantaora el Giraldillo Premio Revelación de la Bienal de 2016, posicionándola en el escaparate perfecto para el posterior éxito. Sólo en el presente mes de mayo tiene cerrada once galas, destacando su presencia en la Peña El Taranto de Almería, en la Venta de Vargas de San Fernando, o en capitales como Madrid o Barcelona.
Está claro que Jerez cuenta ya con otra realidad flamenca, una artista que comienza a hacerse pero que ya ha demostrado su impronta, su excesivo talento y su conexión con el público. Racial en las formas, ha triunfado también en el Festival de Jerez en su pasada edición presentándose en solitario en las bodegas González Byass con un lleno absoluto y la final ovación del respetable. María, que ha ido madurando en la vida a base de golpes de ausencias como la de su propio padre, su abuelo Antonio Benítez o recientemente la ida de su abuela María Márquez, muestra en cada actuación más seguridad y firmeza, y sobre todo expresa alegría y felicidad por «la cantidad de trabajo que ha salido para estos meses» y por eso afirma que «es un privilegio para mí y para los que me rodean que cuenten con nosotros en tantos festivales de prestigio». La cantaora también destaca su «entrega» por el que será su primer trabajo discográfico que ya prepara «con ilusión» dedicándole «muchas horas del día y de la noche».
Entre las citas que la jerezana, con buenas raíces en Sevilla, subraya como relevantes no puede olvidar a la Caracolá de Lebrija, el Festival de Casabermejas o el Festival ‘Jerez, Gran Reserva’, las tres en el mes de julio. No por ello Terremoto deja de valorar la totalidad de actuaciones porque, según ella, «en todos los rincones del mundo hay que darlo todo, porque se siente el flamenco con intensidad, y respeto mucho al público». Agosto también será para María un mes cargado de trabajo, sin ir más lejos estará en el Festival de las Minas de la Unión o en el Concert Music de Chiclana, dos citas de gran difusión mediática.
Respecto a su noche en Jerez, el 7 de julio en la Plaza de Toros, la enfrenta como una «gran responsabilidad porque cantar en tu tierra siempre conlleva algo más, pero luego está la parte de alegría porque es un gran cartel y es importante que se llene para pasar una noche inolvidable con tantos compañeros de nivel, artistas de élite». Este festival, en el que participarán artistas de la talla de Aurora Vargas, Luis Moneo, los hermanos Pañero, Pedro ‘El Granaíno’, Rancapino Chico, José ‘Mijita’ o Lela Soto, rinde honores a Pansequito, «un maestro del cante que ha dejado un legado y sigue dejándolo para que los jóvenes aprendamos escuchándolo», y añade María, «este reconocimiento en Jerez lo tiene más que merecido porque ya no quedan artistas con la trayectoria y con el nivel de él».
Las entradas del Festival ‘Jerez, Gran Reserva’ pueden comprarse en Malamúsica (Calle Medina, Jerez) y a través de Internet en https://www.tickentradas.com/eventos/honores-a-pansequito-ii-festival-flamenco-plaza-de-toros-de-jerez-2018