Por Luis M. Pérez. Sevilla, 10/5/2018. Foto: Silvia Calado
Quien pudo haber ido y no fue se lo perdió. Esa era la sensación que flotaba en la atmósfera llena de un teatro semivacío, tras finalizar un más que digno espectáculo, el que nos ofrecieron los ganadores absolutos de entre los veintiséis premiados de los Concursos Talento Flamenco 2017. Dichos vencedores obtuvieron un jugoso premio en metálico y una beca para estudiar en la afamada Fundación Cristina Heeren, organizadora del certamen junto con la compañía Acciona y el Instituto Andaluz de Flamenco. Si tenemos en cuenta que la entrada era gratuita con la única condición del envío de un correo electrónico, una de dos, o el evento no se publicitó lo suficiente, o tenemos un problema de afición gordo.
Baile, guitarra y cante. Ése fue el orden y la consigna que acabaría llamando al duende. Y salió bailando Adrián Domínguez (Sevilla, 1991) tras el grito seguiriyero de Juan Reina. Adrián tiene buenas maneras, se notan los brazos de Manolo Marín, con el que estudió tres años y el clasicismo del Conservatorio de Danza de Sevilla. Con los tercios rotos de Juan de Mairena y esas manos enormes que Roberto Jaén derrama por el cajón, Adrián mostró elegancia y unos pies de mucho futuro. La sombra de Farruquito aleteó tal vez demasiado en algún desplante innecesario.
Blas Martínez (Murcia, 1992) ganó el premio de Guitarra de Acompañamiento en el Festival de Guitarra de Córdoba del año pasado, organizado por la Fundación. Si estuvo reñido o no el concurso lo desconocemos, pero de lo que estamos seguros es que Blas no tuvo su mejor noche. Comenzó con una granaína poco limpia y salvaron el tipo de sus bulerías las palmas de Alejandro Villaescusa, que es capaz de levantar a un finado con sus jaleos.
Y entonces llegó Rafaela Soto Heredia, la madrileña más gitana del jerezano barrio de Santiago. Para ustedes, Lela Soto, hija de Vicente Soto y nieta de Manuel Soto El Sordera de Jerez. Con su blanco vestido de volantes y sus peines de plata en el pelo, Lela conoce a la perfección los pespuntes de la transmisión artística. Habla con el público, les hace sonreír, ya los tiene comiendo de su mano a mitad de la preciosa bambera con que inicia su mini recital. Voy a cantar las seguiriyas de mi familia, que me dieron suerte para ganar este concurso, las de Paco la Luz. Estiró la voz hasta el cielo y se tragó los llantos de Juanichi el Manijero por su comparito Cuco. Y el vello del respetable, ése que va de la nuca a la base de las orejas, se erizó agradecido.
Se dio una vuelta por Extremadura para recoger tientos de la tierra, le dio un besito a La Marelu y partió para Málaga en busca de La Repompa. Siempre con letras nuevas, y matices que Rafaela se ha trabajado duro. Más agradecimiento merece si cabe, que de esto no sobra en el mundillo. Y fin de fiesta por bulerías, por La Perla de Cádiz, letras en procesión de la calle Nueva a Cantarería. El Nono Jero, espectacular, contribuyó lo suyo para darle seguridad a la cantaora, que venida arriba, le cantó al baile clásico de Adrián Domínguez aquello de “mi amante es pajarero, me trajo un loro”, mientras ambos hacían mutis por el foro entre el fervor del respetable.
Ficha artística:
Espectáculo: Gala Concurso Talento Flamenco, Fundación Cristina Heeren
Ciclo: Flamenco Viene del Sur
Lugar y fecha: Teatro Central de Sevilla. 8/5/2018Modalidad de baile: Adrián Domínguez
Baile: Adrián Domínguez
Cante: Juan Reina y Juan de Mairena
Guitarra: Cristian Cabello
Cajón: Roberto JaénModalidad de guitarra: Blas Martínez
Guitarra: Blas Martínez
Palmas: Carlos Guillén y Alejandro VillaescusaModalidad de cante: Lela Soto
Cante: Lela Soto
Guitarra: Nono Jero