A veces les damos importancia a cantaores o cantaoras por lo que grabaron. Pero los hubo que jamás impresionaron discos y que eran incluso más buenos que los que sí lo hicieron. Antonio Peana, el guitarrista de la Macarena, me contó un día que Antonio Silva El Portugués fue un cantaor magnífico, pero que no grabó porque su voz no era comercial o para el gran público. Tampoco lo era la de Manuel Escacena y grabó bastantes discos, así como Fernando el Herrero o Pepe el de la Matrona.
Hay una serie de cantaores históricos de Jerez que han ido cayendo en el olvido. Rescatábamos hace unos días a Juan Ramírez y hoy damos información sobre el célebre Carapiera, que se llamó José Niño Loreto, primo de Manuel Torres. Nació dos años más tarde que él, en 1882, luego crecieron juntos. Al no grabar disco alguno, es difícil saber cómo era su voz y cómo cantaba en realidad. Al parecer, su sonido era muy parecido al de Torres, algo metálico y nasal, que es una característica de esa familia jerezana. Una vez más, conocemos su estilo de soleares por Agujetas el Viejo, como ocurre con las de Juan Ramírez, aunque las han grabado otros cantaores. Hasta Antonio Mairena, quien estuvo un tiempo detrás de Agujetas padre para que se las apuntara:
Por lo que yo voy mirando
Yo no he tiraíto pieras
poquito me está faltando.
Un estilo de soleá con el compás muy marcado y vivo, cercano a las bulerías para escuchar y a las viejas cantiñas sanluqueñas que también conocía Ramón Medrano, quien alguna vez me habló de Carapiera y de sus rarezas, otra característica de los Loretos de San Miguel, que estaban casi todos zumbados.
Este cantaor gitano, Carapiera, murió en Jerez, en la calle Acebuche, el 18 de abril de 1931, dos años antes que Manuel Torres. Alguien que lo escuchó en Sevilla, en una fiesta con su primo, me dijo que inspirado no había quien le tosiera.