Por Luis M. Pérez. Sevilla. 2/7/2018. Fotos: Vicente Córdoba y Carmen Arjona
Confieso que hasta hace poco no sabía apenas nada de Moncho, salvo que era un señor mayor que cantaba boleros, estilo musical que nunca me ha llamado la atención lo suficiente. Puestos a confesar, hasta creía en mi ignorancia que era cubano, oye, que se llama Ramón Calabuch Batista y es tan negro de piel como de voz, cómo iba yo a sospechar que es gitano por los cuatro “costaos” y que nació en el barrio de Gracia de Barcelona. Solamente cuando se anunció que el Potaje de Utrera de este año iba a estar dedicado a él me empapé algo de su vida y obra. Desde el sábado pasado sé lo que es emocionarse con un bolero.
Como me emocionó Rancapino Chico, que se encargó de abrir plaza y romper el hielo de mil y pico de almas que no habían acabado de sentarse. Tanda de soleares de Alcalá con letras dedicadas a su madre, y comienza el runrún con cada puñal que sale de esa garganta pegajosa, como los tres puñales por bulerías que le encargó a Gaspar de Utrera para que le dieran la muerte. Y entre pan y pan, alegrías de Cádiz y malagueñas de Enrique el Mellizo: para comérselo.
Luego vino un experimento, El compás lo da la tierra, de resultado desigual, que consistía en un subir y bajar de escaleras con el torpe propósito de enfriar poco a poco los ánimos del respetable. Hubiera sido mucho mejor mantener a todos los artistas en el escenario, tanto desde el punto de vista de la puesta en escena como por la comodidad de los artistas y su calidad de interpretación, que en algunos casos se resintió. Resaltar en esta parte las seguiriyas de Inés Bacán, próxima al trance en su lucha desigual con los duros tercios de los Puertos, la maestría de Tomás de Perrate evocando a todo su árbol genealógico y a las hermanas más famosas de Utrera con unas soleares de máxima jondura. Y, lo mejor de todo, cuando se sentó Tomasa Guerrero La Macanita transfigurada en Fernanda y se levantó como La Paquera. Mejor que nunca, metiendo los riñones y sacando el cante desde donde más duele. Las ollas de barro hacían chup-chup.
Una paraíta para estrenar la cuchara, qué ricos están los frijones, comadre, y dieron paso al acto del homenaje. No te digo más, que los churretes del guiso nos los limpiamos con las lágrimas por los dos boleros que Moncho, con una sola cuerda vocal, nos regaló acompañado del pianista utrerano Andrés Barrios. Antonio Fernández Montoya El Farru le quitó el polvo a las tablas con baile de garra, aunque se le ve un poco bajo de forma física. De todos modos se entregó al máximo y se le vio con ganas de agradar.
Y llegó El Pele desde Córdoba, Manuel Moreno Maya, con ese pan de telera lebrijana, y nos dio cinco cantes para rebañar el espeso caldo que aún quedaba en la olla. El público pidió más y más, yo me quedo aquí hasta que ustedes me digan. La zambra, las soleares a su forma, las alegrías… se fueron alternando con bulerías, y vengan bulerías, incluso tomó la guitarra, yo toco como un perro, pero quiero brindaros estas letras que le escuché a una viejecita en no sé dónde.
“Quien no ha visto toros en el Puerto no sabe lo que es un día de toros”, sentenció Joselito el Gallo en una tertulia en San Sebastián hará más o menos cien años. Sesenta y dos son los años que la Hermandad de los Gitanos de Utrera viene celebrando su Potaje Gitano, ya el nombre lo dice todo, con lo que le gusta a un flamenco un buen potaje, qué me gusta un cuchareo, primo. Es la esencia del cante jondo, ir al Potaje es cucharón y paso atrás, vamos, como volver a casa de tu madre. Es el festival más antiguo, el primero que se creó, tuvo sus altibajos, que sí, pero la otra noche los astros se conjugaron para hacernos tan felices que uno no puede dejar de gritar: “quien no ha visto flamenco en Utrera…”
Ficha artística:
Espectáculo: LXII Potaje Gitano de Utrera / Homenaje a Moncho
Lugar y fecha: Patio del Colegio Salesiano, Utrera. 30/6/2018
Cante: Rancapino Chico y El Pele
Guitarra: Antonio Higuero
Palmas: Luis Monje, Chícharo y José RubichiSección “El compás lo da la tierra” y fin de fiesta:
Cante: Luis el Chimenea, Perico el Pañero, Inés Bacán, La Macanita, David el Galli y Tomasito
Baile: Pepe Torres, El Farru y María Marrufo
Guitarras: Pedro María Peña, José Gálvez y Antonio Higuero
Presentador: Enrique Montoya “Candela”
Mantenedor: Antonio Cortés “Chiquetete”