Hace diez años publiqué en El Afinador de Noticias acerca de la entrada al puerto de Cádiz del barco en el que se supone regresó Silverio Franconetti de su periplo americano. El dato lo obtuve después de hallar el anuncio del primer concierto del cantaor sevillano el 29 de julio de 1864 que apareció en el Diario El Comercio de Cádiz. En aquel concierto interpretó en su brillante repertorio oriental cañas, polos, la rondeña del Negro y el polo de Tobalo,acompañado a la guitarra por José Patiño. Teniendo en cuenta esa fecha comencé a revisar hacia atrás en el tiempo la sección de entrada de buques de los diarios gaditanos hasta que me topé con el Gravina. Apareció dos meses antes de la fecha de dicho recital en el Teatro del Circo: El bergantín Gravina llegó a Cádiz el 20 de mayo de 1864. Se trataba de un barco de vela, de dos palos y 122 metros de eslora, que traía a San Fernando los restos de militares muertos en 1810 en Buenos Aires.
Como no se mencionaba el pasaje que portaba dicho bergantín, me dispuse a consultar los datos que conserva el Archivo Álvaro de Bazán sito en la localidad de Viso del Marqués en Ciudad Real. Pedí que me facilitaran todo lo que que tuviesen sobre ese viaje del Gravina, y unos meses después, ayer, me enviaron la información. Abrí los documentos con las manos temblorosas de emoción, esperando encontrar el nombre de los pasajeros y que entre ellos apareciese Silverio. Pero no ha habido suerte.
Sí que aparece la dotación del buque y la información sobre el viaje que partió de Montevideo el 5 de marzo, arribando a Cádiz tras 72 días. El diario de navegación hace una pormenorizada descripción del periplo, muy difícil por cierto, ya que el barco hacía agua, y los vientos no fueron muy favorables, de ahí el excesivo tiempo para hacer la travesía atlántica. También me enviaron el estado que manifiesta en que se halla a la entrada de este puerto el día de la fecha el bergantín de S.M.C. nombrado Gravina del porte de 16 cañones de a 32 al mando del capitán de fragata de la armada D. Domingo de Medina. En ese documento aparecen los nombres de los oficiales de guerra, los oficiales mayores y los guardamarinas, ninguno de ellos es nuestro cantaor.
Sin embargo, entre las notas podemos leer lo siguiente: Conduce de transporte la señora del comandante, su hijo de menor edad, una criada, dos españoles pobres de solemnidad, un desertor de buque mercante y además el corneta del bergantín Galiano en calidad de preso. Demófilo comentó que Silverio sirvió en tiempos de guerra a los ejércitos de la República del Uruguay, donde llegó a obtener el grado de oficial. Y se ha comentado, sin pruebas, que por ese motivo pudo ser repatriado en calidad de preso. La duda ahora es si el genial artista era el corneta del Galiano preso, el desertor del buque mercante o uno de los dos españoles pobres de solemnidad. Esta última posibilidad negaría de plano la teoría de que regresó como indiano adinerado para iniciar su carrera como cantaor profesional. La verdad sobre lo que ocurrió se resiste a ser revelada, pero tiempo al tiempo, seguiremos indagando.
Faustino Núñez