Por Luis M. Pérez. Sevilla, 16/04/2018. Fotos: CienxCien Flamenco
No queríamos perdernos la Semana Cultural de Actividades Flamencas de Paradas, un ciclo muy querido y considerado por la afición como territorio del cante serio por derecho propio. La cuna de Miguel Vargas no suele decepcionar, y acoge normalmente a artistas de primera fila. La edición de este año, dedicada a la Bienal de Flamenco de Sevilla, ha pintado su cartel con José Mercé, Lole Montoya, El Pele, Manuel Cástulo, Miguel de Tena, María Terremoto y Juanito Villar, que en esta ocasión tuvo que delegar en su hijo Antonio por motivos de salud.
Era una noche negra, noche y derroche de agua, la noche de El Pele. Manuel Moreno Maya (Córdoba, 1954) pidió permiso a San Pedro para que la tromba que caía sobre la techumbre de la sala le permitiera alzar su voz por encima del estruendo. Nunca canté por soleá con tan maravillosa orquesta, dijo al finalizar las tandas de Alcalá, Lebrija y Cádiz. Las dos primeras, por derecho y haciendo saber que, sobre todo en este palo, es un pozo de sabiduría. Y cuando ya tuvo a la crecida del río controlada, se lanzó en brazos de lo que él llama “a su forma”, un manantial de melodías que solo pueden salir de su portentosa y afinada garganta. Eso pudo desesperar a más de cuatro paraeños, y a otros tantos que acudieron desde las cercanas Arahal o Mairena del Alcor, de las pocas reservas puristas que van quedando en la provincia.
Aquí se admiten poco los cruces de churras con merinas, como cuando comenzó la malagueña Que te quise con locura de Chacón y la acabó con la doble de El Mellizo. La letra Siquiera por compasión, de la bonita de la Trini la traspasó cual bordado en oro a una malagueña nueva basada en la de Baldomero Pacheco. Qué esperabas, es El Pele, Manuel hace lo que quiere con los tercios, porque sabe y porque puede. De hecho, en estos días en los que aparecen inexpertos mozuelos y mozuelas que dicen van a revolucionar el cante, el cantaor cordobés es un claro ejemplo edificante de cómo se puede crear en el flamenco sin salirse nunca de la pureza, entendiendo por pureza la verdad que hay dentro del artista y no la ausencia de mezcolanza. El Pele es un creador, un genio del cante, sin duda. Dentro de muchos años, sus soleares, sus malagueñas y sus seguiriyas estarán catalogadas como estilos personales.
Después de unas cantiñas para olvidar y la omnipresente versión de Dime Ana, canción por tangos que Pedro Peña le escribió a Enrique Morente, Manuel y Severiano Jiménez Flores Niño Seve (Córdoba, 1982) se encerraron en aquel coso inundado con seis toros negros. Las seguiriyas que cantó esa noche don Manuel quedarán inscritas en letras de sangre en el recuerdo de los presentes. Qué forma de transmitir, qué dolor, mare mía, qué forma de tragarse el cante para luego lanzarlo al húmedo aire paraeño. Eso sí, le meto la letra de El Nitri al Fillo, que para eso eran familia, y al Fillo la melodía de Tío José de Paula. Luego sigo a mano derecha por Manuel Cagancho, Loco Mateo y cabal de El Tuerto de la Peña. Éstas sí, por derecho y sin mezclar, porque soy el Pele, porque me lo he ganado, y porque puedo.
Ficha artística:
Espectáculo: El Pele
Ciclo: XXVIII Semana Cultural de Actividades Flamencas de Paradas
Lugar y fecha: Aula Municipal La Comarcal, Paradas, Sevilla. 12/4/2018
Al cante: El Pele
A la guitarra: Niño Seve
Percusión: José Moreno