Hace unos días leí una carta del gran guitarrista Gerardo Núñez publicada en su muro de Facebook el pasado 14 de octubre. En ella tan notable artista se lamentaba de lo poco que se valora el flamenco en España, por ejemplo, en comparación con el reguetón. Curioso, ¿no? La gran música española, que es el flamenco, con escasa presencia en las emisoras de radio y los canales de televisión públicos, en favor de otras músicas que vienen de fuera y que tienen poco que ver con nosotros, con nuestra cultura musical, la de los andaluces o del resto del país.
¿Qué hacen las grandes cadenas de radio por el flamenco? La Cadena Ser, la Cope, Onda Cero… Algo, pero poco. Algunas, apenas nada, lo que no se entiende muy bien. ¿Y qué hacen los gobernantes para que estas grandes cadenas no se olviden de la música de la tierra? Nada, porque los políticos, lo que de verdad les interesa es que se ocupen de ellos y de sus partidos. Que sí, que esto se sabe desde hace años, pero hay que seguir dándole palos a la burra para que se enteren algún día.
Los que más tendrían que patalear serían los propios artistas, porque son los que viven de esto de verdad y los que necesitan una promoción adecuada para dar conciertos o vender discos. Y es raro encontrar a un artista flamenco de cierto prestigio que se moje de verdad como lo ha hecho Gerardo Núñez, que además no es la primera vez que lo hace, porque es un artista independiente, sin banderías y, sobre todo, valiente, que ha ido siempre a lo suyo, o sea, al arte de la música.
Recuerdo cuando hace cuarenta años o más, apenas se hablaba de subvenciones o ayudas públicas para el flamenco, y todo iba bien. En Sevilla cada emisora de radio tenía un buen programa de flamenco dirigido por Miguel Acal, Paco Herrera, Emilio Jiménez Díaz, José Luis Montoya y otros. Había secciones fijas en los diarios andaluces y Pepe Sollo tenía un programa de actualidad en Telesur, la televisión pública regional. Fue la época de oro de los programas de radio y las tribunas de papel.
Luego llegaron las ayudas públicas, y Canal Sur, la radio y televisión autonómicas, La Nuestra, según reza en la propaganda. ¿Por qué no ha tenido Canal Sur Televisión ni un solo programa de calidad? Lo pregunto porque pienso que no lo ha tenido nunca, si tenemos en cuenta que Andalucía es la cuna de este arte y una tierra donde tantos y tan buenos artistas hay, además de especialistas en flamenco. Recuerdo con amargura la nefasta época de Lalo Guerrero y José Luis Montoya, por poner un ejemplo.
Me comentaba hace algún tiempo Chemi López, dueño del sello discográfico La Droguería Music, que no tiene apenas programas de radio en los que pueda presentar su catálogo. Ni pagando, creo. Y es de los pocos sellos que están grabando cante de verdad, clásico, de artistas sin mucho nombre que en muchos casos no pueden producirse la obra.
Los cantaores no tienen donde grabar sus discos, los críticos apenas tienen un medio donde analizar la actualidad con independencia, los flamencólogos nos tenemos que pagar nuestros propios libros si queremos publicar con cierta garantía y las compañías dependen del dinero público.
Y no pasa nada. No se mueve ni el aire.