No, cantes nuevos no, pero sí desconocidos para la inmensa mayoría de la afición. Además tampoco es una noticia nueva. Ya los buenos aficionados Andrés Raya y Dani Pino tocaron en su día, que sepamos, algunos datos de los que expondremos a continuación. En cualquier caso, entendemos que es necesario reagrupar la información, añadir lo que podamos y poner un poco de orden para el conocimiento del aficionado interesado. Retrocedamos un poco en el tiempo para ir colocando ideas, y el lector pueda situarse en lo que queremos argumentar.
La discografía oficial de Fosforito (Puente Genil, 1932) da comienzo en 1956, mismo año en que arrasa en el I Concurso de Cante Jondo de Córdoba. En ese año, a tenor y posteriormente al concurso, en el teatro de La Comedia de Madrid, se graban tres EPs con la guitarra de Vargas Araceli (Melgar de Fermental, 1907-Madrid, 1971), uno de los guitarristas oficiales del concurso. Otros dos EPs grabados en julio de 1957 con la guitarra del cordobés Juan Serrano (Córdoba, 1934), y Alberto Vélez (Cerro del Andévalo, 1921 – Madrid, 2005), y que, según parece, salen al mercado en 1958 con el sello Philips, cuyos derechos discográficos de grabación están hoy en las manos de la multinacional Universal.
Antes de ese inicio discográfico, la voz de Fosforito quedó registrada por primera vez para la historia -junto a la de sus paisanos Seco padre e hijo, Juan Hierro, Antonio Illanes, Antonio Velasco, Manuel Herrador y el vecino de provincia Niño de Castro– en una formidable adaptación, La Pasión según San Mateo en Saetas, que ideara el sin par Francisco Moyano. Grabación en directo con carácter “no oficial” y muy desconocida fuera de Puente Genil.
Esta obra quedó recogida por los micrófonos de RNE, y de la mano del excelso Matías Prats (Villa del Río, 1913 – Madrid, 2004), que ejerció de narrador. En la primavera de 1954 los hogares españoles quedaron inundados por los sones y cantes más representativos de la Semana Santa pontanesa. Este documento sonoro se ha convertido en una auténtica joya de nuestra cultura, traspasando el ámbito local debido a la categoría de los intérpretes (Juan Hierro hace toda una exhibición), a la época en que se grabó y a la belleza de la composición. Además sirve como documento imprescindible para el estudio de la evolución de la genuina y autóctona saeta vieja de Puente Genil, la cuartelera. La “obra” fue felizmente editada por Agustín Moyano, hijo de Francisco, en 2009 para la Cofradía de María Santísima de las Angustias, con una magnífica calidad de sonido.
Entre estos dos trabajos se ubica el poco conocido LP producido por el bengalí Deben Bhattacharya (1921-2001). Este antropólogo, fotógrafo, productor, etnomusicólogo, etc., asistido por la Unesco, dejó un interesantísimo trabajo de campo en cuanto a grabaciones de “las músicas del mundo”, que desarrolló a lo largo de su vida en unos 130 álbumes. El LP PORTRAIT OF ANDALUSIA, dentro de la serie “The Living Tradition”, fue publicado en Londres en 1968 bajo el sello británico ARGO.
Bhattacharya, con los aparatos de grabación en ristre-semiportatil y de 35 kg- y gracias al poeta Ricardo Molina, registró en Puente Genil los audios de ese LP a finales de marzo y principios de abril de 1956. El trabajo no tiene desperdicio y supone una auténtica joya para Puente Genil, en el que ha quedado grabada la huella sonora de unos años extraordinarios, en los que la Semana Santa y el flamenco estaban en completa ebullición en la tierra del membrillo. Además descubrimos al joven Antonio Fernández Díaz, apenas unas semanas antes del célebre concurso de Córdoba, donde ya exhibe su personalidad e impronta a la hora de acometer serrana, soleá, alegrías y cantiñas. Aparece también una soleá del muy joven Juli Córdoba, que por aquellos años era un habitual saetero de la Cofradía de Jesús Nazareno. Por último, no podemos dejar de reseñar la imponente Soleá Apolá que nos regala José Bedmar “El Seco” (Puente Genil, 1880-1970), cante mamado directamente de Dieguito Morón “El Tenazas” (Morón de la Frontera, 1852- Puente Genil, 1933), aquel que pusiera banderas en el Concurso de Granada de 1922. Para otra ocasión, sólo por el gusto de hablar de cante, trataremos estas soleares y las posibles ramas que pudieran dar las más que probables soleares de Silverio y sus “discípulos”.
Al editarse en Londres doce años después, los discos que llegan a España podrían contarse con cuentagotas, por lo que durante bastantes años este trabajo se mantuvo en la sombra pasando casi inadvertido. En cualquier caso, se escapa de toda lógica que Deben Bhattacharya sólo grabase los cortes que aparecen en el citado LP. De la mano de José Manuel Gamboa (Madrid, 1959) supimos por su libro “Una historia del flamenco” (Espasa, 2005), que se había editado un cd de título Zingari. Route of the gypsies en el que se aparece una seguiriya de Fosforito que era prácticamente desconocida por todos, y dos saetas de Juli Córdoba que tampoco conocíamos, y que como decíamos se grabaron en Puente Genil en 1956. Esta seguiriya del maestro, la incluimos en el trabajo Puente Genil, tierra de cante, que La Droguería Musicprodujo en 2016 para el ayuntamiento de Puente Genil, dentro de la celebración del cincuenta aniversario del Festival de Cante Grande “Fosforito”.
Interesándonos por Bhattacharya, nuestra fuente para estos “cantes inéditos”, hay que confesar que es difícil tener acceso a una clasificación clara y especifica de todo su trabajo, pues nos encontramos publicaciones con distintas discográficas en diferentes países de Europa y EEUU, además de distintas series y etiquetas en los que unos mismos cortes aparecen en unos y otros trabajos, en distintos años y con muy poca, o ninguna, información al respecto, encontrándonos con un auténtico galimatías, amén de reediciones en Cd que tampoco dan mucha luz. Todas las fuentes que hemos consultado no se ponen de acuerdo en un porcentaje alto en cuanto a la clasificación del musicólogo indio.
Pensamos que el libro-disco The Gypsies: Pictures and Music From East and West de 1966, es el primero en el que aparece la citada seguiriya, además de otros dos cantes también “inéditos”, una malagueña del Mellizo y una soleá, distinta a la de Portrait of Andalusia. Ni que decir tiene que es todo un “hallazgo” (que no nos atribuimos) y un lujo poder disfrutar de dos cantes más del artista que años después acabaría forjando una de las carreras artísticas más brillantes que ha dado el flamenco. Como decíamos en el párrafo anterior, alguno de estos cantes y alguno de Portrait of Andalusia aparece en otros trabajos con etiqueta distinta y alguna reedición.
Para cerrar, de momento, la lista de registros “inéditos”, hay que hablar del libro-disco La Semaine Sainte en Andalousie, editado en Paris en 1960 por Seghers, y en cuya pista nos puso el incansable aficionado Leonardo Velasco. Nos parece un auténtico tesoro en cuanto a contenido sonoro y fotográfico. La cara A nos ofrece una aparente tanda de saetas en la calle, cuando se advierte que el sonido ambiente fue incorporado después. Nuestra sorpresa es mayúscula al descubrir una saeta desconocida de Juan García “Niño Hierro”, y otra de Fosforito que es a la que queríamos hacer referencia. La cara B nos regala una magnífica seguiriya, también “inédita”, en la voz de Juan Hierro, y unos fandangos de Lucena de José Bedmar “El Seco” que se utilizaron para la obra Cantaores de Córdoba que editara la Caja Provincial de Ahorros de Córdoba en 1989, con la dirección del llorado Agustín Gómez.
Resumiendo, tenemos cuatro cantes de Fosforito que la inmensa mayoría de la afición desconoce, soleá, saeta, malagueña del Mellizo y seguiriya, además de los cuatro de Portrait of Andalusia, serrana, cantiñas, soleá y alegrías. Teniendo en cuenta lo acontecido, y sin haber tenido acceso a toda la obra de Bhattacharya, no podemos descartar que en un futuro puedan aparecer “nuevos” cantes de aquellas sesiones de 1956. El Seco, Juan Hierro y el propio Fosforito todavía pueden darnos alguna alegría.
Nos hubiese gustado ofrecer una contextualización del flamenco en general y del Puente Genil de los años cincuenta, además de contar cómo era la vida Fosforito en los años de estas grabaciones, para ubicar al lector en la época y que se llevase un retrato mental de aquel presente, pero pensamos que ya hemos abusado del espacio que nos brinda Expoflamenco y debíamos ofrecer un texto no demasiado extenso.
Llegados a este punto, quien esto firma no puede ocultar que sueña con una compilación y reedición de las obras completas de Fosforito. Aunque a los responsables políticos les parezca que protestar su gestión es el deporte favorito de las gentes del flamenco, y crean que detrás de cada parroquiano se esconde un miembro de otro partido orquestando una conspiración para sacarlos del poder, más allá de esa realidad paralela en la que ellos habitan, se encuentra toda la familia flamenca, que entre aficionados y profesionales, dan color y contenido a la expresión cultural más representativa de nuestro país. Se ve que les molesta que las criaturitas les exijamos una buena gestión, compromiso real para con lo nuestro y además coherencia con sus propios planteamientos. Pero ¿cómo puede la Junta de Andalucía otorgar al maestro pontanés la llave de oro del cante, y después no hacer una puesta en valor de su legado? No es que le demos a la dichosa llave más importancia de la que tiene, pero chirría que no acometan el rescate de su discografía, como se hizo con la de Antonio Mairena y la Niña de los Peines. A lo mejor están esperando que lo haga una empresa privada, pero se da la circunstancia de que el galardón lo concedieron ellos y la foto se la hizo Chaves, ¿no?, pues ahora que respondan pues ese trabajo es de interés cultural. ¿Alguien lo entiende?
Según parece, el proyecto de reeditar la obra completa de Fosforito está en algún cajón de algún despacho de la Junta, y sin que parezca que haya interés por llevarlo a cabo. ¿No les abochorna que se esté perdiendo un tiempo precioso, en el que Fosforito aún está con nosotros y podría asesorar ese trabajo? ¿Hay que explicarles que está por hacer un trabajo de análisis y disección de esa discografía para conocer y calcular la aportación del maestro? Imaginad qué libro podría acompañar a esa obra, en la que el propio protagonista podría dar detalles y anécdotas de cada grabación, así como explicarnos los pormenores de cada una de ellas, y sobretodo explicarnos los cantes, sus fuentes, etc.
Parece ser que existe un problema para reunir la obra completa en cuanto a los derechos discográficos de las grabaciones. Bien, que sepamos, el grueso esos derechos están en manos de Universal y Divucsa, esto quiere decir las antiguas Philips y Belter respectivamente con sus correspondientes filiales, además de algunas grabaciones que pueden estar en manos de Sony heredadas de la RCA, y otras con Warner vía Hispavox. A pesar de los intereses que pueda tener cada discográfica, quizá es el departamento cultural de la Junta -de la mano del propio artista- quien mejor que nadie pueda poner de acuerdo a todas las partes, y más si la iniciativa parte de alguien neutral, empresarialmente hablando. Visto lo visto las perspectivas no son muy esperanzadoras, parece que el gobierno andaluz nunca creó un organismo para velar por el patrimonio flamenco y que la pelota está en el tejado de cualquiera menos en el suyo.
Miguel Ángel Jiménez Valverde