Los cómicos andares de un hombre corpulento de setenta y algo, pelo largo y despeinado a lo estrella de rock de hace 30 años, cara de pillo adolescente, todo eso, y cante mairenero de alta calidad. Es la singular receta de elementos que deja claro que Sebastián Heredia Santiago (1951), conocido en el flamenco como el Cancanilla de Málaga, está haciendo su numerito, o mejor dicho, numerón. Es único, chisposo, artista de artistas.
Hace poco vino a Jerez, donde es muy querido por la afición, y no decepcionó a los presentes en la Peña Tío José de Paula. Su espontaneidad es refrescante a la vez que su original personalidad es auténtica.
Lo vi en el tablao Caripén de Lola en Madrid en los años 70. Siendo cantaor, aquella noche bailó con una enorme dosis de gracia y locura de la buena. Recuerdo que realizó un paso de ballet clásico que metió por bulería que quedó para la historia, más flamenco imposible, en medio de aquella aplastante flamencura, una ironía puro Cancanilla.
Dio un clásico recital redondo en la peña donde se asomó el espíritu del maestro Mairena que parecía dar el visto bueno a soleá por bulería, tientos tangos, soleá, caña, fandangos, seguiriya, cante minero y unas personalísimas bulerías festeras con ese baile suyo y tan suyo. Cancanilla posee aquello que tanto falta hoy en día en muchos intérpretes: una personalidad inconfundible.
Hablamos con este autoinventado artista que llegó desrizando el rizo a su manera…
Cancanilla, ¿cómo quedamos, de Málaga o de Marbella? ¿De qué vino el cambiazo?
Mira, esto es difícil para mí, pero nadie es profeta en su tierra, y en Marbella no me han reconocido como artista, con la trayectoria que llevo de 55 años llevando el nombre de Marbella por todo el mundo. Me siento triste, y Málaga me dio la oportunidad, me dio muchos festivales y peñas, la Peña Juan Breva, la cual me adoran siempre, me han apoyado durante años, y de ahí fueron llamándome las diferentes peñas flamencas de toda Andalucía y Córdoba, donde gané el premio Enrique el Mellizo. Y es como una segunda casa, pero Málaga realmente es la que me apoyó. Por eso, cuando grabé, ya decidí ponerme Cancanilla de Málaga.
Tu cante es reposado y tenso a la vez, las siguiriyas clásicas y profundas, no eres festero que también canta, sino cantaor que sabe moverse con arte. He visto referencias a tu madre, María Santiago, ¿aprendiste de ella quizás? ¿O fue más cantaora? ¿De dónde sale tu original forma de bailar?
Sí, mi cante es puro y reposado, me gusta la pureza. No soy festero, lo que pasa es que me piden que haga un poquito de mi humilde baile. A mi madre María Santiago le decían de mote Chacha. Sólo cantaba, pero no era profesional pues éramos tantos hermanos que no teníamos tiempo para que ella cantara. Mi baile me nació a mí desde muy pequeño, me buscaba la vida bailando, pero lo mío era el cante grande, mi baile es personal, autodidáctico.
Por tu edad, te tocó el auge de Camarón, pero te he escuchado decir que admiras a Torre, a través de Antonio Mairena y Juan Talega, no sé si algún otro.
Sí, me tocó la época dorada del flamenco. Cuando Camarón empezó yo lo conocía, venía por Marbella a visitarnos, mi madre le ponía su comida y nos armábamos de cantar lo de Juan Talega, Antonio Mairena y otros grandes de esa época que ya empezaban a ser conocidos. Los escuché y dije esto es lo mío, así que me puse a estudiar y escuchar.
«Mi cante es puro y reposado, me gusta la pureza. No soy festero, lo que pasa es que me piden que haga un poquito de mi humilde baile. (…) Mi baile me nació a mí desde muy pequeño, me buscaba la vida bailando, pero lo mío era el cante grande, mi baile es personal, autodidáctico»
Luego te quedas a vivir en Madrid, y es cuando entras en Canasteros, el legendario tablao de Manolo Caracol. ¿Cómo fue aquella experiencia?
Mira, lo de los Canasteros fue que yo estaba trabajando en Marbella con el gran bailarín El Güito y que me vio y me recomendó al maestro Manolo Caracol. Y me mandó llamar, hice una prueba y me contrató. Como yo cantaba y bailaba le gustó mucho, y ahí me quedé un tiempo. La experiencia fue maravillosa pues me relacioné con muchos grandes artistas
¿Cómo fue el contacto con José Greco?
José Greco, gran bailarín y coreógrafo. Un día en Marbella cuando yo actuaba en el tablao El Platero, nos vio a mi hermana La Chichi y a mí y nos dijo que si nos querríamos ir a América con su compañía. Tuvo que ir a pedir autorización a mi padre, pues éramos menores. Nos hizo ilusión conocer América y trabajar con ese gran bailarín. En la época de oro del flamenco, cuando fui a América en la compañía del Greco, fuimos aquellos chavales que empezábamos nuestros sueños. Mira, fuimos mi hermana La Chichi, Paco de Lucía, la bailaora Nana Lorca, además de Rafael el Negro, la gran Matilde Coral, Farruco, Los Salaos de Sevilla, Pepe de la Isla, un gran cantaor, y el Millonario entre otros. Fue una gran oportunidad para mí, me dio mucha experiencia y conocí América.
Cuando en una entrevista te preguntan por tus bailaores preferidos, nombras a los clásicos festeros: Paco Valdepeñas, Anzonini, Funi…, ningún bailaor bailaor. ¿No aprecias el baile flamenco clásico como el de Gades, Mario Maya y otros?
Mire usted, aparte de los que he mencionado, yo he admirado a un bailaor de Málaga, Pepito Vargas, de esa época, desde luego el gran Farruco. Y en esta época al gran bailarín Joaquín Cortés, Farruquito, Juan de Juan, Pepe Torres y Antonio el Pipa, Marco Flores y otros más, los de esta generación están muy preparados.
Has grabado varios discos. ¿Algún proyecto en el horizonte?
Sí, he grabado discos con Antonio Arenas, que era guitarrista y productor de muchos, con el guitarrista Enrique de Melchor, el disco a mi madre Chacha, el último En mi delirio. Proyectos, pues esperando a preparar otro disco, seguir con mis festivales y peñas, y un libro que me están preparando de mi vida artística personal. Que Dios nos dé mucha salud, para seguir trabajando, que tenga fuerza y me sigan queriendo todas esas personas que me admiran, les agradezco su cariño que donde actúo se desplazan kilómetros para escucharme. Y a Expoflamenco le doy las gracias por esta entrevista y por contar conmigo, que es un honor que se me haya hecho esto.