A pesar de las reticencias de muchos aficionaos a las creaciones dancísticas de gran formato como los ballets, donde con frecuencia se postulan representaciones dramatizadas que funden la danza con el flamenco, alejadas casi siempre del recital al uso de pellizco y ole, la Compañía de Antonio Gades sedujo al respetable y a este crítico con una obra extraordinariamente trabajada desde los preceptos gadesianos del baile. Si bien no tan escrupulosamente cuidada al mínimo detalle, como podría ser la mejora de parte del vestuario o la selección de algunos bailarines del reparto y algo más de dinamismo en la exposición inicial de la trama casi durante la primera media hora de la función, Carmen se presentó con un éxito rotundo gracias al tratamiento exquisito de cada uno de los pasajes y la calidad artística del reparto.
Con la dirección escénica de Stella Arauzo, que dedicó al final este trabajo a El Gómez de Jerez, entre el público asistente, por su vinculación con la trayectoria de Gades, la compañía resolvió con acierto una versión fidedigna a la vez que refrescada del tercer ballet narrativo del maestro Antonio Gades en colaboración con el genial cineasta Carlos Saura, que, inspirándose en el libro de Merimée, pusieron el contrapunto entre la música de Bizet, el flamenco y el folclore patrio con un lenguaje estético popular pero tamizado por la singularidad de las vanguardias artísticas del siglo XX por más que hoy nos resulten contemporáneas o incluso clásicas.
En una solución de continuidad donde se suceden las escenas con transiciones rápidas y fluidas, con pocos silencios y una pasmosa reconfiguración escénica de los pocos elementos que ocupaban el proscenio –sillas, mesas y unas estructuras de espejos movibles en el fondo del escenario–, la compañía muestra de manera clara y evidente el argumento sin caer en las referencias ramplonas que traducen al baile con literalidad el discurso narrativo. Y este no es otro que romper con los estereotipos de la mujer de aquella época y señalar su camino a través de la liberación en la entrega absoluta a sus propias elecciones en la vida, el amor o las relaciones carnales por las que se deja llevar sin ataduras. Carmen es una mujer joven, gitana, temperamental, seductora, sensual y enamoradiza, que cautiva al soldado don José y luego se encapricha con el torero Escamillo. El patriarcado reinante, los celos y los arrebatos emocionales de quien sufre el rechazo provocan la muerte de Carmen a puñaladas –la maté porque era mía– ante el sentimiento insoportable de compartirla con otro hombre o perderla para siempre por las decisiones amorosas en el ejercicio de su libertad.
La obra comienza y termina a modo de ensayo de baile de una compañía y surgen movimientos paralelos en los descansos del mismo que van diluyéndose hasta formar grupos a ambos lados de la tarima. Luego parece transformarse en la cotidianidad de las fiestas de distintas clases sociales entre las que se mezcla sin renegar de sus orígenes Esmeralda Manzanas, bailarina que encarna a Carmen y que interpreta con naturalidad el papel de esa mujer tremendamente morbosa y sensual sin dejarse llevar por figuras soeces o inapropiadas. Los bailes de seducción y calentura culminaron en el símbolo dancístico de cómo hacer el amor sobre los maderos con la agradable sutileza de los que cuentan con el cuerpo lo que no pintan las palabras. Sublime.
«El flamenco aparece por soleá, alegrías, sevillanas corales, el Verde que te quiero verde, las juergas y bailes grupales e individuales del ritual de lo jondo, las bulerías, el cuplé bambinero de Tejada con pataíta incluida, las tonás y en otros muchos momentos»
La disposición de las sillas a modo de cama o veladores de un bar, los espejos traseros como tocador o para academia de baile, las mesas a ambos lados del escenario como elementos percutivos, la guitarra de rasgueos sordos a marchas casi marciales, la tensión emocional de las disputas, las peleas de hombres enamorados con los bastones o las apuestas de cartas, la juerga, el cante, las sevillanas, la tragedia en la música operística, los jaleos, la iluminación, el vestuario, la guasa en la hilarante escena de una corrida de toros simulada, los besos sugeridos, el cortejo… Todo estuvo medido y mimado. Así como la elección de las letras de los cantes y la dualidad musical entre la flamenca o española y la ópera.
Cabe destacar a Alfredo Tejada, Israel Paz y El Piculabe en el cante, a Esmeralda Manzanas y Álvaro Madrid –el marido– como bailaores o bailarines principales de la compañía, con una técnica, transmisión, hechuras e interpretación asombrosas, sin desmerecer al resto de componentes. La dirección de Stella Arauzo, el sonido y el diseño de luces, sin artificios, pero limpios, eficientes y adecuados, y también la música y la escenografía.
La coreografía siempre coordinada, el flamenco aparece por soleá, alegrías, sevillanas corales, el Verde que te quiero verde, las juergas y bailes grupales e individuales del ritual de lo jondo, las bulerías, el cuplé bambinero de Tejada con pataíta incluida, las tonás y en otros muchos momentos.
El saludo y los aplausos dieron pie a varios bises que alternaron con nuevas escenas cortas. Primero cierran circularmente la obra como si acabaran un ensayo. En el segundo la fiesta culminó en abrazo colectivo de la compañía. Luego un anticipo de compás vertiginoso a las palmas de los componentes. Y por fin sale Arauzo y tras dedicarle la función a El Gómez de Jerez, el elenco le regaló sus emotivos aplausos y el telón comenzó a bajar cobijando un magnífico trabajo que hizo gozar al graderío.
Ficha artística
Carmen, Compañía de Antonio Gades
XXIX Festival de Jerez
Teatro Villamarta
4 de marzo de 2025
Dirección artística: Stella Arauzo
Argumento, coreografía y dirección: Antonio Gades y Carlos Saura
Escenografía: Antonio Gades
Música: Antonio Gades, Solera Frerire, Georges Bizet ‘Carmen’, Manuel Penella ‘El gato Montes’ y José Ortega Heredia/Federico García Lorca ‘Verde que te quiero verde’
Música grabada: Orchestra della Suisse Romande dirigida por Thomas Schippers, con Regina Resnik, Mario del Mónaco y Tom Krause
Reparto:
Carmen: Esmeralda Manzanas
Don José: Álvaro Madrid
Torero: Jairo Rodríguez
Marido: Miguel Ángel Rojas
Bailarinas: Cristina Carnero, Elena Ros, María Nadal, María José Lope, Virginia Guiñales, Ana del Rey, Raquel Soblechero
Bailarines: Miguel Lara, Ángel Navarro, Antonio Ortega, Santiago Herranz, José Cánovas
Cantaores: Alfredo Tejada, Enrique Bermúdez ‘Piculabe’, Israel Paz
Guitarristas: Alberto Fuentes y José Romero
Coordinador técnico y sonido: Alberto Palanques
Técnico de luces: Guiomar Martín
Técnico de montaje: José Barbato
Vestuario y utilería: Elena Montenegro