El martes 21 de enero de 2025 se cumplirán noventa y seis años de la muerte en Madrid de Don Antonio Chacón García. El Tablao El Torero, de la capital de España, lo va a homenajear en el ciclo De Silverio Franconetti a Ramón Montoya, que se viene celebrando desde el mes de noviembre bajo la dirección del crítico e investigador sevillano Manuel Bohórquez Casado, chaconiano empedernido. Entrevistará a Juan Valderrama Vega, el hijo mayor de Juan Valderrama, además de a la cantaora onubense Sandra Carrasco, el cantaor madrileño Paco del Pozo y el coleccionista e investigador almeriense Carlos Martín Ballester. Y actuará el cantaor granadino Morenito de Íllora acompañado a la guitarra por el madrileño Jesús de Rosario. Es entrada gratis hasta completar el aforo, de unas cincuenta personas. Los invitados recibirán la distinción La Perla Negra. Será a las 19.30 horas.
Cuando alguien pregunta por qué era Don Antonio Chacón el mejor cantaor de su tiempo, siempre siempre hay que tener en cuenta esto: escuchen a los de su tiempo y lo descubrirán por sí solo. Lo dijo un sabio, el guitarrista Manolo de Huelva: “Técnicamente hablando, los dos cantaores más grandes fueron Don Antonio Chacón y Tomás Pavón”.
El genio nació en la calle Sol número 60 del jerezano Barrio de San Miguel el 16 de mayo de 1869, hijo del zapatero de Bornos Antonio Chacón y y la jerezana María García, ambos casados. O sea, el genio del cante nació como consecuencia de una historia de amor entre dos personas casadas y con hijos.
«La conferencia incluye entrevistas a Juan Valderrama Vega, la cantaora onubense Sandra Carrasco, el cantaor madrileño Paco del Pozo y el coleccionista e investigador almeriense Carlos Martín Ballester. Y actuará el cantaor granadino Morenito de Íllora acompañado a la guitarra por el madrileño Jesús de Rosario»
Siendo un adolescente se juntó con el guitarrista Javier Molina y su hermano, el bailaor Antonio Molina, y recorrieron pueblos andaluces y extremeños para buscarse la vida y aprender los estilos. Estilísticamente, Chacón se miró en el espejo de los grandes maestros de su tierra, como fueron El Loco Mateo, Chato, Carito, Antonio el Marrurro, la Sarneta y Joaquín Lacherna. De Cádiz eligió a Enrique el Mellizo y de Sevilla a Silverio Franconetti, que formaron su base principal.
Con 18 años ya estaba viviendo en Sevilla con sus padres, en la Alameda de Hércules, siendo zapatero como su padre. Juan Junquera primero y Silverio después, comenzaron a mostrarlo al público en Utrera y Sevilla, convirtiéndose pronto en la nueva figura indiscutible del cante jondo. Conquistada Sevilla, siendo la atracción de cafés como El Burrero y el Salón Silverio, se fijó en Madrid y aún en el XIX ya cantaba en sus cafés y teatros.
A principios del siglo XX, con la crisis de los cafés cantantes en la capital andaluza, decidió fijar su residencia en la Villa y Corte, sin dejar del todo Sevilla, hasta que optó por vivir hasta su muerte en Madrid, donde se convirtió en el rey indiscutible del cante.
El 21 de enero de 1929, Chacón murió en esta ciudad y fue despedido por los madrileños como un auténtico rey. Fue enterrado con todos los honores en el Cementerio de la Almudena, donde aún descansan sus restos.