El flamenco tiene muchos veneros donde recoger sus letras, desde sus orígenes hasta hoy. Estamos acostumbrados a ver cómo hay muchas coplas flamencas que proceden de autores más o menos anónimos, letras hechas para el cante expresamente, pero también sabemos el papel lírico que tiene el romancero, el cancionero, el folclore, el refranero, lo hispanoamericano, etc., o la poesía culta o de autor –las lorqueñas de Pastora, Los cuatro muleros de Marchena, el soneto de Borges del Cabrero, Aurora de Nueva York de Enrique Morente, etcétera–.
Uno de los posibles encuentros o reencuentros es el de la poesía sefardí, las canciones –letra y música– de los judíos expulsados de Sefarad, como decían a la tierra de nuestro país, en 1492, lo que produjo un éxodo por diferentes países donde, sin embargo, han conservado la lengua de entonces. Conozco algunos, como los tangos del chavico que canta Estrella Morente –CD Calle del aire, 2001–, que tenía en casa en una cinta casete dedicada a esos cantos que estudié en la carrera de Filología y me gustaban mucho. Podemos escucharlos en este enlace:
Pero una atención tan extensa como un disco completo, Exodus, desde el flamenco, no la conocemos. A ello han dedicado un interesante y novedoso disco los componentes del grupo Alxaraf, formado por tres buenos artistas: el cantaor Vicente Gelo, el tocaor Tino Van der Sman, aquí en este trabajo con la colaboración de la percusión de David Chupete, el contrabajo de Gal Maestro, el buzuki de
Socrates Mastrodimos, y los coros de Paula Ramírez, Esperanza Garrido, Jeromo Segura y Ale Villaescusa, y palmas y jaleos de Jesús Rodríguez, Juan Tomás de la Molía, Choro, Jorge el Cubano.
Rescatan y versionan nueve canciones, convertidas aquí en cantes que las recrean, pues todo está totalmente dentro del flamenco y sus palos muy reconocibles: alegrías, tangos, tanguillos, petenera por supuesto, etc. Lo hacen de manera sutil y creativa, como escriben en el libreto, tras una intensa investigación y recopilación. Con el empeño vocal y la profesionalidad de Vicente Gelo, el primor musical flamenco de Tino y el grupo de calidad que los acompaña, el resultado es más que notable.
Podemos tener en este enlace más datos sobre el grupo.
«Un disco especial, distinto, muy flamenco, unión de dos tradiciones, la sefardí y la flamenca, verdadero ejemplo de la disponibilidad de los flamencos para no dejarse llevar por la desidia e investigar para tener nuevo repertorio, por muy antiguo, que no viejo, que sea, como el sefardí, encantador cancionero»
Enlazando así una tradición oral poética y musical, la judía sefardí, y la flamenca, nos acercan a un mundo de letras de amor más o menos logrado, de picardía, de consejos a una hija, de modos de guisar, y algunas letras se confunden, pues introducen algunas del acervo flamenco muy cantadas, como las de «En enero no hay claveles…», «¿Dónde vas, bella judía…?», «Yo me enamoré de un aire…», «Puñadito de valientes», «Ventanas a la calle…», etc. Queda todo unido con sencillez, calidad, magisterio, belleza.
Destacamos algunos. Adió Kerida, corte 2, dinámico y hermoso, por bulerías, es una lastimera letra de amor desesperado, como en este fragmento:
Adió, adió querida,
no quiero la vida,
me la amargaste tú.
Podemos escucharlo en este enlace de la grabación en directo:
Por tangos, el corte 4, Noches noches, por tangos, recrea las noches de los enamorados, con llamada al carpe diem, el disfrute del momento:
Noches, noches, buenas noches:
noches son de enamorar,
ay qué noches de enamorados.
¡Ay, qué!
Me atrae también la versión de la petenera, a la que una de las teorías sobre su origen la lleva hasta el mundo judío. Aquí cantan la letra «Y a la una yo nací / y a las dos me engrandecí…» junto a otras como «¿Dónde vas, bella judía…?», todo con variados ritmos incluidos los atangados y los aires sudamericanos. Sin duda, un resultado precioso. O el siguiente corte 7, Los guisados de la berenjena, por bulerías, versión fresca, con picardía, de esta canción que explica los modos de guisar. Contrasta con otro tema especial, de signo contrario al anterior, pues el 8, La rosa enflorece, aborda el tema del sufrimiento por amor, con el símbolo de la rosa, con un tempo más lento y fondo melancólico, con punteados brillantes a lo largo del tema:
La rosa enflorece
en el mes de mai
y mi alma s´oscurece
sufriendo de amor.
El resto, desde luego, todos muy bien interpretados. Nos encontramos, de esta forma, con un disco especial, distinto, muy flamenco, unión de dos tradiciones, la sefardí y la flamenca, verdadero ejemplo de la disponibilidad de los flamencos para no dejarse llevar por la desidia e investigar para tener nuevo repertorio, por muy antiguo, que no viejo, que sea, como el sefardí, encantador cancionero. Enhorabuena por este esfuerzo de tan notable resultado con el deseo y el ruego, a quienes corresponda, de que este trabajo pueda ser conocido en directo en muchos lugares.
En Expoflamenco presentaron su disco en junio de 2024, donde comentan que es un trabajo de arqueología musical que no persigue un maridaje sino más bien un diálogo entre las dos culturas.
Y aquí el enlace para escuchar el disco completo: https://alxaraf.bandcamp.com/album/exodus
→ Grupo Alxaraf, CD Exodus (Digitaldos, 2024).