En 1985 una joven bailarina y profesora de danza española en el Conservatorio de Danza de Murcia impulsaba un proyecto por el que seguramente casi nadie apostaba demasiado. Esa joven profesora, Carmen Rubio se llama, mostraba una determinación, empeño y energía admirables, cualidades que muchos años después mantiene intactas. Nacía entonces el Ballet Español de Murcia (BEN). Pues bien, ese antiguo impulso a quien casi nadie daba mucho tiempo de vida cumple cuarenta años llenos de éxitos (a veces de desengaños), de aprendizaje, de evolución, con decenas de espectáculos, muchos de ellos magníficos. En resumen, un verdadero milagro que dura ya cuatro décadas.
La danza en España es un verdadero milagro, en general. Surgen compañías que suelen aguantar muy poco tiempo, pendientes siempre de unas ayudas oficiales exiguas, aparte de que los públicos no siempre han acudido masivamente a los espectáculos de baile, más allá de los nombres mediáticos. En realidad, hasta donde yo conozco, solo el Ballet Nacional de España es más antiguo que el Ballet Español de Murcia, y también resiste hasta hoy. Pero con una diferencia esencial: mientras que el Ballet Nacional de España cuenta con un presupuesto fijo, además del prestigio que supone llevar el nombre de España por el mundo, la compañía murciana no cuenta con un presupuesto oficial, aunque es cierto que en los últimos años se le han concedido algunas ayudas del Ayuntamiento de Murcia y de la Comunidad Autónoma, a través de su Instituto de las industrias culturales y las artes (ICA).
Años después de su fundación se integró como codirectora la hermana menor de Carmen Rubio, Matilde Rubio, desde hace tiempo catedrática del Conservatorio Superior de Danza de Málaga. Hoy el nombre completo del ballet es Ballet Español de Murcia. Cía. Carmen y Matilde Rubio. Pero la longeva formación ni siquiera fue siempre profeta en su tierra. Durante los primeros tiempos incluso actuaba con más frecuencia fuera que en la propia Región de Murcia. Sin embargo, la resistencia del ballet, sus continuas espectáculos y actuaciones con éxito en el exterior, el hecho de que fuese paulatinamente haciéndose más profesional y que haya ido contando con figuras invitadas o encargando determinadas coreografías a coreógrafos tan prestigiosos como José Antonio Ruiz, Antonio Najarro o Javier Latorre, entre otros, todo ello ha hecho que las instituciones regionales no hayan tenido más remedio que reconocer su excelente labor.
Su trayectoria es sorprendentemente tan larga que cuenta ya con un completísimo repertorio entre los que, lógicamente, hay de todo, mejores y peores espectáculos, pero con títulos señeros. Por citar algunas de las creaciones del ballet, están Alma y compás, Penélope, Póker flamenco, La cara oculta del Mediterráneo, El celoso o la versión para ballet de la ópera Carmen. Precisamente con esta obra, Carmen, llevan años triunfando en China. Y en este país, en el gigante asiático, llevan ya quince años consecutivos realizando giras estruendosamente celebradas allí, actuando en los principales teatros, siempre ante miles de personas. No hay otra compañía española que lleve tantos años viajando y triunfando en China.
«La trayectoria del Ballet Español de Murcia es sorprendentemente tan larga que cuenta ya con un completísimo repertorio con títulos señeros: Alma y compás, Penélope, Póker flamenco, La cara oculta del Mediterráneo, El celoso o la versión para ballet de la ópera Carmen»
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El Ballet Español de Murcia ha recorrido buena parte de la geografía regional y nacional. Ha actuado en los festivales del Cante de las Minas, en Lo Ferro o en la Cumbre Flamenca Murcia. También ha actuado en el Festival de Jerez y en importantes certámenes de Italia, Francia, Jordania y otros países, la lista sería casi interminable. Durante años fueron compañía invitada al Festival de Danza de Cuba, creado con la gran Alicia Alonso, con la que mantuvieron una gran relación personal y profesional. No es extraño que participaran en la gala internacional organizada por la Unesco como homenaje “a la Prima Ballerina Dña Alicia” en Sevilla, en el Teatro de la Maestranza, en 1910.
Los reconocimientos a lo largo de tantos años son incontables, desde los recibidos en el Festival de La Unión o en la Cumbre Flamenca (Patriarcado Flamenco) o el “Grand Prix Giuliana Penzi” a la trayectoria profesional en Llano (Italia), pasando por el premio “Cultura Viva” de Madrid, en su XX edición, entre otros muchos.
La compañía ha ido evolucionando. Comenzó como compañía estricta de danza española, para ir añadiendo plenamente el flamenco, y en sus últimos espectáculos ha ido acogiendo pasajes y movimientos de baile contemporáneo, además de escenografías e iluminaciones más vanguardistas. El ballet ha colaborado en espectáculos ajenos, especialmente de ópera y particularmente Matilde, la menor de las hermanas Rubio, coreógrafa y excelente diseñadora de vestuarios, que ha trabajado en otros países en óperas como Carmen, incluyendo una parte danzada.
La compañía, hoy integrada como residente en el Instituto de las Industrias Culturales y las Artes (ICA) de la Región de Murcia, como antes lo fue del Instituto de la Juventud (INJUVE), se ha mantenido siempre como compañía privada y ha sido tradicionalmente escuela para jóvenes bailarinas y bailarines y muchos de ellos han trabajado posteriormente para otras compañías, como el Ballet Nacional de España. Hoy el BEN se abre a otros proyectos como el vídeo, la performance, las artes escénicas y culturales en general, mientras su prestigio crece. El milagro continúa.