Llerena, la capital de la Campiña Sur de Badajoz, acogió días atrás la presentación de Detrás de las palabras, de María Isabel Rodríguez Palop, segunda obra flamenca de la periodista llerenense que, desde sus 32 entrevistas a lo largo de 200 páginas, recomendamos a los entrevistadores, sobre todo a quienes la efectividad del diálogo les impide una conversación de calidad.
El modo de conectar con el entrevistado está relacionado con el arte de la inteligencia conversacional, habilidad que, como reseñé en el prólogo, asocio a María Isabel Rodríguez Palop, para quien si el hablar crea impacto no es sólo por la efectividad en el intercambio de la información, que también, sino por el mensaje, que únicamente es creíble cuando, después de establecer una conexión fluida y directa, se “escucha” al interlocutor.
Hay quien debilita al oyente y, en lugar de conversar, establece monólogos. No faltan los que a sí mismos se llaman reporteros descriptivos, pero no escuchan. Y otros se limitan a reafirmar cada respuesta sin avanzar en el enriquecimiento del diálogo con sus aportaciones. Pero, en sentido contrario, también hay guardianes de la información jonda que dominan el arte de la entrevista y que se sitúan Detrás de las palabras, periodistas especializados en flamenco que, como la autora de esta obra, saben de la importancia de las palabras y su impacto en la vida cultural española.
Se advierte que la autora, en sus conversaciones, sabe manejar los intervalos de tiempo con sus pausas correspondientes, el modo de empatizar con la realidad del otro a fin de buscar la calidad del diálogo, y lo más importante, priorizar las necesidades informativas y aquellas situaciones específicas que motivan a la periodista a buscar los conocimientos y los hechos y datos que demanda el lector.
Las entrevistas que compila este libro son fruto de los más de diez años ininterrumpidos que lleva escribiendo como colaboradora especializada en El Periódico de Extremadura, del que, con más de medio millar de entrevistas y crónicas que figuran en su ADN profesional, ha recopilado lo más granado para que el lector cristalice la escena de la interlocución.
En estos años, Rodríguez Palop se ha tomado el ejercicio profesional más como una devoción que como un trabajo de poética literaria. Le interesa comprender plenamente al personaje, de ahí que lo despoje de adornos superfluos. Perfecciona el arte del diálogo en sus artículos, para así encontrarse con la necesidad de conversar mejor y ejercer un liderazgo más perfeccionista. Y en sus preguntas, encontramos buenas claves para usar mejor las cuestiones y evitar, por tanto, aquellas que incluyen el punto de vista de quien las hace, dado que no se trata tanto de hablar como de conversar y saber escuchar.
Es consciente Palop, a este tenor, de que las palabras son un reflejo de los pensamientos y sentimientos del entrevistado. Su poder es tan inmenso que han de ser utilizadas y pronunciadas en nuestro lenguaje habitual. No pueden pasar inadvertidas, ya que perderían el crédito de que gozaban antes de quedar señaladas. Y son, en consecuencia, la herramienta fundamental de la comunicación entre los seres humanos, conectarnos y compartir nuestras experiencias.
«El libro tiene la noble intención de divulgar el flamenco como punta de lanza de la marca España, crear afición en la juventud emergente y promocionar la cultura desde Extremadura»
Así es la autoridad del discurso periodístico, el poder de la palabra. Y Rodríguez Palop sabe que pueden ser utilizadas para construir o destruir, para inspirar o desmotivar a las personas, para transmitir amor u odio. Es consciente de ello, y por eso utiliza las suyas y las de sus entrevistados, de manera sabia.
Tanto unas como otras son el reflejo de nuestra cultura. Y la forma en que las utilizamos pueden ser interpretadas de manera diferente por personas ajenas a nuestra cultura. Por eso en esta obra las encontramos empleadas de manera apropiada, según el contexto cultural de cada personaje, su propio lenguaje y su propia forma de comunicación, de lo que podemos inferir que el lenguaje flamenco es plural, reflejo de la cultura en la que se desarrolla el interrogado.
Al manejar estas consideraciones con personajes tan dispares como Miguel Poveda, Farruquito, Israel Fernández, Esther Merino o Eva Yerbabuena, constatamos la importancia de la comunicación efectiva. En Pepe de Lucía, Calixto Sánchez, Rancapino o Laura Vital, vislumbramos que todo sucede por una razón que se llama sabiduría, y en las respuestas de Dorantes, Alejandro Hurtado, Jesús Carmona, Ostalinda Suárez o Ana Crismán, encontramos la importancia de que las palabras también son una herramienta importante para la creatividad.
Son sólo algunos ejemplos, pero lo que sí es una confirmación es que de lo anterior se colige no ya la forma en que utilizamos las palabras, que ha de hacerse de forma culta y efectiva, sino cómo puede afectar a nuestra comunicación, a nuestras relaciones y a nuestra creatividad.
Hay, por último, otro dato a retener que entra ya en el propósito de las entrevistas de Rodríguez Palop. Y es la estrategia como recurso literario, ajustándose la destreza de la periodista al manual de campo, tal que título, entrada o introducción sin que falten los datos más relevantes del entrevistador; cuerpo o desarrollo, que es lo mollar de la entrevista, donde la autora respeta y transcribe las respuestas incluso yo diría que en algunos casos eliminando o corrigiendo los vacíos o tartamudeos, y cierre o conclusión, que es donde la periodista insiste en lo que en realidad quiere destacar.
Estamos, por tanto, ante un género periodístico que la autora domina en tanto que obtiene la información del artista a partir de la formulación de las preguntas, con el añadido de que, a fin de obtener las respuestas deseadas, la periodista ha investigado al entrevistado, lo aborda con preguntas cortas y sencillas a fin de indagar más en su obra que en su vida, sabe improvisar en función de las respuestas, intenta suscitar una declaración por parte del interrogado en torno al tema planteado, y, tras la conversación entre dos personas, logra el objetivo: obtener la información deseada del interlocutor, sin menoscabo de que en ella subyacen sus experiencias, actitudes, habilidades, aspectos testimoniales y aquellos otros rasgos y características del artista.
En tal sentido, Detrás de las palabras no se oculta de nada. Antes bien, tiene la noble intención de divulgar el flamenco como punta de lanza de la marca España, crear afición en la juventud emergente y promocionar la cultura desde una tierra, Extremadura, que refleja aquellos valores y atributos que, desde tiempo inmemorial, viene impactando a partir de la diversidad en la identidad individual y colectiva.