– Enhorabuena, es usted la ganadora del Premio Expoflamenco al mejor disco flamenco del año 2024. ¿Qué le parece que una veintena de especialistas de la comunicación flamenca valoren así su obra?
– Es precioso que tanto la crítica como el público hayan valorado este trabajo como excepcional. Muchísimas gracias a todas las personas que han votado nuestro álbum. Me hace una tremenda ilusión. Yo no me lo podía creer. Todo lo que venga a partir de ahora son regalos y regalos, regalos y regalos. La verdad, estoy muy agradecida a Dios, a mi padre, al público, a la prensa, a todo el mundo. A vosotros os doy un millón de gracias y que Dios os bendiga.
– El disco Recordando a Marchena ha tenido presentación hasta en Le Poisson Rouge de Nueva York, entre otros muchos espacios escénicos de renombre. ¿Pensaba que este trabajo discográfico junto al joven David de Arahal le iba a dar tantas satisfacciones?
– Yo creo que puede ser por la calidad de la obra, porque está muy trabajada y hay mucho, mucho curro. Hay mucho curro en esta obra, en este concierto, en este recital, que yo llamo recital espiritual, ¿no? A partir de que hay mucho trabajo también está la mano de Dios ahí, ¿sabes? Detrás de todo esto hay un ápice muy importante, que es lo espiritual, lo espiritual. Y aquí hay un duelo. Aquí hay un cierre de ciclo. Aquí hay un encuentro con un padre, o sea, una despedida de un padre y un encuentro con otro padre, que para mí ha sido Pepe Marchena.
– A nivel personal, ¿cree que ha supuesto un salto en su carrera artística para asumir mayor protagonismo en la primera plana de la escena flamenca?
– Jamás en la vida habría imaginado que este trabajo hubiera tenido una repercusión como la que ha tenido. Realmente es verdad lo que me dices. Recordando a Marchena me ha puesto en un lugar donde yo antes no estaba. Me ha dado mi sitio.
– ¿Por qué Pepe Marchena? Tengo entendido que era un encargo de su padre fallecido. Aclare esto, cantaora.
– Es un trabajo que viene de la cero pretensión. Esto no se ha hecho para alcanzar nada, para ganar premios, para tener la valoración de la crítica ni del público. Esto se ha hecho porque a la semana de fallecer mi padre yo sueño con él y me encarga esto él. Entonces yo pasé el duelo, seis meses de mi duelo, estudiando a Pepe Marchena, descubriendo a un cantaor que la verdad no lo tenía ni estudiado ni había profundizado en su obra y en su persona. Es una obra que viene desde lo onírico, desde lo espiritual, desde un lugar sagrado en el que mi padre se comunica conmigo recién fallecido. Y bueno, yo me hago cargo de este mandato que mi padre me encomienda, con mi escudero David de Arahal, que ha sido mi mano derecha y la persona que me ha ayudado a darle forma a todo. Con su música y dedicándole su tiempo. Y mimando cada cante que íbamos trabajando con un cuidado y con un amor inenarrable.
– Por cierto, el otro día visité la tumba del Niño de Marchena. El epitafio en el mármol invita a la reflexión: Todo el que mira aquí / esta triste sepultura / conforme te ves me vi / y de esta forma y segura / otros te verán a ti. ¿Qué le sugiere esa letra, mi señora?
– Él era especial hasta para eso. Para mí es una figura que vino al mundo para cambiarlo de alguna manera. Y yo creo que cumple con el objetivo que tiene el arte: transformar el mundo. Eso fue lo que él hizo. Y muy bien que lo hizo. Y claro, eso es lo que tiene también ser tan valiente y tan trasgresor: que genera muchos detractores. Es el precio que hay que pagar. Por ser diferente y por ser especial, como era Pepe Marchena. Entonces, hasta la letra que tiene puesta en su tumba es inspiradora, porque tú date cuenta que eso, eso tú lo lees, eso te cambia la vida completamente. Al final, lo que nos hace falta cada día es darnos cuenta de que nos vamos a morir. Para darle sentido a esto, porque si esto fuera eterno no tendría ningún sentido. La vida es una locura. El saber que te mueres es un gran antídoto para vivir con lo que hay que vivir, con alegría, con agradecimiento y estar aquí al cien por cien, ¿no? Que esto se acaba. Entonces, me parece una obra de arte hasta lo que pone en su tumba, porque, vamos, es que era artista hasta en su sepultura. Para mí es un gran maestro y un gran gurú. Para mí es un transformador de la vida de las personas. Eso es lo que ha hecho también conmigo.
«Doy fe de que a todos los conciertos donde hemos ido representando esta obra ha venido un montón de gente a decirme ‘gracias, porque me ha recordado a mi abuelo’. Pepe Marchena era su ídolo. O sea, al final forma parte de una generación y nosotros lo hemos traído dándole una lectura nueva, dándole vida y recordándolo, que al final era lo que queríamos, traer esa figura al siglo que nos pertenece»

– ¿Hay un nuevo Pepe Marchena tras este disco?
– Doy fe de que a todos los conciertos donde hemos ido representando esta obra ha venido un montón de gente a decirme ‘gracias, porque me ha recordado a mi abuelo’. Pepe Marchena era su ídolo. O sea, al final forma parte de una generación y nosotros lo hemos traído dándole una lectura nueva, dándole vida y recordándolo, que al final era lo que queríamos, traer esa figura al siglo que nos pertenece. Y que todo el mundo, tanto mayores como pequeños, escuchen esta obra y les acompañen durante toda la vida y se quede aquí como algo importante. Que para la gente joven sea una herramienta para entender a Pepe Marchena o para estudiarlo desde nuestra visión. Más o menos esta es la lectura que saco.
– ¿Algún otro clásico del cante jondo merecería su recuerdo en años venideros?
– Yo creo que me faltan muchísimas figuras por homenajear y por profundizar, tanto femeninas como masculinas. Te podría decir, yo qué sé. Es que hay tantas y tantos que me gustaría hacerles un disco de homenaje… Pepe Pinto es uno de mis favoritos también. Y Pastora.
– Los otros dos álbumes más votados por los redactores de Expoflamenco son los de Israel Fernández y Antonio Rey. ¿Tiene unas palabras para ellos?
– Antonio Rey e Israel Fernández son como hermanos para mí, puesto que tenemos una estrecha relación. Hemos pasado años girando por el mundo juntos, compartiendo habitaciones, compartiendo camerinos, compartiendo vivencias, conviviendo. En la película Flamenco de Carlos Saura ya vi claramente que eran dos genios. Ellos hacían un número por seguiriya que levantaba el teatro en cada ciudad donde íbamos a representar esta obra. Así que para mí es una satisfacción y más que un orgullo y un privilegio estar entre los álbumes más votados junto con los de ellos dos, porque yo los admiro mucho. Para mí son como familia y además aprendo mucho de ellos. Son dos grandes aficionados, dos grandes artistas y dos grandes profesionales.
– ¿Y ahora qué?
– Ahora tengo muchísimos proyectos y estoy ahí con todos ellos sacándolos adelante, buscando tiempo para poner cada uno en su sitio y darles su lugar. Y además son muy variopintos, porque no tienen nada que ver unos con otros. Al final a mí eso es lo que me define: soy un poco ecléctica y me divierte mucho estar hoy con una cosa y darle forma, y después con otra que no tiene nada que ver. Al final tengo muchísimas personalidades. Me gusta tocar mucha música diferente y expresarme de otras maneras. Así soy un poco yo, un alter ego que tenemos cada uno de nosotros. Me gusta mucho la música, soy un poco friki y se me da muy bien hacer proyectos que nada tienen que ver uno con el otro. Depende también de la persona con la que lo haga, ¿no? De repente me enamoro de un músico, de su música, lo admiro y quiero trabajar con esa persona porque sé que es una fuente de inspiración. Entonces veo qué hace ese músico y yo pienso qué puedo yo hacer para acompañar a ese talento. Eso es un poco lo que me pasa, ¿no? Me gusta todo. Y entonces, como me gustan los artistas buenos, pues me arrimo a eso e intento sacar el máximo partido máximo a quien está a mi lado. Quiero disfrutar de esa persona. Soy un poco así, disfrutona de los seres humanos que veo que tienen muchísimo talento. Me acabo de dar cuenta de que hago eso y en el fondo me encanta. ♦

Lista de los mejores discos de flamenco en 2024 para los redactores de Expoflamenco
- Recordando a Marchena, de Sandra Carrasco y David de Arahal
- Por amor al cante, de Israel Fernández
- Historias de un flamenco, de Antonio Rey
- Metal fundío, de Luis Moneo
- Callejón del arte, de David de Arahal
- Poema del cante jondo, de Miguel Poveda
- Sangre sucia, de Ángeles Toledano
- La guitarra flamenca de Yerai Cortés, de Yerai Cortés
- El que va conmigo y yo, de Juan Carlos Romero
- Sevilla 40.0, de Esperanza Fernández
Han votado diecinueve redactores y colaboradores de Expoflamenco: Alejandro Luque, Alejandra Pachón, Ángeles Castellano, Antonio Conde, Antonio Parra, Eduardo Pastor, Estela Zatania, Faustino Núñez, Fran Reina, Irra Torres, Jafelín Helten, Jesús Naranjo, José Cenizo, José María Castaño, Kiko Valle, Lourdes Gálvez, Manuel Martín Martín, Ramón Soler y Susanne Zellinger. Cada miembro del equipo ha seleccionado tres candidatos a razón de tres, dos y un punto para cada seleccionado, respectivamente.