Para situar en el tiempo esta Comedia sin título, probablemente haya que remontarse al momento en que Úrsula López ejercía como directora del Ballet Flamenco de Andalucía. El 25 aniversario de esta institución había pasado en 2019 sin pena ni gloria, y lo que es peor, sin que toda esa gente que dice amar el flamenco desde las instituciones, los medios o la simple afición pusiera el grito en el cielo. López tenía entre manos un montaje concebido para el ciclo anual Lorca y Granada, que vendría a ser la continuación del celebrado El maleficio de la mariposa. Pero alguien en las altas esferas de la Junta de Andalucía decidió que el proyecto, entregado por el ideólogo principal, Pedro G. Romero, debía ser sustituido por un homenaje a Picasso, y ya veríamos cuándo podía ser retomado.
Me demoro en este preámbulo porque el primer éxito de Comedia sin título viene conquistado antes de subir el telón: es su mera existencia, el rescate de un montaje desechado por un capricho político (caro para el contribuyente y lesivo para las cuentas del Ballet) a cargo de una compañía privada, con todo el esfuerzo y el mérito que conlleva. Pero además, desde el principio se aprecia el trabajo concienzudo, el cuidado en los detalles y la energía que toda la compañía ha puesto en la empresa.
Si El maleficio de la mariposa proyectaba su mirada hacia la llamada Edad de Plata del baile, ahora toca ocuparse de la de Oro, que iría del asesinato de Federico García Lorca (estaba escribiendo esta Comedia y solo pudo culminar el primer acto) a la agonía de la dictadura y los albores de la democracia, en 1977. En el desarrollo de la obra se suceden los homenajes a los gigantes del baile de aquel periodo, cuyo magisterio no solo sigue vigente, sino que en muchos casos no ha parado de crecer: Farruco, Antonio Gades, Mario Maya…
«Un trabajo en el que Úrsula López cedió no poco protagonismo a su cuerpo de baile, aunque no nos hubiera importado ver desplegar un poco más de su potente presencia escénica. La conjugación de movimientos de danza contemporánea con los propios del flamenco y un cierto juego con la ambigüedad sexual, que parece estar de moda en el ámbito de lo jondo»
Desde la representación inicial de las palabras de Lorca “arcángeles, vestidos de faralaes ascienden a los cielos”, se pone en marcha el mecanismo de precisión que permite a la compañía ir desgranando el repertorio con el apoyo de dos voces singulares, las de Perrate y Sebastián Cruz, espléndidas de cabo a rabo y tanto en los cantes como en los recitados; la percusión de Antonio Moreno, los vientos de Luis González y las guitarras de Pau Vallet y Juanma Torres que, a pesar de sus buenos oficios, no lograron del todo hacernos olvidar la ausencia de Alfredo Lagos.
Puede que se deba al cruel horario del Central, con propuestas que empiezan a las 23.00 horas y terminan cerca de la una, pero me pareció mucho más ágil en su ritmo la primera mitad del espectáculo, mientras que la segunda se fue adensando y desfalleciendo ligeramente, y la crepuscular iluminación dominante tampoco ayudaba. Con todo, disfrutamos de momentos muy logrados, del martinete a la rotunda saeta, pasando por la soleá.
Y en todos estos pasajes está vivo y presente Federico, ese fenómeno que no se acaba nunca, no al menos para los flamencos. Lo puso de manifiesto hace unos días Miguel Poveda –enlorquecido de pro– y lo puso también Úrsula López en un trabajo en el que cedió no poco protagonismo a su cuerpo de baile, aunque no nos hubiera importado ver desplegar un poco más de su potente presencia escénica. La conjugación de movimientos de danza contemporánea con los propios del flamenco y un cierto juego con la ambigüedad sexual, que parece estar de moda en el ámbito de lo jondo, fueron otras características de una Comedia sin título más bien solemne, pero que termina con el Camelamos naquerar de Mario Maya y su aire festivo y esperanzador.
Ficha artística
Comedia sin título, de Úrsula López
XXIII Bienal de Sevilla
Teatro Central
18 de septiembre de 2024
Coreografías: Úrsula López, Benvindo Fonseca, Mats Ek, y Mario Maya
Cuerpo de baile: Julia Acosta, Aitana Rousseau, Miranda Alfonso, María Gómez, Manuel Jiménez, Federico Núñez, Iván Orellana y Jesús Hinojosa.
Músicos:
Cante: Perrate y Sebastián cruz
Guitarra: Pau Vallet, Juanma Torres
Saxo: Luis González
Percusión: Antonio Moreno