Cuántos grandes trabajos no se quedan arrumbados en un cajón o en un almacén, es una pregunta cuya respuesta seguramente daría para mucha reflexión. Por suerte, las nuevas tecnologías y formas de difusión permiten una segunda oportunidad a esos discos amenazados por el olvido. Un buen ejemplo de ello es Lencería fina, un álbum lanzado en 2010 bajo los auspicios de la Junta de Extremadura, y cuyas escasas 500 copias habían venido circulando hasta ahora de mano en mano, casi como un objeto de culto.
Los artífices de dicha grabación fueron José Ángel Carmona, conocido cantaor de Los Palacios (ha trabajado entre otras con Eva Yerbabuena o Rocío Molina), y el no menos popular Pepe Begines, líder del grupo de agro-rock No me Pises que Llevo Chanclas y buen aficionado a lo jondo.
La idea original de Begines era rendir homenaje a Carlos Lencero, “para mí de los mejores autores de letras flamencas contemporáneos”, artífice de versos cantados por ídolos como Camarón o Pata Negra, y fallecido en 2006. Según el cantante, “veo demasiado ostracismo en los autores, y si alguno merecía un homenaje, ése era desde luego Carlos”.
La casualidad quiso entonces que, a través de amigos comunes como Ricardo Pachón o Kiko Veneno, cayeran en sus manos materiales inéditos del letrista, lo que dio pie a la correspondiente selección y a la composición de temas que tienen un pie en lo jondo y otro en la fusión musical, sin etiquetas. Carmona asumiría lo primero, mientras que Begines se encargaría del resto de interpretaciones. “José Ángel hizo un gran trabajo, porque además de cantaor toca maravillosamente la guitarra, el bajo, la mandola italiana… Incluso ayudó con la producción, fue una colaboración espléndida. Tardamos dos años en grabarlo, pero nos complementamos muy bien”.
De la evocadora Plaza de Tetuán a la rumba De la luneta soy (con la colaboración de Raimundo Amador) o el pasodoble Marinerito soy por ti, Por la esquina del llanto, Te conocí en primavera (con Kiko Veneno), el Romance de la Isla, Mangos y piñas, Costas del Moro, la rockerona Plazuela de San Agustín o ese Algarve en el que podemos escuchar curiosamente a la actriz Victoria Abril como cantante, encontramos un repertorio muy equilibrado, con temperaturas emocionales muy diferentes y una más que grata escucha general. Y en el que brilla sobremanera, como no podía ser de otro modo, el arrollador talento de Lencero a la hora de engarzar palabras e ideas con una fuerza que todavía nos conmueve.
La plataforma Spotify es el lugar elegido para esa segunda vida a Lencería fina [https://open.spotify.com/intl-es/album/4Q5p9ZbDig9VMUWGgLelMJ]. “Un trabajo que se hace con cariño no es justo ni conveniente que acabe en un cajón”, comenta Begines, quien recuerda que el medio millar de copias lanzadas en su día no llegaron a los cauces comerciales, y fueron repartidas en mano entre amigos, periodistas y aficionados. “A Luz Casal le regalé uno y me escribió para decirme que lo tenía en la mesita de noche. Raimundo y varios cantaores flamencos me dijeron que también lo habían disfrutado mucho. Pero mucha gente me tenía loco preguntándome cómo podía encontrarlo, y ahora va a estar al alcance de todo el mundo”.
¿Hay hoy letristas flamencos como los de antes? ¿Hay paladar para separar el grano de la paja? ¿Pueden todavía los intérpretes de hoy nutrirse con el legado de esos grandes? Quizá esto sea un melón para abrir otro día, pero ahí quedan los interrogantes en el aire. De momento, toca ponerse esta Lencería fina en los oídos para recordar a un poeta que dejó huella.