Con un lleno cercano a las 500 personas se clausura el II Festival Flamenco Guirijondo, en los Baños Árabes de Palomares del Río (Sevilla). Si la edición pasada ya contó con gran afluencia de público, este año la organización ha ampliado localidades con la satisfacción de ver vendida casi el total de la taquilla.
Gamboa: el arte es de los profesionales, que son de donde les da la gana
Por encima de todo, les une una amistad de las que no se rompen, pase lo que pase. Kyoko Shikaze lleva 40 años viviendo en Sevilla. Esta trianera de adopción se mueve como pez en el agua en el barrio de los Caganchos y los Pelaos y entiende de Flamenco como pocas personas lo hacen. Ha convivido con todos los artistas, sin exagerar, y es conocida, respetada y querida por cuantos la conocen.
Esta reportera de lo jondo, nos cuenta José Manuel Gamboa, “ha sido convidada por José Mercé y Rancapino, ha trabajado con Paco de Lucía, y Camarón la saludaba con un sayonara”. Los que se dedican a esto, “no importa qué pasa, ni qué pinta tienen… disfrutamos del Flamenco”.
Junto a Kyoko Shikaze, ocupan el escenario Cristina Heeren, el delegado municipal de Cultura, Pedro Conde, el director artístico Manuel Bohórquez y el alcalde Manuel Benjumea, quien le hace entrega del galardón ‘Cristina Heeren’ en reconocimiento a su labor y su categoría como flamenca.
El anhelo de los estudiantes de la Fundación Cristina Heeren
Para Cristina Heeren, en la Fundación “lo más importante es que el alumnado esté a gusto y que sean felices. Claro que importa que aprendan, eso es fundamental, pero es mejor si se da lo primero”. Se reconoce la labor del profesorado de la Fundación que está realizando un trabajo elogiable transmitiendo a los alumnos las bases del conocimiento flamenco.
Los jóvenes que ocupan el escenario han dejado atrás la etiqueta de alumnos, porque ya están construyendo su vida artística. Anhelo es el título del espectáculo que han montado para que Kotoha Setoguchi muestre su arte y su dominio del baile flamenco y, francamente, lo ejecutan muy bien. Acompañan a Kotoha una primera guitarra, Andi Hido, una segunda guitarra, que es Juan Anguita, y el cante de Roberto Montaño. Desde luego, Cristina Heeren tenía razón todos ellos están disfrutando de su actuación y la satisfacción es doble cuando se sabe que está saliendo bien, al son de bulerías por soleá.
Tino Van Der Sman: ¡la guitarra la encontré, pero soy flamenco!
Es de La Haya y tiene la cadencia andaluza impresa en la yema de los dedos. Tino Van Der Sman viene acompañado esta noche por el percusionista David Chupete. El holandés ha convertido el Flamenco en el centro de su vida y la guitarra es la herramienta fortuita que le acompaña. Cuando escuchó los primeros acordes de una guitarra por soleá, quedó enamorado. La guitarra siempre estuvo colgada en la pared de su casa, pero confiesa que él es flamenco. Y no solo lo dice, lo demuestra ante un público que queda embelesado escuchando su ejecución y la belleza de sus composiciones.
Su repertorio, con una ejecución impecable, comienza con una versión personalísima de El Emigrante, de Juan Valderrama, continúa por soleá, garrotín con sevillanas, una nueva versión de Ojos Verdes y, finalmente, bulerías. Todo un concierto que hace las delicias de un público atento y admirado por la calidad musical del guitarrista.
Broche de oro y clausura del II Guirijondo: Esperanza Fernández
Esperanza Fernández, de la casa de los Fernández de Triana, es la encargada de echar el cerrojo a esta segunda edición del Festival Flamenco Guirijondo. Como ella misma dijo, un festival que debe seguir adelante por la importancia de lo que defiende. La acompañan a la guitarra el magnífico sonantero Miguel Ángel Cortés, y a la percusión del joven de la saga Miguel Fernández.
Su elegante presencia en el escenario y su característica voz llenan el espacio de los Baños árabes y sus jardines, con colores y olores de cantes ancestrales, de otro tiempo. Cantes que defiende porque son los cantes de su casa y la herencia que ha recibido de sus mayores. Cantes que ella conserva y transmite a la vez a los que vienen detrás.
Comienza por malagueñas y abandolaos; soleá de Triana y caña; seguiriya, alegrías, tangos y remate por bulerías. Un repertorio digno de una gran señora del cante.