Se sube el telón nuevamente del Teatro Villamarta con motivo del inicio del XXVIII Festival de Jerez y lo hace con Sara Baras. No hay estrella que brille más que esta bailaora encargada de dar comienzo a esta edición marcada por la apuesta firme por la excelencia pero con una ausencia notable: Isamay Benavente no es ya la directora. No obstante, su mano y creatividad a la hora de programar es tan evidente como años atrás, porque antes de marchar para ocupar el cargo de máxima responsable del Teatro de la Zarzuela de Madrid dejó todo cerrado para que el nuevo gerente de Fundarte y director del Villamarta lo tuviese más fácil.
Carlos Granados es el encargado de mantener ese espíritu que todos los festivales envidian, la categoría que en Jerez se aprecia y la familiaridad con la que se viven los más de quince días que dura la muestra. Muchos rostros conocidos en la sesión inaugural con la presencia de maestras y maestros del baile jerezano como Angelita Gómez, Ana María López, otros más jóvenes como Manuela Carpio, Andrés Peña, María José Franco, Fernando Jiménez, Soraya Clavijo…
La prensa especializada ocupaba su fila 16 y parte de la 17 para dejarse llevar por las maravillas que ofrece Sara, los brazos más universales del baile flamenco en la actualidad. Poco se le puede reprochar a una bailaora sin dobleces, a un alma que defiende “lo nuestro” por medio mundo desde hace veinticinco años con su propia compañía. En ese mismo escenario, en el que compareció anoche, viernes 23, y en el que estará nuevamente hoy como doble sesión, estuvo hace un cuarto de siglo para presentar Sueños, y ahora, tras cosechar los éxitos más sonados de las últimas décadas por escenarios que se salen del circuito flamenco, necesita llegar a una esfera entre lo terrenal y celestial, y lo demuestra en Vuela. Este es el título de la propuesta que ha convencido a su público, el que se rinde a su estética impoluta, a sus movimientos circulares únicos y a su puesta en escena en la que no se escatima.
«Sara Baras consigue mantener al público expectante gracias a instantes de sobrada carga expresiva, pues dibuja una y otra vez un paisaje dinámico, entretenido y, cómo no, emocionante. (…) Seduce a través de la claridad y la contundencia que todos podemos entender sin tener que ser filósofos. A veces pasa»
Una vez más, Sara apuesta por la calidad tanto sonora como lumínica, apoyándose fundamentalmente en la inspiración sonora del maestro Paco de Lucía, pieza clave de este montaje que ha pasado ya por el Teatro Real de Madrid, donde se presentó por primera vez. La artista gaditana consigue mantener al público expectante gracias a instantes de sobrada carga expresiva, pues dibuja una y otra vez un paisaje dinámico, entretenido y, cómo no, emocionante. No es de las que buscan la mirada introspectiva camino hacia la nada, todo lo contrario, seduce a través de la claridad y la contundencia que todos podemos entender sin tener que ser filósofos. A veces pasa.
Podemos distinguir cuatro bloques fundamentales en el repertorio o el ritmo que ha llamado Madera, Mar, Muerte y Volar. Cada uno de ellos va sujeto a una invitación: recordar las raíces, sentir la pasión del agua, profundizar en las emociones que se clavan y soñar desde el gozo, respectivamente. Pero volvamos a Paco de Lucía, a quien una y otra vez recurre en la musicalidad, como en Canción de Amor o Zyryab, alegrías La Barrosa, tientos tangos, zapateado… con una base en las tablas de peso con Keko Baldomero, destacando solo por soleá, y Andrés Martínez, así como la indispensable presencia de Diego Villegas en los vientos. La percusión recae en Antón Suárez y Manuel Muñoz ‘El Mati’, que también tienen momentos de especial relevancia, y el cante suena con viveza en las voces de May Fernández y El Mati, magníficos los dos. May se marca una saeta de gran factura.
El cuerpo de baile está a gran altura y colorean cada estampa entre volantes, bastones o abanicos, dejándose notar Daniel Saltares en un diálogo con Sara por seguiriyas de especial enjundia en recuerdo a Camarón.
Sara despide a modo fin de fiesta, por bulerías, con la gente ya entregada y con la seguridad de haber tocado el cielo de Jerez, tierra en la que “tanto aprendí con Manuel Morao, Juana la del Pipa, Moneo, El Torta, Moraíto…”. Antes, suena Ojos Verdes, delicioso para un cierre que nos lleva al corazón mismo del hijo de la portuguesa.
Ficha artística
Vuela – Sara Baras
XXVIII Festival de Jerez
Teatro Villamarta
23 de febrero de 2024
Dirección, guion y coreografía: Sara Baras
Baile: Sara Baras
Cuerpo de baile: Daniel Saltares, Chula García, Charo Pedraja, Cristina Aldón, Noelia Vilches, Marta de Troya, Carmen Bejarano
Músicos: Keko Baldomero y Andrés Martínez (guitarras), May Fernández Matías López ‘El Mati’ (cante), Antón Suárez y Manuel Muñoz ‘El Pájaro’ (percusión), Diego Villegas (viento) e Ivo Cortés (chelo).