Sala Turina, viernes 4 de octubre, víspera de la clausura de la Bienal 2024. Rycardo Moreno y Niño Josele encabezan un cartel de nuevos músicos flamencos de gran formación y altas capacidades para la composición de sus propias piezas.
Comienza el concierto Rycardo Moreno, magníficamente acompañado por un cuarteto de cuerda (Faiçal Kourrich, violín, Samuel Cortés, violín, Abel González, viola, y Batio Hangonyi, chelo), la percusión de Poti Trujilo, el piano de José Heredia y la segunda guitarra de Víctor Franco, compañero que se ha hecho habitual en los trabajos de Rycardo.
Es la seguiriya la que abre la actuación en la sonanta de este joven tocaor y compositor lebrijano de alta formación, criado entre artistas de la tierra y su música. En su sensibilidad la necesidad de descomponer lo existente para llenarlo de nuevos matices que transforman lo conocido en algo inesperado cargado de tonalidades flamencas pero sin perder las raíces. Se adivina en sus composiciones su gusto por el jazz, dejándonos en el oído ese sabor a música racial, a espontaneidad y búsqueda constante de un compositor que une la música a su propia espiritualidad.
A continuación, nos ofreció unas alegrías que dedicó a su tío Tomás, su maestro en la familia, aunque fuera Gerardo Núñez quien lo descubriera y lo pusiera en el camino de los grandes concertistas flamencos y de los escenarios. Entretanto, sentimos que las escobillas y las llamadas de un inexistente baile se pasean taconeando por el diapasón del instrumento.
Y continúa por fiesta con las bulerías, Diego del Gastor y el toque de Morón llenan el espacio del teatro, en un trenzado de acordes que se mezclan y desaparecen y vuelven a aparecer enredándose en el pentagrama de la pieza. Entre el público, el hijo de Rycardo jalea a su padre: ¡ole lo gitano! Y el padre se estremece bajo las tablas de su guitarra.
Como cierre de esta primera actuación, una canción andalusí de claros arabescos y combinaciones de músicas de otros lugares para llegar a transformarla con su guitarra en un placer flamenco.
«En la tercera y última fase, pudimos disfrutar de la presencia en el escenario de los dos guitarristas flamencos, gitanos, creativos, preocupados por darle la impronta de su propia personalidad. Cada uno tiene una forma personal de dominar el diapasón, de meter un picado o disfrutar con un trémolo»
Niño Josele ocupa el escenario, solo, con su instrumento como único aliado. Aunque en el programa se anunciaban farruca y verdiales, este compositor decide interpretar una taranta para comenzar su actuación y transportarnos a los sones clásicos de la guitarra flamenca. Su instrumento también suena a ida y vuelta, a guitarra gitana, a Niño Miguel y a Paco de Lucía.
A continuación, interpreta una soleá cargada de solemnidad. Y es que se trata, para muchas personas, de la reina en el elenco de palos flamencos. Se ha incorporado a la interpretación el pianista José Heredia. La perfección en el toque de Niño Josele, unido a su sencilla personalidad, le dan si cabe un halo más melódico a su música. Niño Josele ha venido a la Bienal y es consciente de la responsabilidad que exige el evento. Quizás por eso parece nervioso y así lo confiesa: «Estar en Sevilla es muy especial. A los músicos nos pone muy nerviosos». Y se acuerda de las giras con Paco, diez años al lado del gran maestro despertarían la mayor admiración y respeto por la guitarra.
Y de la soleá a la bulería como continuación de lo que se podría entender como un clásico gitano. Suena a Jerez, a Moraíto y a los Parrilla, y sonríe disfrutando con las notas salpiconas de la bulería, estamos por fiesta, ¡vámonos que nos vamos!
En la tercera y última fase, pudimos disfrutar de la presencia en el escenario de los dos guitarristas flamencos, gitanos, creativos, preocupados por darle la impronta de su propia personalidad. Cada uno tiene una forma personal de dominar el diapasón, de meter un picado o disfrutar con un trémolo. Un logro que se puede degustar cuando ambos tocan juntos, llenando de mayor colorido las composiciones.
En esta última parte nos deleitan con la canción de amor, y se acompañan de los músicos José Heredia, al piano, y Poti Trujillo, a la percusión, generándose ese diálogo de improvisaciones que tanto gustaba al maestro Paco de Lucía, y que continúan hasta rematar interpretando Ziryab, homenajeando al gran genio.
El público ha disfrutado con el espectáculo y la petición de un bis no se hace esperar. Los músicos nos obsequian con un repertorio de los más conocidos temas del maestro de Algeciras. Qué placer ver y sentir cómo disfrutan los músicos hablando el lenguaje de las estrellas.
Ficha artística
Encuentro, de Rycardo Moreno y Niño Josele
XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla
Espacio Turina
4 de octubre de 2024
Artistas principales: Rycardo Moreno y Niño Josele
Segunda guitarra: Víctor Franco
Percusionista: Poti Trujillo
Piano: José Heredia
Cuarteto de cuerda: Faiçal Kourrich (violín), Samuel Cortés (violín), Abel González (viola) y Batio Hangonyi (chelo)