El Aula Municipal de Flamenco de Málaga en su 21ª edición, bajo la coordinación y cuidados de Manuel Fernández Maldonado, nos trajo el miércoles 25 de septiembre el recital de la cantaora malagueña Paqui Ríos, acompañada a la guitarra por Manuel Jesús Carrillo, de El Arahal.
Estamos ante una cantaora de inspiración, una cantaora de arte, a la que el ambiente que percibe cuando va a comenzar su actuación, su estado de ánimo y su compenetración con la guitarra, son factores que le influyen a la hora de destapar toda la esencia que atesora. Y es que Paqui Ríos, además de ser una gran aficionada y reflejarlo en su repertorio, tiene algo que muchos buscan y no encuentran, porque hay que nacer con ello, y es un metal de voz flamenquísimo, una expresión profunda de jondura y sentimiento que atraviesa como un puñal a todo aquel que la escucha. Y si, además, le coge bien, como así ocurrió en esta ocasión, la cita se convierte en inolvidable.
Desde el principio se sintió a gusto, y comenzó con la malagueña del Mellizo y su prefacio, doliéndose en los ayeos, llorando el cante tal y como pide este palo.
«Para terminar, Paqui se reservó un palo en el que ella se sabe brillante, en el que se duele y nos hace estremecer, en el que su expresión jonda alcanza cotas de gran altura: la seguiriya. Como a ella le gusta decir, nos pegó bocaos en el corazón desde la pura salía del cante»
A continuación, quiso cantar bulerías por soleá, con gusto, acordándose de grandes cantaoras de la historia flamenca como Isabelita de Jerez, Pastora Pavón Niña de los Peines o Rosalía de Triana.
Con la voz más que calentita y el ánimo bien alto, nos cantó por tientos tangos, siempre con la Niña de los Peines en mente y también recordando a La Repompa. Tan a gusto se encontraba que se permitió juguetear con el compás, para delicia del público, destacando el papel del guitarrista, que se esforzó durante todo el espectáculo en acompañarla con precisión, dándole los tonos justos para realzar a la cantaora aún más si cabe.
A estas alturas de recital, la tanda de fandangos por soleá supo a gloria, de nuevo con grandes señoras del cante en el repertorio como María La Sabina, La Repompa y La Perla, estilos que, con esos quejíos que tiene Paqui, pegaron pellizcos que levantaron al respetable en un mar de oles emocionados.
Para terminar, Paqui se reservó un palo en el que ella se sabe brillante, en el que se duele y nos hace estremecer, en el que su expresión jonda alcanza cotas de gran altura: la seguiriya. Como a ella le gusta decir, nos pegó bocaos en el corazón desde la pura salía del cante. Empezó por Manuel Torre, y después se acordó de Tío José de Paula vía Tía Anica la Piriñaca, para rematar con la cabal de Juanichi el Manijero que también grabara Tía Anica, la voz como un cañón, la entrega a la pelea con el cante, fiera y espeluznante. Un final que enloqueció al público que, además de aplaudir de pie, incluso algunos se lanzaron a besar y abrazar a la artista. De haber sido una tarde de toros, habría salido a hombros por la puerta grande.
Ficha artística
Recital de Paqui Ríos
XXI Aula Municipal de Flamenco del Ayuntamiento de Málaga
Centro Cultural María Victoria Atencia, Málaga
25 de septiembre de 2024
Aforo: Lleno
Cante: Paqui Ríos
Guitarra: Manuel Jesús Carrillo
Presentador: Manuel Fernández Maldonado