Con las carnes abiertas. Vencío y desbaratao. Así me dejó el cuerpo. Calentó el gañote en el primer temple y me ganó el oído. No sé qué tiene esta gitana que me azota con cada tercio. Cuando riza el cante, cuando se queja con lamentos de siglos, cuando escarba en la herida y la empuja a su nuez preñada de metales viejos y aromas frescos. Se despojó del dolor quedando vacía. Lo entregó todo. En candela viva, desnudando su herencia en cada quejío.
Abrió el recital acariciando la malagueña, mirándose en Manuel Torre y El Mellizo. Y el eco de su garganteo nos salpicó en el pecho pa quedarse a vivir pa siempre. La salía por granaína y media granaína de Chacón nos resbaló como seda por la piel. Nos puso los vellos de punta. Trinó delicada y sentía. Prosiguió Paqui Ríos con la bulería por soleá tributando a los aires jerezanos. Bordó las variantes del Sordo la Luz y de La Moreno. ¡Con qué gusto se fue a Cádiz! Sublime. Y continuó en los doce tiempos de la amalgama para endosar un puñao de fandangos por soleá acordándose de La Perla, La Repompa y La Sabina, dibujando guirnaldas de colores con los melismas de su voz jonda, quejumbrosa y dulce.
«Eres lo mejor que por aquí ha pasao. Tú no eres Paqui, eres Doña Francisca. Un sinfín de piropos que se llevó en la espuerta de los escalofríos esta gitana malagueña que nos mangó la cordura»
El holandés Yus Wieggers le tocó la guitarra. El gitano rubio, como lo jaleó Paqui unas cuantas veces, la acompañó con servidumbre y afición, con falsetas muy flamencas y arpegios precisos, midiendo bien los tiempos, con trémolos limpios y bordones negros.
Arañó Paqui por Levante en la cartagenera tornándola en cante grande. Y nos embistió por seguiriya, rebañándose las asaúras con clavito y canela para terminar revolcá en sangre en el macho de Juanichí el Manijero. Brilló por tientos tangos. Luego se fue a Utrera para rendir honores a Fernanda y Bernarda rajando su voz como si fuera la última vez que sus labios las veneraran. Y ahí se quedó por cuplés, hizo un guiño al Turronero, metió a compás la bambera, un bolero y hasta un fandango de Aznalcóllar.
Estuvo mejor que nunca. Más segura, más enjundiosa. Paqui Ríos cantó pa reventá, pa perderse por las esquinas. Me hizo llorar unas cuantas veces y magulló mi corazoncito. Cautivó la afición de la Peña Flamenca El Carbonerillo, que no paró de regalarle oles y la arropó durante todo el recital. «Eres lo mejor que por aquí ha pasao». «Tú no eres Paqui, eres Doña Francisca». Un sinfín de piropos que se llevó en la espuerta de los escalofríos esta gitana malagueña que nos mangó la cordura.
Ficha artística
Homenaje a Pies Plomo
Ciclo organizado por la Unión de Peñas y Entidades Flamencas de Sevilla
Peña Flamenca El Carbonerillo, Sevilla
12 de mayo de 2024
Cante: Paqui Ríos
Guitarra: Yus Wieggers