Aún se recuerda aquel primer trofeo de la Lámpara Minera allá por 1961: una columna con una guitarra en su base y un pequeño carburador de acetileno sobre su capitel, obra del artista Asensio Sáez. Desde entonces, han sido siete veces las que el máximo galardón al cante flamenco ha renovado su imagen, con un diseño que en esta 63ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas rompe con lo anterior para reflejar la cuenca minera de La Unión.
El artista Esteban Bernal Aguirre vuelve a encargarse del rediseño del trofeo, para el que ha usado como base lo más esencial del carburo minero. Por eso, centra su interés en una llama de luz “que ilumina el laboreo en la oscuridad de la mina”. Este fuego brilla desde la zona central de la escultura, protegida por una crisálida de luz recubierta por una piel texturizada, abrazada y custodiada por dos manos surgidas de la base del trofeo. “Son las manos del minero que protege la valiosa llama de la lámpara, que hace posible su trabajo en la oscuridad de la mina, pero también son las manos del cantaor premiado que orgullosamente alza su Lámpara, el preciado trofeo por el que ha luchado apasionadamente en el concurso”, indica el creador.
«Es la Lámpara Minera más rompedora de cuantas hayamos tenido en el Festival. (…) Pretendemos mantener nuestra raíz y esencia, pero avanzar decididamente hacia el tiempo en el que vivimos » (Joaquín Zapata, presidente de la Fundación Cante de las Minas)
Con este diseño, el trofeo ha transformado el elemento local en algo más simbólico y universal y con mayor carga poética, con la idea de que se consolide este modelo y se establezca como referente definitivo del trofeo más importante del Festival, que llegará por primera vez a las manos del ganador del concurso el próximo 10 de agosto en la Catedral del Cante.
“Es la Lámpara Minera más rompedora de cuantas hayamos tenido en el Festival”, indica el presidente de la Fundación Cante de las Minas, Joaquín Zapata, que remarcó el “sentimiento unionense y de amor por festival” de Bernal. “Somos conscientes de que es algo innovador y por eso va en consonancia con nuestra propia idiosincrasia, porque pretendemos mantener nuestra raíz y esencia, pero avanzar decididamente hacia el tiempo en el que vivimos”, añade.