Manuel Liñán ( Granada 1980), Premio Nacional de Danza 2017, vuelve a sus inquietudes primigenias en su última propuesta escénica, Muerta de Amor. Estreno absoluto presentado los días 13 y 14 de junio en los madrileños Teatros del Canal. Un recorrido personal que bajo la presión escénica de su anterior proyecto, Viva!, nos muestra esta autobiografía de tintes universales, en la que a través de diferentes atmósferas nos propone un recorrido coreográfico por el deseo, la provocación, las relaciones interpersonales, la sexualidad y la sensualidad. Sin lugar a dudas un homenaje al amor y lo que ello aporta en cada momento de la vida. El cuerpo como materia de fantasía e inspiración. La copla y el flamenco como hilo conductor hacia un paisaje en el que trascienden géneros y etiquetas. El amor en todas sus disciplinas, formas y contexto. El amor, el verdadero protagonista. El amor, el verdadero homenajeado y de cómo ello hace para que el baile y el estímulo haga en la interacción humana un leitmotiv incondicional. La seducción y la imaginación, lo carnal y los abrazos.
Liñán siempre ha sabido rodearse en todas sus producciones del más preciado elenco artístico y técnico, y nos lo ha ido demostrando a lo largo de toda su carrera. Ya afincado en Madrid formó parte del laboratorio experimental ‘Chanta la muí’, con sus coetáneos Marco Flores, Olga Pericet y Daniel Doña. A partir de este “work in progress castizo” fue evolucionando a través de sus propias propuestas escénicas donde la deconstrucción de identidades masculinas dentro de la danza y el movimiento han ido tomando espacio hacia fórmulas exclusivas del género femenino. Desde Tauro hasta Viva!, pasando por Sinergia, Nómada o Baile de Autor, nos ha demostrado lo importante que es producir un proyecto con artistas de un nivel profesional y conceptual evidente y también nos hace ver como el feedback personal y humano influye en el total de su obra.
«Alegrías fundidas a tangos. Fandangos con sombrero cordobés. Sevillanas deconstruidas. Y la soleá, por fin llegó la soleá. Liñán frente a todos, frente a su legado, porque cuando Liñán baila por soleá la respiración se convierte en acto consciente y voluntario»
No podríamos entender Muerta de amor sin la capacidad coreográfica del granadino, pero también la manera en la que el elenco ha ido cerrando el círculo de la dramaturgia y de la sinergia colectiva: la portentosa e impertérrita voz de Mara Rey, sabiéndose mover como pocas entre la copla y el flamenco más visceral, fue uno de los epicentros del espectáculo. La imprescindible guitarra y composición del malagueño Francisco Minuesa, sutil, contemporánea, con clase y sabiendo estar en cada momento, hizo aún más del espectáculo una obra coral sin fisuras. La voz de Juan de la María, sabiéndose acoplar a todas las exigencias del guión, nos demostró su capacidad cantaora sine qua non. Victor Guadiana y Javier Teruel, imprescindibles para entender el espacio sonoro, la percusión y las cuerdas (violín).
Sin lugar a duda, en el flamenco que nos viene, sobre todo si procede de propuestas dancísticas, es imprescindible el movimiento entre la dramaturgia y el espacio escénico. Fue así como nos lo demostró el diverso cuerpo de baile: José Maldonado, Alberto Sellés, Juan Tomás de la Molía, Miguel Heredia, José Angel, David Acero, Angel Reyes. Todos ellos versátiles y eclécticos. Colombianas al unísono, a distintas voces. Bulerías por cuplés, Tu boca con la mía. Alegrías fundidas a tangos. Fandangos con sombrero cordobés. Sevillanas deconstruidas. Y la soleá, por fin llegó la soleá. Liñán frente a todos, frente a su legado, porque cuando Liñán baila por soleá la respiración se convierte en acto consciente y voluntario.
Ficha artística
Muerta de amor – Manuel Liñán
Sala Roja, Teatros del Canal, Madrid
14 de junio de 2024
Dirección artística: Manuel Liñán
Coreógrafo invitado: José Maldonado
Artista invitada: Mara Rey
Baile: Manuel Liñán, José Maldonado, Juan Tomás de la Molía, Miguel Ángel Heredia, José Ángel Capel, David Acero, Ángel Reyes
Cante: Juan de la María
Guitarra: Francisco Vinuesa
Violín: Víctor Guadiana
Percusión: Javier Teruel
Texto: Curro Velázquez-Gaztelu