Había que hacerlo y se hizo. Se nos llena la boca con que hay que honrar a nuestros abuelos. Ahora no nos vayamos a poner exquisitos con las exigencias. Me aplico el cuento. Quiero decir que no vienen estrenando voces y a veces tuvimos que escuchar entre carraspeos sorteando tropezones hasta llegar a la esencia, que es lo que importa. Que no me da la gana cuando se trata de viejas glorias de diseccionarles el cante con la misma navaja que enfila al resto. No sería justo.
Por causa de la veteranía se conformó un cartel irrepetible. Porque la vida es tan caprichosa que rifa los últimos alientos con más boletos entre los de la tercera edad. Hoy sentencian en los maderos y mañana Dios sabe qué les depara su almanaque, aunque no se escapa nadie. Pero dejemos la guasa para otro momento. Al lío.
Calixto Sánchez paseó los pregones con donosura. Rompió la tibieza del aire con el de las moras y luego el de las piñas, el de las pelotitas americanas, el del cerrajero, el del latero y el de los piñones. José de la Tomasa repartió tonás fragüeras desde un balcón meciendo los tercios como solo él sabe. Para eso es el cantaor de Sevilla, el maestro. Nano de Jerez pisó las tablas «con todo el corazón y el alma» por bulerías por soleá al arrope de la guitarra docta de Eduardo Rebollar. «A ver cómo me sale este toro pa yo lidiarlo». Y pegó tres capotazos sin apretones con su puntito de sabio. Juan Villar se templó en los tangos al compás de las cuerdas de Manolo Jero –¡qué bien le quedó el guiño ceperiano!–. Le echó sabor y reaños al asunto salvando las mermas que le impone el tiempo al recordar sus propias letras. Remató Nano con unas pataítas de gracia y un puñao de cantes. Los palmeros fueron de mal relleno. Marcelo Sousa crujió de solemnidad con la sonanta imponente de pulsación fuerte y pulcra, musical y jonda de Manuel Herrera. Primero por farruca. Luego descolló rotundo en la seguiriya. Abrió con El Nitri y se abrochó con la cabal de El Sernita. El de la Tomasa dobló el cante seguiriyero girando rizos personales al socaire de las mieles enjundiosas de Antonio Carrión a la bajañí. Porque es el himno de su sangre. Se acordó gustoso de la Alameda, de la mare de su alma y de Pepe Torres en la cabal de El Planeta con la que cubrió el lamento. Un par de tarantos con peso y los fandangazos a los que nos tiene acostumbraos echaron el pestillo a su entrega.
«Había que hacerlo. Y se hizo. Ya no tienen las carnes para pellizcos, pero acarician con sabiduría. No arañan, provocan ternura. Y La Bienal les dio su sitio para brindar a los pies de la giralda Por los siglos del cante»
Calixto volvió para poner el candado. Reabrió por soleá con la voz nueva, del paquete, demostrando conocimiento y maestría con un surtío de variantes. Siempre mimando las letras. Por culpita de tus ojos me pasé la noche en vela. Me quema mi pensamiento lo mismo que una candela. Así sedujo por La Andonda. Rebollar lo llevó en volandas con su guitarra dulce de flamenca sevillanía. El Primer Giraldillo de La Bienal fue el único que se acordó de citar a Romerito, que se ausentó del cartel por estar afectado con una pulmonía. Le dedicó los tientos tangos bamboleando las cadencias. Encandiló por bulerías con versos de encanto campechano. Rescató el piropo zalamero que compuso para La Manolita y sus «hechuras de mujer» y las Habaneras de Cádiz del añorado Carlos Cano terminaron el canasto.
No hubo fin de fiesta. Y me quedé con las ganas de que Calixto diera el cerrojazo volcando el Alcázar con los fandangos de El Carbonerillo. Aquellos que rubricaron la historia de la primera Bienal. Era la ocasión.
Aun así fue una ‘Noche única’ por la pandilla y la idea. Unos tocados por las calendas, otros para irse de gira, pero había que hacerlo. Y se hizo. Ya no tienen las carnes para pellizcos, pero acarician con sabiduría. No arañan, provocan ternura. Y La Bienal les dio su sitio para brindar a los pies de la giralda Por los siglos del cante.
Ficha artística
Por los siglos del cante
XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla
Real Alcázar de Sevilla
17 de septiembre de 2024
Cante: José de la Tomasa, Calixto Sánchez, Juan Villar, Marcelo Sousa y Nano de Jerez
Guitarra: Antonio Carrión, Eduardo Rebollar, Manuel Jero y Manuel Herrera