Decir Susana Lupiáñez La Lupi es decir pasión, personalidad, vocación y maestría. La danza es el lenguaje indisoluble a su ser desde que tiene uso de razón y su trayectoria, donde ha pulido su talento a fuerza de constancia y trabajo, le ha ido mostrando un camino en el que la artista ha encontrado amor, satisfacción, también desesperación y alguna que otra piedra. Pero tras la caída han venido puestas en pie gloriosas, pues rendirse no cabe en su diccionario. La introspección que lleva aparejada su autoexigencia le hace ser muy consciente de sus aciertos, así como también de las dificultades, pero ese mirarse dentro ha dado a luz espectáculos de la dimensión de Epicus, y este que hoy nos ocupa, Epicus, vol. 2.
No encontraremos aquí ningún argumento pero sí grandes guiños a su esencia, a los cantes que han marcado algún hito en su vida o que la han conformado como la bailaora que hoy es. Así, un sombrero de verdiales –la fiesta folklórica autóctona malagueña– le sirve de principio y final en su puesta en escena, el alfa y omega que define su identidad porque, antes que nada, se siente muy ligada a su Málaga natal. Una de sus eternas reivindicaciones es precisamente que los cantes de Málaga, con ritmo abandolao, son bailables per se, y no necesitan que se adapten a compás de bulerías para poder ser bailados. Así nos lo demostró en un derroche de personalidad, citando a otras culturas ancestrales como la japonesa o la hindú en el movimiento de muñeca o en el uso de la luz. No olvidemos que para los hindúes el mundo lo crea el dios Shiva al bailar con sus pies descalzos sobre la tierra. Esta tanda de abandolaos la remata con la serrana, lo que también tiene un sentido, pues es un cante muy especial en su vida, pues ella misma ha contado en alguna ocasión que fue el primero que reaprendió tras una operación que la tuvo inmovilizada.
Como coreógrafa, La Lupi ha destacado desde sus primeros trabajos y nos demuestra en la caña que los cantes pueden ser antiguos, incluso reliquias como éste, pero se pueden hacer con frescura y originalidad sin perder ni una mijita de flamencura.
«La excelencia la alcanzó cuando cogió el mantón. La Lupi nos brindó momentos de una gran plasticidad y belleza en su baile por levante con mantón, dejándonos un repertorio de arte, virtuosismo y elegancia que es difícil de igualar»
Los distintos elementos que ayudan a lucir el baile y que brindan gran variedad de posibilidades son otro de los puntos fuertes de Epicus Vol. 2: el abanico, el sombrero cordobés, la bata de cola para bailar soberbiamente por Cádiz son un ejemplo, pero sin duda, la excelencia la alcanza cuando coge el mantón. Nos brindó momentos de una gran plasticidad y belleza en su baile por levante con mantón, dejándonos un repertorio de arte, virtuosismo y elegancia que es difícil de igualar.
Estuvo arropada por sus compañeras Sara Carnero y Marina Perea, que supieron brillar y hacer brillar. Las voces de los cantaores David El Galli y José Manuel Fernández pellizcaron para que el baile se creciera, y la música de su compañero de arte y de vida Curro de María, junto a Oscar Lago y la percusión de David Galiano fueron llevando en volandas el espectáculo, siempre logrando la compenetración absoluta de la compañía, en un conjunto que resultó redondo.
La Lupi se encuentra en un magnífico momento, en un estado de forma envidiable –¡estás que te sales, Lupiáñez!, le piropearon desde el palco– y una lucidez escénica, usando distintos tipos de efectos a partir de la luz, sencilla pero certera, encandilando al público que abarrotó el teatro Cervantes de Málaga, jaleando de tal manera que parecía que de un momento a otro se iba a venir abajo. Y es que no todo el mundo puede decir que es profeta en su tierra, pero La Lupi, sí.
Ficha artística
Epicus Vol. 2, de la Compañía Flamenca La Lupi
Teatro Cervantes, Málaga
20 octubre 2024
Dirección Artística: Susana Lupiáñez La Lupi
Dirección Musical: Curro de María y Oscar Lago
Coreografías: Susana Lupiánez La Lupi
Baile: La Lupi, Sara Carnero, y Marina Perea
Cantaores: David el Galli y Jose Manuel Fernández
Guitarristas: Curro de María y Oscar Lago
Percusión: David Galiano
Aforo: Lleno